Dos
candidatos se disputan el rectorado de la institución donde
estudian 22 mil alumnos.
La asamblea será en una semana. |
Los candidatos son
dos, pero en el sillón sólo cabe uno. El martes que viene, los 22 mil
estudiantes y los 3500 profesores de la Universidad Nacional de Mar del
Plata sabrán quién ocupará el codiciado asiento del rectorado y
reemplazará al radical Jorge Petrillo, tras ocho años de gestión.
Gustavo Daleo y Luis del Río son los dos aspirantes a conducir la casa
que
administra unos 43 millones de pesos al año. Por ahora, las facciones
imaginan una elección "pareja y cerrada", de acuerdo con las
inclinaciones de los 108 miembros de la asamblea universitaria. Pese a que
los candidatos anuncian proyectos muy diferentes, un dato los une: ambos
salieron de la misma unidad académica, la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales. Daleo fue decano entre el `89 y el `96, cargo que hoy ocupa Del
Río.
La asamblea se reunirá en el
Aula Magna del Complejo Universitario de Peña y Funes, con el único propósito
de elegir rector y vice. Participarán doce representantes por cada una de
las nueve facultades de la universidad: seis profesores, dos graduados y
cuatro estudiantes. Alumnos y docentes, con representantes de las mayorías
y minorías de sus propias elecciones. Si bien el voto es secreto, cada
asambleísta recibe una cédula con su nombre, la cual se lee públicamente
al momento de contar los sufragios.
Tan parejo se anuncia el
desenlace que, por ahora, cada candidato asegura contar con los 55 votos
necesarios para ganar en la primera vuelta. "Los más imprevisibles
son los graduados, que son elegidos por los colegios profesionales y
vienen poco a la universidad", dijo a Página/12
uno de los operadores de Daleo.
Junto con el futuro dueño del
sillón, en la elección del 21 de marzo se va a definir el papel que
jugará la universidad en los próximos cuatro años. Los votantes tendrán
que optar entre "una propuesta que se ajusta a una planificación del
desarrollo y a un contexto regional" (Del Río) y "un programa
de reorganización, con una universidad enfocada hacia adentro"
(Daleo), resumió un conocedor de los pasillos de la universidad
marplatense.
"Las reuniones de los
negociadores con las distintas corrientes y sectores internos de alumnos y
docentes se suceden sin parar, con las secretarías y subsecretarías como
anzuelo para sumar votos, a pesar de que ambos candidatos aseguran que
achicarán el número de dependencias del rectorado", aseguró un
asambleísta de Psicología. Escuchan ofertas y esperan el momento de
tomar una decisión. "Estamos cansados de dar el voto para que se
beneficien otros", deslizó una fuente desde la Facultad de Ciencias
de la Salud.
El mapa de adhesiones y
alianzas estratégicas varía como el clima de la ciudad. Hasta hoy, Daleo
tiene el apoyo mayoritario de Ingeniería y Económicas, y de parte de
Humanidades y de Exactas. En la otra orilla, Del Río cuenta con el
respaldo de Derecho, Arquitectura, Agrarias y el resto de los votos de
Humanidades y Exactas. Psicología y Ciencias de la Salud son un
interrogante que no tendrá respuesta hasta el instante de la votación. Más
imprevisible todavía es Salud, pues será representada por asambleístas
de las carreras de Terapia Ocupacional, Enfermería y Servicio Social.
Ambos sectores suponen que la suerte del nuevo rector se decidirá con
esos votos. Para los analistas de la realidad universitaria, el ganador, cualquiera sea, deberá afrontar un tema puntual: "El futuro de la nueva gestión se juega en la forma en que el nuevo rector responda a las demandas de los distintos sectores que lo ayudaron a sentarse en el sillón".
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