Por Washington Uranga
 Para los obispos de la Comisión Permanente del Episcopado argentino �la Iglesia (Católica) no está realizando una mediación� entre los diferentes sectores entre los cuales se encuentra dividido el movimiento sindical, según lo afirmó ayer en conferencia de prensa el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente del Conferencia Episcopal, Jorge Bergoglio. �Mediación es otra cosa. Es otra figura. Lo que se hizo hasta ahora no es en el marco de una mediación sino de espacio, de lugar moral, de lugar de encuentro�, afirmó el arzobispo que estaba acompañado por el presidente de la CEA, Estanislao Karlic, arzobispo de Paraná, por Eduardo Mirás, arzobispo de Rosario y por el secretario del Episcopado, Guillermo Rodríguez Melgarejo.
Lo dicho por Bergoglio por un lado confirma los esfuerzos del cardenal Raúl Primatesta para colaborar al acercamiento de las partes en conflicto, pero también que no se ha podido contribuir realmente al fin deseado. Entre viernes y lunes hubo reuniones de las que participaron desde Hugo Moyano hasta Rodolfo Daer, sin que se llegara a resultados positivos.
El martes por la noche Horacio Ghillini (Sadop-MTA), una de las personas de confianza de Primatesta y a quien se le había encomendado la gestión, le informó en persona al presidente de Pastoral Social de cuánto se había intentado.
Según lo explicaron ahora los propios obispos al término de las deliberaciones de la Comisión Permanente que finalizó ayer, el Episcopado pretende ofrecer �una mesa de encuentro� porque quiere �ayudar a que se dé la superación del conflicto a través de la unidad y del encuentro porque el todo es superior a cualquiera de las partes�.
Si bien este es el espíritu que comparte la gran mayoría del Episcopado, dentro de la misma jerarquía católica existe por momentos una reconocida perplejidad y falta de información respecto de las acciones que Primatesta emprende en el marco de Pastoral Social.
Sin embargo, la iniciativa que sigue en curso y que ahora se ve ratificada es la de la llamada �mesa del consenso� que se inició en San Rafael (Mendoza) el mes pasado y que tiene prevista una reunión para la próxima semana para, �más allá de la coyuntura�, seguir trabajando en función de acuerdos sobre �el modelo de sociedad� para los argentinos.
En lo que anoche coincidía la mayoría de los sindicalistas era en que raramente Primatesta pueda acercar posiciones entre las partes si una de ellas está encabezada por Daer. El cardenal tomó distancia del titular de la CGT luego de un viaje que la cúpula sindical realizó al Vaticano gracias a las gestiones del embajador Esteban Caselli, un menemista de la primera hora. Primatesta se sintió puenteado.
En ese encuentro con el Papa, Daer evitó firmar un documento conjunto con los empresarios donde se cuestionaban las políticas económicas del entonces presidente Carlos Menem.
Los tironeos entre Daer y Primatesta continuaron apenas comenzado el 2000. Un día antes de convocar a Moyano al encuentro de Mendoza, del que también participó el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, Daer se quejó públicamente de no haber sido invitado. �Yo no voy, a mí nadie me invitó y entonces no voy�, decía por entonces en voz alta, como víctima de una perfidia.
No lo dijo públicamente pero en privado lo entendió como una revancha, aunque algunos sindicalistas lo interpretaron de otra manera. �La verdad es que para nosotros Primatesta se cortó solo, convencido de que Moyano sería el secretario general de una CGT unida�, dijeron en el entorno del camionero.
|
