Por Santiago Rodríguez
 �Un fiscal contra el delito�, dicen sus nuevos afiches. Con la propaganda en la calle, el candidato de la Alianza a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, decidió aprovechar los próximos cuatro días en que reemplazará interinamente a Enrique Olivera al frente de la comuna para demostrar que ese no es sólo un slogan proselitista: ayer se reunió con el jefe de la Policía Federal, comisario Rubén Santos, y acordó coordinar una serie de operativos entre esa fuerza y el Ejecutivo porteño para combatir la prostitución en la vía pública, los vendedores ambulantes y la venta de alcohol a menores. Se trata de un giro en la campaña aliancista ante la entrada en escena de Domingo Cavallo, quien puso en duda la firmeza de Ibarra y lo acusó de ser �el inspirador del Código de Convivencia, que le ata las manos a la policía�.
La seguridad es el eje de la campaña de Ibarra. De hecho su primera propuesta concreta será un plan integral para combatir el delito, que -según adelantan sus asesores� �contempla desde qué hacer con el policía de la esquina y los grupos operativos, hasta mejoras en la iluminación y la apertura de nuevas calles en algunos lugares de la ciudad�. En el equipo aliancista trabajan para terminarlo antes del fin de la próxima semana, de forma que Ibarra pueda presentarlo antes de viajar a Nueva York y Londres. En Gran Bretaña se reunirá con el jefe de Policía de Gloucester, Anthony Buttler, para interiorizarse precisamente sobre el modo en que consiguieron reducir los índices de criminalidad en ese distrito.
Pero las chicanas de Cavallo decidieron a Ibarra y a su entorno a poner en marcha otra jugada. Un viaje que Olivera emprendió a París hasta el próximo domingo obligó al candidato aliancista a abandonar formalmente su campaña para reemplazarlo en la Jefatura de Gobierno porteña, aunque le proporcionó a la vez una oportunidad inmejorable para demostrar su disposición de concretar la promesa de �hacer cumplir la ley� que formuló en su discurso de lanzamiento en el Teatro Coliseo.
�Lo que dice Cavallo no es cierto. Por qué tiene que haber prostitutas y travestis en la calle o no se puede hacer nada contra la venta de alcohol a menores, si en eso el Código de Convivencia es muy estricto y lo prohíbe. Los instrumentos están, la cuestión es tomar la decisión política de aplicarlos�, razonó ante Página/12 un aliancista que participa en el diseño de la campaña.
En su afán por demostrar esa �decisión política�, Ibarra se reunió ayer por la mañana con Santos. De ese encuentro participaron también el superintendente de Seguridad Metropolitana, Roberto Galbarino, y el secretario de Gobierno de la ciudad, Guillermo Moreno Hueyo, junto con su segundo, Jorge Enríquez.
Lo que resolvieron fue coordinar entre la Federal y el Gobierno porteño una serie de operativos que se desarrollarán por estos días contra la prostitución callejera, los vendedores ambulantes y la venta de alcohol a menores, así como reforzar el control del tránsito. La comuna aportará a esa lucha con personal de las áreas de transporte y habilitaciones, la policía municipal, la inspección de Justicia y la Justicia contravencional. También se habló de involucrar a la AFIP y a la Dirección Nacional de Migraciones.
En el equipo de Ibarra �quien también se reunió con Norberto La Porta para pedirle que decline su postulación como legislador� el entusiasmo ante la decisión de tomar la iniciativa se mezcló con la cautela propia del vértigo que provoca toda apuesta y ésta en particular: hacer un finta a la derecha para satisfacer las demandas del electorado.
Tanto es así que todos preferían esperar a ver el resultado de los operativos antes de revelar el compromiso del candidato con los operativos, lo cual permitiría capitalizarlos en caso de que tuvieran buena recepción o despegarse si la cosa salía mal, pero algo alteró los planes y alimentó la ansiedad del equipo de campaña aliancista: quienrompió el silencio y difundió la decisión de �combatir la prostitución, porque los vecinos no deben verse afectados, y las bandas que organizan a los vendedores ambulantes� fue Enríquez, un hombre que siempre ha tenido en cuenta las opiniones de la Federal.
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opinion
Por Pedro Calvo * |
| Los muertos que vos matais...
Según dicen algunos medios, corren nuevos tiempos políticos que parecen estar impregnados de un pragmatismo que vacía de contenido el compromiso que los militantes �palabra excluyente para antropólogos� solían tener cuando el partido era el referente y contenedor de sus ideales.
Sin embargo, el domingo 12 de marzo se transformó en un día emblemático para quienes tratan de buscar algunas respuestas en los hechos. Ese día se dirimió por teléfono una interna que decidió quién representaría los intereses de la derecha tradicional. El triunfo de Domingo Cavallo inundó los comentarios periodísticos, resaltando el alto grado de participación de la gente a través del dedo, por lo del teléfono. Pero ese mismo día, el partido político más antiguo de nuestra historia, también se movilizó para elegir a las autoridades partidarias de las 28 secciones porteñas, sin estar en juego cargos públicos de ningún tipo.
Esa elección del radicalismo dejó dos datos importantísimos. El primero tiene que ver con la edad de quienes fueron electos, muchos de ellos rondan los 30 o 35 años. El segundo está referido a la participación, que fue igual, en cantidad de gente, a la que eligió a Cavallo, con la diferencia de que en la interna radical en lugar de los teléfonos sonaban las voces de quienes desafiando la paz futbolera de los domingos poblaron las escuelas porteñas para expresarse y reafirmar su compromiso cívico.
En un artículo aparecido en el diario L�Unità, Massimo D�Alema, primer ministro italiano y principal dirigente de la coalición del Olivo, decía: �En primer lugar, considero que nos ha causado mucho daño la campaña cultural, que ya lleva años, contra los partidos, cuya intención es reducir la política a la pura dinámica electoral y a la periódica representación institucional: es una polémica anticuada y provinciana..., que produce como consecuencia escaso interés hacia la cosa pública, provoca disgregación, alimenta `poderes fuertes� no sujetos al control democrático. Pero lo que deberíamos todos discutir es cómo se construye y no cómo se destruye. En las grandes naciones civiles nadie pone en tela de juicio el papel de los partidos como formas de representación organizada de fuerzas sociales y de intereses constituidos. Cuando los partidos se debilitan, la política se fragmenta y resulta entonces arduo y difícil el gobierno de nuestras sociedades complejas. Esto lo saben en todos lados, tanto en Inglaterra como en Francia, en Alemania o en los Estados Unidos. Sólo entre nosotros se exalta, periódicamente, a la sociedad civil contrapuesta a la política organizada: son manifestaciones sin ningún fundamento, argumentos superficiales que no combatimos lo suficiente en el plano cultural y que lograron debilitar las motivaciones de fondo de la participación política�.
El domingo los radicales porteños demostramos que los partidos políticos todavía tienen razón de ser y ése no es un dato menor, es fundamental en la medida en que queramos profundizar nuestra democracia, haciéndola de todos.
* Diputado nacional. Presidente del Comité Capital UCR |
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