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EXPLOTO UNA BOMBA EN UN COLEGIO Y HUBO MULTIPLES AMENAZAS
Aroma a mano de obra desocupada

La bomba estalló en el Colegio San Gregorio el Iluminado, en Palermo, a primera hora de ayer.

El atentado ocurrió en un colegio de la colectividad armenia. Luego hubo llamadas anónimas a siete escuelas, a Telefónica y al Colón. El Gobierno sospecha de una campaña sucia en la que estarían involucrados ex servicios. 


Por Raúl Kollmann
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La bomba en el colegio San Gregorio El Iluminado contenía un explosivo de los calificados como altos, del tipo del trotyl o el gelamón. No era un artefacto casero, sino que requería cierta experiencia, el manejo de una mecha no tan simple y el acceso a un material que no es fácil de conseguir. En el gobierno nacional ya se esperaba un acontecimiento de este tipo: desde hace aproximadamente tres semanas, en el Ministerio del Interior, a cargo de Federico Storani, se manejaba información sobre una  campaña sucia destinada a instalar más dramáticamente la cuestión de la seguridad en la carrera electoral porteña. Se apuntaba básicamente a ex servicios de inteligencia, desplazados de la SIDE, no sólo ahora sino también hace tiempo. Junto con la bomba en el colegio de la comunidad armenia, hubo una serie de amenazas a colegios --siete en total--, al Teatro Colón y a un edificio de Telefónica. También estalló un petardo colocado en la escuela 23 de Florencio Varela, aunque en este último caso se evalúa que lo que puede haber detrás de ese artefacto --de poca envergadura-- es una interna municipal entre gente relacionada con un ex intendente y la actual administración o bien un conflicto gremial.

  "Se buscó otra vez algún lugar de cierto impacto --confió a este diario una fuente vinculada con la investigación-- como en su momento fueron los cementerios judíos. Pero en este caso, como los colegios judíos están custodiados, parece que la idea fue golpear a otra comunidad, la armenia, lo que otra vez significa repercusión nacional e internacional. Tenían la ventaja de que no corrían tanto riesgo como si lo hubieran intentado en una institución judía, que están bastante bien custodiadas". El artefacto destrozó parte del frente del colegio, aunque la entrada principal está en otro lado, y rompió vidrios en edificios de esa vereda y de la de enfrente.

  Pocas horas más tarde, empezaron a recibirse llamadas de amenaza en las escuelas, el edificio de Telefónica y el Teatro Colón. En todos esos casos hubo que desalojar a todos los que estaban en el lugar, cortar las calles, hacer una revisación minuciosa a cargo de los integrantes de la Brigada de Explosivos y hacer recorrer el lugar por los perros de la misma brigada.

  Desde la mañana, el Gobierno y el jefe de la Policía Federal, comisario Rubén Santos, trataban de interpretar el origen de estas acciones, principalmente el bombazo.

  * En un principio, se pensó que se buscó provocar un impacto justo el día en que se cumplían ocho años del atentado contra la Embajada de Israel. La hipótesis fue descartada rápidamente porque se consideró que, si ésa era la intención, hubieran puesto el artefacto en alguna institución judía. Tal vez se buscó aprovechar la fecha, pero simplemente para provocar un impacto un poco mayor.

  * Algunos de los investigadores acercaron una teoría más bien graciosa: al lado del colegio armenio funciona una empresa de transportes que se llama Moyano S.A. A la 0.30, se estacionó frente al lugar donde se colocó el explosivo, un camión que pocos minutos más tarde se retiró con las luces apagadas. Los hombres de la Federal sugirieron entonces que es posible que el atentado haya estado vinculado con la interna gremial, sobre todo porque el jueves fue elegido el camionero Hugo Moyano como líder de la CGT rebelde. La teoría, como es lógico, fue rápidamente descartada: los que acceden a un explosivo que no es fácil de conseguir, como el trotyl, es seguro que no le ponen un artefacto a cualquier lugar sólo porque se llame Moyano.

  * Se buscaron datos sobre internas dentro de la comunidad armenia o el enfrentamiento que tradicionalmente existe entre esa comunidad y Turquía, responsable del genocidio perpetrado contra los armenios entre 1915 y 1923. No hay antecedentes de acción alguna de este tipo ni en la interna armenia ni en la relación con la pequeñísima comunidad turca existente en el país. Tampoco hubo amenazas previas ni indicios de que algo así podría ocurrir. Esta línea de investigación se descartó.

  * Quedó entonces, como hipótesis más probable, una campaña de explosiones y amenazas destinada a enturbiar el proceso electoral porteño.    El 8 de marzo --hace nueve días--, Página/12 dialogó con el ministro del Interior, Federico Storani:

  --¿Tienen ustedes información de que pueden producirse hechos destinados a alterar la seguridad en la Capital Federal e instalar ese tema, el de la seguridad, en la campaña electoral?

  --Sí, tenemos esa información. De todas maneras, hasta el momento sólo nos inquietan una serie de cartas extorsivas a grandes empresarios, firmadas fraudulentamente por la agrupación de izquierda Patria Libre. Tenemos datos precisos de que esas cartas no vienen de una organización de izquierda sino que pueden estar operando ex integrantes de los servicios de inteligencia.

  Cinco días más tarde, Página/12 volvió a dialogar con Storani, esta vez en Madrid. Le reiteró la pregunta. "Sí, seguimos teniendo datos sobre esa posibilidad. Ya logramos meter preso a uno de los que enviaba las cartas extorsivas, un ex concejal del PJ de San Luis, pero pensamos que hay otra gente actuando". Ayer, Storani admitió -�en diálogo con el programa "La Cornisa", que conduce Luis Majul-- que "teníamos indicios de que podía haber una campaña sucia vinculada con las elecciones. Este es un indicio más. Tal vez quieren enrarecer el clima de la campaña. Está este episodio y el de las cartas extorsivas a los grandes empresarios. No queremos hacer conjeturas, pero sin dudas hay indicios".

  En el Gobierno piensan que el trasfondo de esa campaña sucia podría ser el siguiente:

* Ex integrantes de los servicios de inteligencia o ex policías actuando para crear un clima de tensión y que se aumenten así las facultades y los presupuestos a las fuerzas de seguridad.

* Mano de obra desocupada, pero actuando en función de un interés político. Crear un clima de inseguridad e instalar ese tema, en el que la Alianza aparece débil, como un eje principal de la campaña electoral.

* Mostrar que el Gobierno tiene dificultades para manejar la situación. Este intento de crear climas de inestabilidad ya ocurrió en otras campañas electorales, especialmente durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Deben recordarse, por ejemplo, las bombas en algunos cines y escuelas.

  En la Casa Rosada hay preocupación, pero no alarma. "No estamos ante un grupo terrorista ni nada que se le parezca. Son algunos provocadores que creemos vamos a poder agarrar", concluyó un alto funcionario del área de seguridad. 

 

CLAVES

* Explotó una bomba en un colegio de la comunidad Armenia. Era un explosivo medianamente sofisticado, que fue hecho por gente avezada.

* Además, hubo amenazas telefónicas a otros Colegios, al Teatro Colón y a Telefónica.

* El Gobierno sospecha que todo forma parte de una campaña tendiente a desestabilizar o crear clima de inseguridad en el período preelectoral.

* Hace nueve días Storani le dijo a Página/12 que el Ministerio del Interior tenía indicios que preanunciaban hechos de esa naturaleza. 


CRONOLOGIA DE HECHOS SIMILARES A PARTIR DE 1983
Un hábito de los servicios

Enrarecer el clima preelectoral es una costumbre de vieja data. A menos de dos meses de la elección de jefe de Gobierno porteño, ayer estallaron artefactos explosivos en un colegio de Palermo y en una escuela de Florencio Varela. Estos atentados tienen muchos antecedentes en la historia reciente, desde la recuperación de la democracia en 1983.

  * 25 de junio de 1987. Quince comités de la UCR de todo el país sufrieron atentados con bombas. El gobierno de Raúl Alfonsín culpó a la ultraderecha.  

  * 31 de diciembre de 1988. Una bomba de alto poder estalló en el comité central del Partido Comunista.

  * 27 de septiembre de 1991. Un artefacto explosivo destruyó un templo de la Iglesia católica ortodoxa Siriana Romana en Colegiales.

  * 1992. Diciembre y noviembre. Explotó una bomba en un cajero automático del Banco Francés. Estalló un artefacto explosivo en el Banco Río ubicado en Gaona y Cuenca, hiriendo a un subcomisario y a un cabo de la policía Federal. Explotó otra bomba en una sucursal del Banco de Boston. Atentaron contra el camping del Sindicato Gráfico Argentino. En mayo estalló una bomba lanzapanfletos en un cajero del Banco Río.

  * Julio de 1994. Se produjo una ola de amenazas de bombas en la Capital Federal.

  * 10 de mayo de 1995. Fue atacado un local del Frepaso. Robaron equipos de computación y destruyeron documentos partidarios.

  * 24 de marzo de 1996. Se cumplieron 20 años del golpe militar de 1976. Explotaron bombas en cinco cajeros automáticos de la red Banelco. Otro artefacto explosivo estalló en una sucursal de la AFJP Máxima.    

  * 28 de junio de 1999. El Hospital Italiano, la Aduana, el Consejo de la Magistratura y los Tribunales fueron evacuados por falsas alarmas de bombas; y el 29 de mayo de 1999 estalló un artefacto explosivo en una escuela secundaria de Quilmes. El '99 fue un año electoral.

  * 13 de septiembre de 1999. A un mes y días de la votación del nuevo presidente, explotaron bombas en locales partidarios de la UCR y el Frepaso. "Son actitudes de violencia que debemos combatir con energía", declaró Fernando de la Rúa, todavía candidato presidencial de la Alianza.

  * Julio de 1999. Se produjo una ola de amenazas de bomba que afectó a edificios del Poder Judicial, estaciones de subte y a un colegio judío de Flores. El gobierno de Menem adjudicó las intimidaciones a un "gracioso".

 

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