Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Caputo cumplió tres meses de gestión con una baja

Mario Albornoz, quien encabezó los equipos científicos de la Alianza durante la campaña y acompañó a Dante Caputo en la secretaría para la Tecnología, renunció. Críticas por la falta de planes para la ciencia.

El profesor Mario Albornoz dio un paso al costado.
"No quiero hacer declaraciones porque apoyo al gobierno", dijo.


Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes) El secretario para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva, Dante Caputo, cumplió ayer tres meses de gestión y, al mismo tiempo se conoció la renuncia indeclinable de Mario Albornoz, uno de los hombres  que lo había acompañado desde un comienzo y, además, quien había coordinado los equipos de Ciencia en el Instituto Programático de la Alianza. "No quiero hacer declaraciones porque mantengo mi apoyo al gobierno", dijo Albornoz a Página/12. Sin embargo, en el mundillo académico desgranaban los motivos de esa baja: la inexistencia de precisiones sobre las líneas de política científica, la indefinición sobre el organigrama de la secretaría que depende directamente de Presidencia y la obsesión por priorizar proyectos de Internet en desmedro de los recursos asignados para ciencia e investigación.

  La última propuesta de reorganización del área que pasó de Educación a Presidencia, elevada por Caputo a Jefatura de Gabinete, preveía la creación de tres coordinaciones equivalentes a subsecretarías: Tecnología, Sociedad de la Información y Ciencia. El team de Rodolfo Terragno no dio el visto bueno y entonces el ex canciller anunció la supresión de la destinada a la ciencia. Justamente ese cargo era el que ocuparía Albornoz. Esa decisión sumada a la declaración del titular de la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica, Guillermo Bluske, quien había dicho que este año no habrá convocatoria de proyectos para el Fondo para la Ciencia y la Tecnología (Foncyt) provocó el pase al costado de Albornoz, quien continuará a cargo del Instituto de Ciencias de la Universidad Nacional de Quilmes.

  El Foncyt es uno de los pocos resquicios por donde los investigadores pueden acceder a subsidios, si se cierra ese grifo la tarea virtualmente se paraliza. El presupuesto del Conicet se redujo para este año en alrededor de 15 millones de pesos. Ante el rechazo de los científicos, la secretaría anunció en su página en Internet que la Agencia abrirá la convocatoria para el Foncyt a partir de noviembre y hasta febrero del 2001. Sin embargo, el cronograma definido termina ratificando en los hechos que este año no se otorgarán subsidios puesto que la evaluación de las propuestas lleva por lo menos seis meses. Recién en agosto/setiembre del 2001 se tendría la definición sobre los aprobados.

  El área de Sociedad de la Información es la vedette de la gestión Caputo. Habrían reasignado alrededor de 30 millones de pesos del crédito de 140 millones otorgado --durante la gestión de Juan Carlos Del Bello-- por el Banco Interamericano de Desarrollo a la Agencia de Promoción Científica para derivarlas a las iniciativas en Internet. El énfasis en el intangible espacio virtual termina colisionando con proyectos similares de la Jefatura de Gabinete, con el Programa de Conocimiento del vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez y con el Programa de Internet del Ministerio de Educación. 

  "Nadie puede oponerse al propósito de extender el uso de Internet, sería como haber rechazado la expansión del ferrocarril en el siglo pasado, pero una secretaría de ciencia no puede agotarse en proyectos de infraestructura, tiene que volcar recursos para darle contenidos propios a lo que circula por la red de redes, de lo contrario sólo repetimos lo que viene de afuera", explican los aliancistas críticos a la "no gestión" Caputo.

 


 

JOSE AMORIN SE ALEJO POR UNA DENUNCIA JUDICIAL
El PAMI sufrió la primera renuncia

 El PAMI sufrió la primera dimisión desde que asumió el nuevo gobierno. El lunes a la noche José Amorín presentó su renuncia al cargo de subinterventor de Prestaciones. "Toda mi vida sostuve que alguien con una causa judicial, fuera inocente o no, tenía que dar un paso al costado hasta que se resolviera su situación", aseguró a Página/12.

  Amorín hizo referencia así a una denuncia radicada en el juzgado federal de Carlos Liporace por "abuso de autoridad" y "violación de los deberes de funcionario público". Se lo acusa de no haber reintegrado al PAMI unos 27 mil dólares de una indemnización cobrada hace más de cuatro años que debió haber devuelto para poder ser nuevamente funcionario de la obra social.

  En su defensa, Amorín dijo que su reincorporación al PAMI se realizó a través de un contrato de locación de obras o servicios, una modalidad que

obvia el pago de cualquier tipo de indemnización, bonificación, aguinaldo, vacaciones y días por enfermedad. "Es como si me hubiese contratado una empresa externa", dijo.

  En sus tres meses de gestión Amorín había comandado las negociaciones con la Federación de Geriátricos de la República Argentina (Fegera), acusada por prestadores directos de quedarse con parte del dinero que les correspondía por sus servicios. Los pagos pasaron entonces a hacerse directamente a los dueños de los geriátricos ante escribano público y así recuperaron cerca de un 20 por ciento que antes se perdían en el camino de la intermediación. El funcionario renunciante también tuvo a cargo la relación con los prestadores de servicios fúnebres nucleados en Funeral Home --la gerenciadora a la que se vincula a Barrionuevo-- y la preparación de los pliegos de licitación para el área.

  Hace 15 días fue denunciado ante la Oficina Anticorrupción. El titular de una empresa fúnebre lo involucró en la entrega de los borradores para esa licitación a una empresa vinculada con Luis Barrionuevo, según reveló la revista Veintidós. La semana pasada, la Oficina informó que había archivado la denuncia por estimar que "no se había cometido delito alguno" ya que "los borradores habían sido entregados a todos los sectores participantes por lo que no hubo intención de beneficiar a una empresa en particular".

 


 

Arslanian, escudero de Alderete

 Los abogados de Víctor Alderete están jugando todas las cartas para salvarlo en la causa en que se lo investiga como posible jefe de una asociación ilícita, acusación que podría llevarlo a la cárcel. El ex camarista León Arslanian y su socio, Carlos Beraldi, pidieron ayer al juez Adolfo Bagnasco que exima al ex titular del PAMI de ir a prisión. En un segundo escrito objetaron las actuaciones de la Oficina Anticorrupción, el órgano que presentó la denuncia que dio origen al expediente, al considerar que sus facultades investigativas son contrarias a la Constitución nacional. El fiscal de control administrativo, José Massoni, refutó los argumentos.  

  Los abogados del ex titular de la obra social de los jubilados sostienen en uno de los escritos que no es correcto hablar de asociación ilícita, un delito que el Código Penal incluye en el grupo de aquellos que afectan a la tranquilidad pública. Ese bien jurídico, plantean los defensores, no estaría afectado por los hechos que le imputan a Alderete. Admitirían, sin embargo, el cargo de administración fraudulenta, un delito excarcelable. 

  La Oficina Anticorrupción, que dirige José Massoni, había denunciado a Alderete a mediados de febrero por haber liderado en el PAMI "una empresa ilícita a través de la implementación organizada y permanente de un sistema de gestión que les permitió dirigirla en beneficio de los intereses particulares distintos a los del público al que está destinado".   Igual que ante el juez Gabriel Cavallo --que investiga a Alderete por supuesto ocultamiento de pruebas--, Arslanian y Beraldi volvieron a pedir la nulidad de las actuaciones del órgano anticorrupción "porque al ser un área del Ministerio de Justicia, dependiente del Poder Ejecutivo, no está habilitada para investigar delito". Sostienen que se trata de tareas que, según la Constitución nacional, sólo pueden estar a cargo de jueces o fiscales. Cavallo ya rechazó estos cuestionamientos y es probable que Bagnasco haga lo mismo. "Las atribuciones de la Oficina no afectan a la Constitución", polemizó Massoni.

 

PRINCIPAL