Por Maximiliano Montenegro
Dos presidencias, dos estilos de gestión, por ahora, muy diferentes. La imagen de máxima austeridad que se esmera por difundir Fernando de la Rúa fue trasladada a la realidad presupuestaria del área presidencial, donde abundan para este año los recortes en personal, servicios, mantenimiento y limpieza, entre otros rubros. Sin embargo, o el Presidente se contagió la obsesión de Carlos Menem por que la residencia de Olivos sea la envidia de sus pares latinoamericanos, o no fue informado de los fondos presupuestados para concluir la obra menemista en el predio. Según las planillas oficiales, que se harán públicas en los próximos días, el Presupuesto 2000 contempla una partida de 800 mil pesos para �remodelación en quinta de Olivos�. Resulta sorprendente que dicha partida sobreviva en un presupuesto signado por un fortísimo ajuste, en especial cuando, a poco de dejar el cargo, Roque Fernández había sugerido eliminarla, como ya lo había hecho el año pasado, pese al enojo de Menem.
La primera dama, Inés Pertiné, se queja de que la operación de cosmética en la quinta, para bajarle el excéntrico perfil menemista a la decoración, fueron hechos a pulmón. Quienes colaboraron en la tarea dicen que, como una simple ama de casa preocupada por el peso, la Pertiné se las ingenió hasta en el más mínimo detalle: utilizó parte de la tela de un cortinado para tapizar las sillas del comedor y aceptó donaciones de empresas dispuestas a ayudar con mantelería y mobiliario.
Tanto esfuerzo por cuidar el patrimonio público contrasta con los 800 mil pesos que contempla el presupuesto aprobado por el Congreso para la �remodelación� de la residencia oficial. Son gastos adicionales a los previstos para el mantenimiento, seguridad y adquisición de bienes de consumo y de uso �como los insumos requeridos para los trabajos de decoración� en la quinta. Por lo tanto, sólo pueden ser utilizados para refacciones edilicias o nuevas obras de infraestructura en el chalet y sus alrededores. La planilla anexa al Presupuesto no explica en qué se gastarán los fondos (ver facsímil).
En el presupuesto del año pasado, que contemplaba una partida de 525 mil pesos para igual fin y Roque luego suprimió, se la justificaba así: �con el objeto de proveer a los mandatarios y/o autoridades nacionales y extranjeras de una buena permanencia durante sus visitas, se continuará con las obras de infraestructura complementarias a las ya realizadas�. Si el presidente De la Rúa decide seguir adelante con esta erogación, entonces será completada la faraónica obra menemista en la quinta, que ya deglutió casi 11 millones de pesos en seis años.
Otra obra de culto del ex presidente fue la Casa Rosada, la que terminó de pintar por última vez días antes del 10 de diciembre. El plan de obras de Menem para la Rosada ascendía a 31 millones de pesos, incluyendo una ampliación del garage de 1,5 millón, pero luego la realidad del ajuste fue resquebrajando un proyecto tan ambicioso. Para este año, el Presupuesto indica 490.000 pesos para la refacción de Gobierno, casi los mismos fondos gastados el año pasado.
La tercera construcción que figuraba habitualmente en el Presupuesto en el rubro denominado �actividades centrales� de Presidencia de la Nación �es decir, todas aquellas relacionadas con el trabajo directo del Presidente� correspondía al Instituto Juan Domingo Perón. Por obvios motivos, De la Rúa prefirió transferir el instituto a la órbita de la Secretaría de Cultura y redujo a un cuarto los fondos destinados a su refacción.
El resto del presupuesto del área presidencial confeccionado por la Alianza confirma el despilfarro con que manejaba el tema el menemismo, ya que reduce los gastos de 100 a 60 millones de pesos, una poda de 40 millones.
Hubo fuertes ajustes en personal, en contratos de servicios profesionales y especiales, en mantenimiento y limpieza, en pasajes y viáticos, y en servicios comerciales (facturas de teléfono, luz, gas),entre otros rubros (ver cuadro). En cambio, abonando el nuevo estilo de gestión, sólo aumentan los gastos en libros y revistas y las becas que otorga Presidencia.
Hay 28 consultores presidenciales
Planta sí, asesores no
El gobierno de
Fernando De la Rúa dispuso un importante recorte de personal en las
oficinas de la Presidencia. La nómina salarial de 1135 funcionarios
(incluido el presidente) del año pasado se redujo a 914. Sin embargo, casi
toda la poda recayó en el personal de planta del SINAPA (Sistema Nacional
de la Administración Pública). La reducción en los cargos de �autoridades
superiores del Poder Ejecutivo� obedece a que se eliminaron 3 Secretarías
y 3 Subsecretarías.
La baja en el número de �funcionarios fuera de nivel� a que se
trasladaron a otros Ministerios los cargos para programas como el �ARRAIGO�,
de titularización de tierras, y la Comisión de Cascos Blancos.
En cambio, el presidente conserva la estructura de 27 asesores (más 1
coordinador del equipo) legados de la época menemista. De los asesores, 14
tienen rango de secretarios de Estado, 12 de subsecretarios y 1 de director.
En promedio, si mantuvieran los salarios asignados en el Presupuesto 99 y
sin contar gastos de representación o protocolares, cobran 4.800 pesos
mensuales.
Justamente, uno de los problemas que presenta el �distributivo� del
Presupuesto 2000, que será publicado en una versión resumida de tres tomos
en los próximos días, es que, a diferencia del año pasado, no explicita
cuáles son los sueldos de los cargos políticos y jerárquicos de la
administración pública.
Con los gastos protocolocares ya incluidos en el recibo de sueldo como un
plus salarial, hoy el sueldo de un subsecretario, en términos brutos, es de
9900 pesos: 5000 pesos de sueldo básico y 4900 pesos de gastos de
representación. El salario bruto de un ministro, en tanto, ronda los 12.000
pesos.
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