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El "huracán Hugo" sigue arrasando en Venezuela

"La realidad es muy dura. Por eso no quiero que el presidente quite las telenovelas", dice una ex Miss Venezuela. Pero bajo el ex comandante de paracaidistas, el país mismo parece una telenovela.

Más de 50.000 personas en un acto electoral realizado por Chávez en Plaza Caracas.

Por Juan Jesús Aznárez
 
Desde Caracas

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Aparentemente blindado contra todo desgaste, con un 70 por ciento de popularidad pese a las pifias y atropellos atribuidos por la oposición a sus trece meses de mandato, el presidente venezolano Hugo Chávez sólo correrá riesgos si sigue atacando las telenovelas, exportación nacional de calidad y artículo de primera necesidad entre su electorado. Sin un adversario capaz de interrumpir sus sucesivas victorias, Chávez asiste no obstante a un grave resquebrajamiento de su coalición, el Polo Patriótico, tambaleante en la pugna por las candidaturas a los comicios de mayo.

  "La realidad es muy dura. Por eso no quiero que el presidente quite las novelas. La gente quiere llegar a casa y ver algo en la televisión que la aleje de la realidad y la ayude a desentenderse un rato de los problemas", recomienda la actriz Rudy Rodríguez, ex Miss Venezuela. Los problemas nacionales son los de siempre, la pobreza, la delincuencia, la arraigada corrupción, o el abatimiento macroeconómico, pero desde hace semanas, Hugo Chávez suma dos más: la sublevación de tres jefes militares complotados con él en el fallido cuartelazo de 1992, cuya disidencia atrae a individualidades del oficialismo descontento, y la del obrerista Patria Para Todos (PPT), y del Movimiento al Socialismo (MAS) contra la discrecionalidad del Movimiento Quinta República (MVR) en el reparto de las candidaturas. Estas tres fuerzas constituyeron en 1998 el izquierdista Polo Patriótico pero la última, fundada por Chávez, ha sido la referencia dominante. El Polo ganó las legislativas del 8 de noviembre de 1998, las presidenciales del seis de diciembre de ese año, y las elecciones que en 1999 permitieron al gobierno ocupar más del 90 por ciento de los escaños de las Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

  Con la prosperidad económica prometida por el jefe de la "revolución bolivariana" todavía en veremos, los choques orales no se registran ahora entre la coalición ganadora y los partidos tradicionales, Acción Democrática (AD), socialdemócrata, y COPEI, democristiano, que se alternaron en el poder y en la corrupción durante 40 años y pasaron a mejor vida entre insultos. La ira divide ahora el variopinto frente gubernamental, que nació más como una suma de partidos y de independientes que como una alianza cimentada por un proyecto común. De hecho, Hugo Chávez Frías puede proclamar que "el Polo soy yo". Gracias a su magnetismo, la plataforma ganó todas las elecciones, copó las nuevas instituciones del Estado, y ocupa casi todo el espacio político.

  "Tremendo bochinche es lo que hay allí. Critican lo que hacían los otros y ellos hacen lo mismo", critica una caraqueña del barrio de Sabana Grande. Los cargos a elegir en mayo son muchos, 6236 entre diputados nacionales y estatales, alcaldes, gobernadores, o concejales, pero las ambiciones y aspirantes a ocuparlos son muchos. Los excluidos, localizados principalmente en Patria Para Todos, claman traición, prepotencia mesiánica, y trato de enemigos en las reuniones internas de la coalición. Pero Chávez no parece sentirse perturbado por las insurrecciones cívico-castrenses desencadenadas entre sus propias filas. "Me siento más fuerte que nunca", dijo hace poco.

  La desconfianza y discrepancias ideológicas entre los diferentes sectores del Polo Patriótico son tan grandes, como el convencimiento de su principal promotor y de los suyos de que, una vez conseguida la jefatura de gobierno, aprobada la nueva Constitución e instalado el MVR en todos la geografía venezolana, conviene garantizar que el movimiento a las órdenes del jefe de Estado atesore el mayor número de cargos. El liderazgo del comandante, según avalan las encuestas, compensará el distanciamiento con el MAS y el PPT, o incluso su eventual acercamiento en algunos casos a la candidatura del "apóstata" Francisco Arias Cárdenas, ideólogo del golpe del 4 de febrero de 1992, gobernador del estado petrolero de Zulia hasta el martes, y candidato a la presidencia frente a su antiguo compañero de armas y de rebelión.

  "Es harto sabido que a Hugo Chávez había terminado por fastidiarlo la vida interna de la alianza; que ésta había perdido para él su carácter estratégico", sostiene el periodista Alonso Moleiro. "Los líderes de Patria Para Todos y el Movimiento al Socialismo, tan útiles para allanarle a Chávez el camino al poder en algunas gobernaciones e inclusive hacia el propio Palacio de Miraflores hace poco más de un año (diciembre del 99), tendrán que tomar ahora las de Villadiego y arreglárselas como puedan". El martes pasado, sin embargo, el MVR y la corriente oficialista del MAS acordaron en principio que el gobierno apoyará a los candidatos socialistas en tres gobernaciones, en otras tres irán separados, y en los 18 restantes, el Movimiento al Socialismo apoyará al candidato del MVR, mientras Patria Para Todos presentará sus propias listas. Concebido con objetivos diferentes a los que actualmente interesan al gobierno, el Polo Patriótico, sólo se presentará intacto, hasta ahora, en cinco estados.

  Leopoldo Puchi, secretario general del MAS, partido que participó en el anterior ejecutivo venezolano, presidido por el democristiano Rafael Caldera, consideró que no puede existir una alianza equilibrada cuando uno de los partidos integrantes, el MVR, quiere quedarse con el 80 por ciento de los candidatos dejando que los demás se repartan el otro 20 por ciento. "El Polo Patriótico no existe", sentenció por su parte Aristóbulo Isturiz, dirigente de Patria Para Todos, cuyas aspiraciones a la alcaldía de Caracas como representante del frente fueron abortadas al proponer el MVR para ese puesto a Alfredo Peña, diputado de la Asamblea Constituyente. La frustración del "Negro" Aristóbulo, que fue segundo vicepresidente de esa Cámara, era proporcional a la entrega demostrada siempre en la defensa de Chávez.

  El presidente nombró a los candidatos del Movimiento Quinta República en su programa de radio dominical sin que para entonces se hubiera alcanzado una solución negociada al respecto en el seno de la alianza que lo respalda. "No vamos a aceptar que este país tenga un dueño y los demás vayamos realquilados", denunció Isturiz, alcalde de Caracas entre los años 1993 y 1996, nada dispuesto a permitir tampoco a que el gobernante haga campaña contra los candidatos de Patria Para Todos. "No nos gustaría".

 

CLAVES

El presidente venezolano Hugo Chávez lleva poco más de un año en el poder, pero ya se prepara para ganar las superelecciones del 28 de mayo, en las que busca legitimar su poder bajo la nueva Constitución Bolivariana que él mismo impulsó.
A pesar del aumento del desempleo y la pobreza, Chávez sigue manteniendo un apoyo popular de más del 70 por ciento, drenado del feroz rechazo de los venezolanos hacia los partidos tradicionales.
Sin embargo, su coalición Polo Patriótico empezó a mostrar fisuras: dos partidos se retiraron para presentar sus propios candidatos a presidente, denunciando que Chávez es tan corrupto como la vieja cúpula partidaria.

 

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