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El debate sobre seguridad ciudadana se parece cada vez más a un show de vaivenes y desmentidas, que alcanzó al propio presidente de la Nación: a través de un comunicado, Fernando de la Rúa desmintió ayer �publicaciones según las cuales no se quiere dar más facultades a la Policía, en su tarea de investigación, o que se hayan desestimado iniciativas de diversas áreas del gobierno� en ese sentido. El comunicado tiene membrete de la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Presidencia, pero llegó a esta redacción desde la Secretaría de Seguridad, cuyo titular, Enrique Mathov, había pedido más poder para la Federal y fue virtualmente desairado por el Presidente con una sola frase: �La policía ya tiene atribuciones suficientes�. Según el mismo comunicado, De la Rúa instruyó ahora a su equipo para que estudie, entre otras modificaciones, �la facultad policial de un interrogatorio de orientación al momento de la detención�. El domingo, Mathov propuso otorgarle a la Policía Federal mayores atribuciones para poder interrogar a los sospechosos al ser aprehendidos en el lugar del hecho y requisar personas o vehículos sin autorización judicial. El reclamo respondía a una demanda del jefe de la fuerza, comisario Rubén Santos. El martes, tras un acto público en Villa Soldati, De la Rúa bajó el tono de esa propuesta. �Lo que hace falta es más acción de prevención�, agregó el Presidente, aunque no descartó la posibilidad de reformas para �subsanar� deficiencias en las leyes. Según publicaron La Nación y Página/12, con esas palabras se desestimaba la propuesta de Mathov. Ayer, el Presidente se reunió con el ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, a quien instruyó para que �inicie una ronda de consultas con jueces, fiscales y fuerzas de seguridad para efectuar reformas procesales tendientes a dar respuesta a los reclamos de seguridad de la ciudadanía�, según confirmaron a este diario voceros del ministro. Según la misma fuente, la instrucción presidencial no se desvía de la política en materia criminal que viene elaborando Gil Lavedra: restricción a las excarcelaciones en los casos de delitos con armas, mayor énfasis en las tareas de prevención, aceleración de los procesos judiciales y mejoras en el sistema penitenciario. En la agenda, sostuvo la fuente, no estuvo el tema de las mayores atribuciones policiales, aspecto que para el ministro de Justicia �no es central� en el combate contra el delito. El comunicado que llegó a este diario sostiene que las instrucciones presidenciales para estudiar propuestas no sólo abarcaron a Gil Lavedra sino a Mathov. El secretario de Seguridad dijo a Página/12 que no se entrevistó con De la Rúa sino que se comunicó telefónicamente con él. �¿Usted le pidió una aclaración sobre lo que él había dicho un día antes? �Ni se me pasaría por la cabeza. En el mismo enredo había quedado envuelto el candidato a jefe de Gobierno de la Alianza, Aníbal Ibarra, quien el martes tuvo que salir a aclarar que no había dicho, tal como publicaron todos los medios, que apoyaba la propuesta para otorgar más atribuciones a la policía. Ayer reiteró que no está a favor del interrogatorio policial en la detención: �Las declaraciones son judiciales, según lo establecen las leyes�, aseguró.
BRINZONI OFRECIO UNIDADES
PARA USAR COMO CARCELES La secretaria de
Política Criminal y Asuntos Penitenciarios, Patricia Bullrich, visitó
ayer al jefe del Ejército, teniente general Ricardo Brinzoni. El temario
de la reunión fue concreto: el militar ofreció a la funcionaria la
utilización de una serie de cuarteles desocupados como cárceles de
regímenes abiertos, como lo son los de baja seguridad y de
autodisciplina. La superpoblación actual en el sistema federal de
penitenciarías está calculada en unos 3 mil internos, y las autoridades
aseguran que alrededor de 600 pertenecen a regímenes abiertos pero por
falta de espacio se encuentran alojados en cárceles cerradas. Los
cuarteles que más interesaron a Bullrich son unos siete u ocho, ubicados
en el interior del país.
�Querían que fuera el motín más largo� La decimosexta
jornada del juicio a los Doce Apóstoles por el motín de Sierra Chica
entró ayer en una zona tenebrosa cuando llegó el turno a los peritos
Jorge Tonelli y Gerardo Chiodetti. Los dos especialistas relataron que el
horno de la panadería en el que habían sido quemados siete internos
durante el motín, �había sido adecuado especialmente� y que los
cuerpos �fueron fraccionados� para luego someterlos a temperaturas �mayores
a los 850 grados�. También declaró la diputada María del Carmen
Falbo, que era secretaria de Justicia durante la revuelta carcelaria. �(Marcelo)
Brandán no quiso deponer su actitud porque quería que fuera el motín
más largo de la historia�, sostuvo la legisladora.
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