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Por
Juan Jesús Aznárez
"La realidad es muy dura.
Por eso no quiero que el presidente quite las novelas. La gente quiere
llegar a casa y ver algo en la televisión que la aleje de la realidad y
la ayude a desentenderse un rato de los problemas", recomienda la
actriz Rudy Rodríguez, ex Miss Venezuela. Los problemas nacionales son
los de siempre, la pobreza, la delincuencia, la arraigada corrupción, o
el abatimiento macroeconómico, pero desde hace semanas, Hugo Chávez suma
dos más: la sublevación de tres jefes militares complotados con él en
el fallido cuartelazo de 1992, cuya disidencia atrae a individualidades
del oficialismo descontento, y la del obrerista Patria Para Todos (PPT), y
del Movimiento al Socialismo (MAS) contra la discrecionalidad del
Movimiento Quinta República (MVR) en el reparto de las candidaturas.
Estas tres fuerzas constituyeron en 1998 el izquierdista Polo Patriótico
pero la última, fundada por Chávez, ha sido la referencia dominante. El
Polo ganó las legislativas del 8 de noviembre de 1998, las presidenciales
del seis de diciembre de ese año, y las elecciones que en 1999
permitieron al gobierno ocupar más del 90 por ciento de los escaños de
las Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Con la prosperidad económica
prometida por el jefe de la "revolución bolivariana" todavía
en veremos, los choques orales no se registran ahora entre la coalición
ganadora y los partidos tradicionales, Acción Democrática (AD),
socialdemócrata, y COPEI, democristiano, que se alternaron en el poder y
en la corrupción durante 40 años y pasaron a mejor vida entre insultos.
La ira divide ahora el variopinto frente gubernamental, que nació más
como una suma de partidos y de independientes que como una alianza
cimentada por un proyecto común. De hecho, Hugo Chávez Frías puede
proclamar que "el Polo soy yo". Gracias a su magnetismo, la
plataforma ganó todas las elecciones, copó las nuevas instituciones del
Estado, y ocupa casi todo el espacio político.
"Tremendo bochinche es lo
que hay allí. Critican lo que hacían los otros y ellos hacen lo
mismo", critica una caraqueña del barrio de Sabana Grande. Los
cargos a elegir en mayo son muchos, 6236 entre diputados nacionales y
estatales, alcaldes, gobernadores, o concejales, pero las ambiciones y
aspirantes a ocuparlos son muchos. Los excluidos, localizados
principalmente en Patria Para Todos, claman traición, prepotencia mesiánica,
y trato de enemigos en las reuniones internas de la coalición. Pero Chávez
no parece sentirse perturbado por las insurrecciones cívico-castrenses
desencadenadas entre sus propias filas. "Me siento más fuerte que
nunca", dijo hace poco.
La desconfianza y discrepancias
ideológicas entre los diferentes sectores del Polo Patriótico son tan
grandes, como el convencimiento de su principal promotor y de los suyos de
que, una vez conseguida la jefatura de gobierno, aprobada la nueva
Constitución e instalado el MVR en todos la geografía venezolana,
conviene garantizar que el movimiento a las órdenes del jefe de Estado
atesore el mayor número de cargos. El liderazgo del comandante, según
avalan las encuestas, compensará el distanciamiento con el MAS y el PPT,
o incluso su eventual acercamiento en algunos casos a la candidatura del
"apóstata" Francisco Arias Cárdenas, ideólogo del golpe del 4
de febrero de 1992, gobernador del estado petrolero de Zulia hasta el
martes, y candidato a la presidencia frente a su antiguo compañero de
armas y de rebelión.
"Es harto sabido que a
Hugo Chávez había terminado por fastidiarlo la vida interna de la
alianza; que ésta había perdido para él su carácter estratégico",
sostiene el periodista Alonso Moleiro. "Los líderes de Patria Para
Todos y el Movimiento al Socialismo, tan útiles para allanarle a Chávez
el camino al poder en algunas gobernaciones e inclusive hacia el propio
Palacio de Miraflores hace poco más de un año (diciembre del 99), tendrán
que tomar ahora las de Villadiego y arreglárselas como puedan". El
martes pasado, sin embargo, el MVR y la corriente oficialista del MAS
acordaron en principio que el gobierno apoyará a los candidatos
socialistas en tres gobernaciones, en otras tres irán separados, y en los
18 restantes, el Movimiento al Socialismo apoyará al candidato del MVR,
mientras Patria Para Todos presentará sus propias listas. Concebido con
objetivos diferentes a los que actualmente interesan al gobierno, el Polo
Patriótico, sólo se presentará intacto, hasta ahora, en cinco estados.
Leopoldo Puchi, secretario
general del MAS, partido que participó en el anterior ejecutivo
venezolano, presidido por el democristiano Rafael Caldera, consideró que
no puede existir una alianza equilibrada cuando uno de los partidos
integrantes, el MVR, quiere quedarse con el 80 por ciento de los
candidatos dejando que los demás se repartan el otro 20 por ciento.
"El Polo Patriótico no existe", sentenció por su parte Aristóbulo
Isturiz, dirigente de Patria Para Todos, cuyas aspiraciones a la alcaldía
de Caracas como representante del frente fueron abortadas al proponer el
MVR para ese puesto a Alfredo Peña, diputado de la Asamblea
Constituyente. La frustración del "Negro" Aristóbulo, que fue
segundo vicepresidente de esa Cámara, era proporcional a la entrega
demostrada siempre en la defensa de Chávez.
El presidente nombró a los
candidatos del Movimiento Quinta República en su programa de radio
dominical sin que para entonces se hubiera alcanzado una solución
negociada al respecto en el seno de la alianza que lo respalda. "No
vamos a aceptar que este país tenga un dueño y los demás vayamos
realquilados", denunció Isturiz, alcalde de Caracas entre los años
1993 y 1996, nada dispuesto a permitir tampoco a que el gobernante haga
campaña contra los candidatos de Patria Para Todos. "No nos gustaría".
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