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Por A.M. y V.G. Juan Bautista Sasiaiñ se convirtió ayer en el noveno militar apresado
por el juez federal Adolfo Bagnasco por su participación en el plan
sistemático para apropiarse de hijos de desaparecidos durante la última
dictadura militar. Sasiaiñ fue jefe de la Décima Brigada de Infantería
Mecanizada de La Plata, es decir jefe de la subzona 11. Bajo su jurisdicción
estaba la ciudad de La Plata y una amplia zona de la provincia de Buenos
Aires. Durante su declaración, el militar, que fue indultado en 1989,
trató de mostrarse como un hombre preocupado por la niñez y desligó su
responsabilidad sobre el robo de bebés. En cambio apuntó al general
Guillermo "Pajarito" Suárez Mason --ya preso-- y al fallecido
ex jefe de la policía bonaerense, Ramon Camps.
"Desconozco todo sobre un supuesto plan sistemático para
apropiarse de menores durante el Proceso", aseguró el general ante
Bagnasco. Sasiaiñ intentó zafar de su responsabilidad con las dos tácticas
ya habituales de los militares cuando deben responder por la sustracción
de menores. La primera es decir que ellos "devolvieron" los
chicos. Así, Sasiaiñ se refirió a un par de casos de niños que no
fueron secuestrados. "Mi preocupación por la infancia quedó
demostrada con la creación de la comisaría del menor con medios de la
policía federal durante mi jefatura", agregó el canoso represor.
La segunda estrategia es culpar a otros de sus ex compañeros.
"Sobre toda esa zona y lugares operaba la policía de la provincia de
Buenos Aires cuyo jefe era el general (Ramón) Camps, que dependía
directamente del comando del Primer Cuerpo de la Zona 1" (es decir de
Suárez Mason), afirmó el militar.
Como jefe de la subzona 11 desde diciembre de 1976 Sasiaiñ estuvo,
dentro de la cadena de mandos, por debajo de Suárez Mason y por encima de
Camps. Bajo su responsabilidad estuvieron, entre otros, los centros
clandestinos Comisaría quinta de La Plata, el Pozo de Banfield y La
Cacha. Allí se produjeron al menos una decena de apropiaciones de niños.
A través de los abogados Adolfo Lanús y Carlos Herrera, el
militar solicitó el beneficio de cumplir con el arresto domiciliario ya
que tiene 73 años. Alegó además, sufrir una embolia ocular y estar bajo
un tratamiento de rehabilitación cardiovascular. Por los problemas de
salud del ex jefe de la subzona 11, la declaración fue presenciada por un
médico de Gendarmería. Por ahora, Sasiaiñ quedó detenido en la sede de
Gendarmería de Campo de Mayo y se convirtió en el noveno preso de
Bagnasco, además del dictador Jorge Rafael Videla que fue arrestado por
el juez Roberto Marquevich.
Antes de convertirse en el jefe de la Décima Brigada de Infantería
Mecanizada de La Plata, Sasiaiñ se desempeñó entre febrero y diciembre
de 1976 como jefe del área 311, en la provincia de Córdoba. Allí estuvo
a cargo de los centros clandestinos de detención La Perla, La Ribera, la
Unidad Penitenciaria 1 y del Hospital Militar de Córdoba, entre otros. De
acuerdo con el testimonio de la ex detenida Elena Alfaro, el militar fue
visto reiteradas veces en el campo El Vesubio.
Scilingo frente a Garzón
El juez Baltasar Garzón interrogó ayer al ex marino Adolfo Scilingo.
Esta vez las preguntas estuvieron referidas a la desaparición de
ciudadanos franceses y fueron enviadas por el juez Roger Le Loire, quien
tiene a su cargo varias causas relacionadas con el terrorismo de Estado en
Argentina, entre ellas una por las víctimas del Plan Cóndor.
En la investigación sobre el Cóndor del magistrado francés
figuran unos diez casos de franceses desaparecidos en Argentina y Chile.
Ayer, Garzón se limitó a leer a Scilingo un cuestionario remitido por Le
Loire que ahora será devuelto a París en otro exhorto, con las
correspondientes respuestas del militar "arrepentido" que se
presentó en 1997 a declarar ante el juez español y quedó detenido.
Actualmente Scilingo está en libertad condicional en España.
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