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"Se buscó otra vez algún
lugar de cierto impacto --confió a este diario una fuente vinculada con
la investigación-- como en su momento fueron los cementerios judíos.
Pero en este caso, como los colegios judíos están custodiados, parece
que la idea fue golpear a otra comunidad, la armenia, lo que otra vez
significa repercusión nacional e internacional. Tenían la ventaja de que
no corrían tanto riesgo como si lo hubieran intentado en una institución
judía, que están bastante bien custodiadas". El artefacto destrozó
parte del frente del colegio, aunque la entrada principal está en otro
lado, y rompió vidrios en edificios de esa vereda y de la de enfrente.
Pocas horas más tarde,
empezaron a recibirse llamadas de amenaza en las escuelas, el edificio de
Telefónica y el Teatro Colón. En todos esos casos hubo que desalojar a
todos los que estaban en el lugar, cortar las calles, hacer una revisación
minuciosa a cargo de los integrantes de la Brigada de Explosivos y hacer
recorrer el lugar por los perros de la misma brigada.
Desde la mañana, el Gobierno y
el jefe de la Policía Federal, comisario Rubén Santos, trataban de
interpretar el origen de estas acciones, principalmente el bombazo.
* En un principio, se pensó
que se buscó provocar un impacto justo el día en que se cumplían ocho años
del atentado contra la Embajada de Israel. La hipótesis fue descartada rápidamente
porque se consideró que, si ésa era la intención, hubieran puesto el
artefacto en alguna institución judía. Tal vez se buscó aprovechar la
fecha, pero simplemente para provocar un impacto un poco mayor.
* Algunos de los investigadores
acercaron una teoría más bien graciosa: al lado del colegio armenio
funciona una empresa de transportes que se llama Moyano S.A. A la 0.30, se
estacionó frente al lugar donde se colocó el explosivo, un camión que
pocos minutos más tarde se retiró con las luces apagadas. Los hombres de
la Federal sugirieron entonces que es posible que el atentado haya estado
vinculado con la interna gremial, sobre todo porque el jueves fue elegido
el camionero Hugo Moyano como líder de la CGT rebelde. La teoría, como
es lógico, fue rápidamente descartada: los que acceden a un explosivo
que no es fácil de conseguir, como el trotyl, es seguro que no le ponen
un artefacto a cualquier lugar sólo porque se llame Moyano.
* Se buscaron datos sobre
internas dentro de la comunidad armenia o el enfrentamiento que
tradicionalmente existe entre esa comunidad y Turquía, responsable del
genocidio perpetrado contra los armenios entre 1915 y 1923. No hay
antecedentes de acción alguna de este tipo ni en la interna armenia ni en
la relación con la pequeñísima comunidad turca existente en el país.
Tampoco hubo amenazas previas ni indicios de que algo así podría
ocurrir. Esta línea de investigación se descartó.
* Quedó entonces, como hipótesis
más probable, una campaña de explosiones y amenazas destinada a
enturbiar el proceso electoral porteño.
El 8 de marzo --hace nueve días--, Página/12
dialogó con el ministro del Interior, Federico Storani:
--¿Tienen ustedes información
de que pueden producirse hechos destinados a alterar la seguridad en la
Capital Federal e instalar ese tema, el de la seguridad, en la campaña
electoral?
--Sí, tenemos esa información.
De todas maneras, hasta el momento sólo nos inquietan una serie de cartas
extorsivas a grandes empresarios, firmadas fraudulentamente por la
agrupación de izquierda Patria Libre. Tenemos datos precisos de que esas
cartas no vienen de una organización de izquierda sino que pueden estar
operando ex integrantes de los servicios de inteligencia.
Cinco días más tarde, Página/12
volvió a dialogar con Storani, esta vez en Madrid. Le reiteró la
pregunta. "Sí, seguimos teniendo datos sobre esa posibilidad. Ya
logramos meter preso a uno de los que enviaba las cartas extorsivas, un ex
concejal del PJ de San Luis, pero pensamos que hay otra gente
actuando". Ayer, Storani admitió -�en diálogo con el programa
"La Cornisa", que conduce Luis Majul-- que "teníamos
indicios de que podía haber una campaña sucia vinculada con las
elecciones. Este es un indicio más. Tal vez quieren enrarecer el clima de
la campaña. Está este episodio y el de las cartas extorsivas a los
grandes empresarios. No queremos hacer conjeturas, pero sin dudas hay
indicios".
En el Gobierno piensan que el
trasfondo de esa campaña sucia podría ser el siguiente: *
Ex integrantes de los servicios de inteligencia o ex policías actuando
para crear un clima de tensión y que se aumenten así las facultades y
los presupuestos a las fuerzas de seguridad. *
Mano de obra desocupada, pero actuando en función de un interés político.
Crear un clima de inseguridad e instalar ese tema, en el que la Alianza
aparece débil, como un eje principal de la campaña electoral. *
Mostrar que el Gobierno tiene dificultades para manejar la situación.
Este intento de crear climas de inestabilidad ya ocurrió en otras campañas
electorales, especialmente durante el gobierno de Raúl Alfonsín. Deben
recordarse, por ejemplo, las bombas en algunos cines y escuelas. En la Casa Rosada hay preocupación, pero no alarma. "No estamos ante un grupo terrorista ni nada que se le parezca. Son algunos provocadores que creemos vamos a poder agarrar", concluyó un alto funcionario del área de seguridad.
* 25 de junio de 1987. Quince comités de la UCR de todo el país sufrieron
atentados con bombas. El gobierno de Raúl Alfonsín culpó a la
ultraderecha. * 31 de
diciembre de 1988. Una bomba de alto poder estalló en el comité central del Partido
Comunista.
* 27 de septiembre de 1991. Un artefacto explosivo destruyó un templo de la
Iglesia católica ortodoxa Siriana Romana en Colegiales.
*
1992. Diciembre y noviembre.
Explotó una bomba en un cajero automático del Banco Francés. Estalló
un artefacto explosivo en el Banco Río ubicado en Gaona y Cuenca,
hiriendo a un subcomisario y a un cabo de la policía Federal. Explotó
otra bomba en una sucursal del Banco de Boston. Atentaron contra el
camping del Sindicato Gráfico Argentino. En mayo estalló una bomba
lanzapanfletos en un cajero del Banco Río.
*
Julio de 1994. Se produjo una ola de amenazas de bombas en la
Capital Federal.
*
10 de mayo de 1995. Fue
atacado un local del Frepaso. Robaron equipos de computación y
destruyeron documentos partidarios.
*
24 de marzo de 1996. Se cumplieron 20 años del golpe militar de
1976. Explotaron bombas en cinco cajeros automáticos de la red Banelco.
Otro artefacto explosivo estalló en una sucursal de la AFJP Máxima.
* 28
de junio de 1999. El Hospital Italiano, la Aduana, el Consejo de la
Magistratura y los Tribunales fueron evacuados por falsas alarmas de
bombas; y el 29 de mayo de 1999 estalló un artefacto explosivo en una
escuela secundaria de Quilmes. El '99 fue un año electoral.
*
13 de septiembre de 1999. A
un mes y días de la votación del nuevo presidente, explotaron bombas en
locales partidarios de la UCR y el Frepaso. "Son actitudes de
violencia que debemos combatir con energía", declaró Fernando de la
Rúa, todavía candidato presidencial de la Alianza. * Julio de 1999. Se produjo una ola de amenazas de bomba que afectó a edificios del Poder Judicial, estaciones de subte y a un colegio judío de Flores. El gobierno de Menem adjudicó las intimidaciones a un "gracioso".
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