Es la barrera mágica, el fin de la luna de miel. El Presidente la pasa hoy y Página/12 reunió opiniones desde dentro y desde fuera del Gobierno. La divisoria es bastante previsible: la oposición habla de créditos malgastados y desilusión, el oficialismo del comienzo de una gestión y de la herencia. |
"Creo que el Gobierno malgastó el crédito que la sociedad le
dio en estos cien primeros días. En vez de aprovechar el tremendo poder
político con el que cuenta un presidente al comienzo de su mandato para
corregir y cambiar los aspectos negativos de lo que ellos llamaban en la
campaña electoral `el modelo de exclusión social', utilizaron los cien días
para profundizar esas desigualdades. Como prueba de ello está el
impuestazo, el pacto fiscal de la Nación y las provincias, el presupuesto
2000, etc. Desde el punto de vista institucional, lo más bochornoso es el
acuerdo del Senado al ascenso de los militares cuestionados por
violaciones de derechos humanos. Espero que el Gobierno se dé cuenta y
comience a tomar medidas que tengan que ver con lo que prometieron antes
de asumir. Incluso una de sus principales banderas, que era la lucha
contra la corrupción, tuvo grandes claudicaciones. Por ejemplo, el
acuerdo del ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, con las empresas
concesionarias de peaje, por el cual les reconoce una deuda trucha e
inflada de 250 millones de dólares. Supuestamente es a cambio de que las
empresas bajan el 8% de las tarifas, creo que es desproporcionado con lo
que entregó a cambio el Estado. Otra claudicación es el proyecto para
entregar el crédito fiscal del Estado a los bancos y a los estudios jurídicos.
Creo que, si el Gobierno no cambia rápidamente, corre el riesgo de ver
erosionar su base de sustentación política y eso es muy riesgoso.
Algunos hombres y mujeres del Gobierno se dan cuenta de esto. Me refiero a
políticos como Elisa Carrió, Federico Storani o Chacho Alvarez. Confío
en que ellos van a tener el poder y la valentía política de corregir
este rumbo." *
Senador (PJ) Alicia Castro *
"Los problemas que el menemismo profundizó en diez años no
pueden resolverse en cien días de gobierno de la Alianza. Es forzado
hacer un balance a este corto tiempo porque sería prematuro. Lo que todos
estamos esperando, con optimismo y confianza, es un paquete de medidas
activas para reactivar las PyMES, para dar créditos que favorezcan las
economías regionales, para abaratar los servicios públicos. Esta aún
pendiente el análisis de la situación del desempleo para saber cómo el
nuevo gobierno piensa solucionarlo. Creo que si logramos modificar el
desacierto de haber negociado con los actores sindicales incorrectos --los
sectores menemistas prebendarios--, podemos llamar a un gran pacto
nacional de solidaridad y desarrollo donde estén todos los actores
sociales tras un objetivo consensuado: combatir la exclusión
social." *
Diputada (Alianza) Julio Bárbaro *
"En los primeros cien días el Gobierno demostró sobriedad y
voluntad de dar otra imagen de la relación entre el gobernante y la
sociedad, pero no fue capaz de devolverles a los argentinos la esperanza
en un futuro mejor. Hasta el momento, el Gobierno no impuso nuevos
paradigmas en una sociedad que está marcada por el escepticismo.
Personalmente considero que la Alianza le dio una gran importancia a la ética
pero no tuvo en claro que lo que la Argentina necesitaba era una
reformulación del modelo. Creo
que la sociedad puso de su parte más expectativa que lo que el Gobierno
respondió en términos de imaginación y capacidad creadora. Si la
concepción de gobierno que se vio hasta ahora es, en definitiva, la que
se tiene sobre las necesidades de nuestra sociedad, resulta una voluntad débil
frente a una crisis muy profunda. Hasta ahora, la gente se conforma con la
superación del grotesco del gobierno anterior, pero desde ahora en más
va a empezar a exigir medidas que le devuelvan la imagen de una sociedad
donde el Estado es capaz de volver a integrar a los distintos sectores que
han sido marginados en los últimos diez años. Hasta hoy hay más
modificaciones de forma que de contenido. Si la Alianza no produce grandes
cambios en su creatividad política, va a ser difícil que pueda mantener
el consenso del que hoy todavía goza." Por Guillermo Francos* "La cuenta regresiva ha comenzado. A De la Rúa no le va a
alcanzar con los altos índices de imagen positiva. Esto se está
acabando. El crecimiento del malhumor social va a deteriorar la imagen del
presidente. Se está instalando con fuerza un malhumor social progresivo.
La gente tiene buena imagen de De la Rúa y una mala imagen de la situación
que está atravesando cada argentino en particular. Parece un poco
incoherente, pero se debe a que el gobierno recién se está instalando.
La sociedad entiende eso, por eso es más tolerante. Pero en los últimos
días se ha empezado a notar malhumor, producto de la sensación de
`parate económico'. Esto fue causado por las equivocaciones del gobierno
y va a terminar afectando su imagen. Todavía estamos dentro del período
de los 100 días, cuando hay más tolerancia. En una situación de crisis,
un hombre con austeridad, transparencia y honestidad es más tolerado. Eso
lo captó y capitalizó De la Rúa." *
(Diputado nacional por Acción por la República) Por Rosendo Fraga*
"El crédito inicial que la sociedad le otorgó a Alfonsín no
duró un año. Ya a fines del '84 la economía generaba malestar y fue el
lanzamiento del plan Austral en mayo del '85 lo que le permitió recuperar
la popularidad. Con Menem, el crédito inicial duró seis meses. La
hiperinflación del verano del '90 lo afectó y recién se recuperó en
los primeros meses del '91 con el lanzamiento de la convertibilidad. En el
caso de De la Rúa, recién se han cumplido tres meses de su gestión. La
elección del jefe de gobierno del 7 de mayo jugará un papel importante:
prolongará o acotará el crédito inicial a favor de De la Rúa. Una
derrota de la Alianza precipitará el final de la buena imagen. Una
victoria prolongará el crédito por lo menos hasta fin de año. De la Rúa
siempre ha tenido la capacidad política para lograr que la opinión pública
lo justifique frente a los problemas. Los tres años y medio que se
desempeñó como jefe de gobierno mostraron que muchos de los problemas,
como la controversia sobre el Código de Convivencia, no afectaron su
imagen. Así fue como De la Rúa mantenía muy buena imagen como jefe de
gobierno mientras que la Legislatura porteña tenía 30 puntos menos de
imagen positiva que el jefe de gobierno. Hoy
la opinión pública es bastante escéptica. No cree que los cambios políticos
puedan resolver sus problemas cotidianos. Este escepticismo favorece a De
la Rúa: prolonga el crédito inicial por las bajas expectativas
existentes. El último mes de gobierno mostró que la austeridad por sí
sola no resuelve los problemas. Ello implica que el crédito será
limitado. En conclusión, De la Rúa tiene margen para prolongar el crédito
inicial, pero el resultado de la elección de la Capital puede reducir o
ampliar dicho margen". *
(Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría) Por Armando Caro Figueroa*
"El Presidente todavía tiene un margen mayor pero algunas áreas
y algunos ministros, sobre todo en el área social, no se mueven nada,
después de todo lo que dijeron durante la campaña. Hasta ahora el crédito
ha sido una esperanza abierta en la voluntad del gobierno de cambiar las
cosas. El gobierno ha aprovechado parcialmente el crédito: tomó medidas
acertadas pero también cometió errores, como aumentar los impuestos. La
Alianza prometió abatir el desempleo, reconstruir la seguridad pública y
reflotar las economías regionales. Pero las economías regionales están
peor que antes, el desempleo está tan alto como hace 90 días y la
reactivación volvió a frenarse. Hace falta que el gobierno demuestre
capacidad de liderazgo, para hacer prevalecer el interés general sobre
los intereses corporativos. El gobierno debería tener una estrategia
frente a Brasil pero todavía no la tiene. Está abusando de los despidos
en el sector público. Esos despidos no son producto del saneamiento
estatal sino con intereses de los aparatos partidarios. La gente todavía
tiene esperanzas en el presidente, pero se va volviendo cada vez más
exigente. De la Rúa es que logró ejemplificar un cambio de estilo de
gobierno: sobriedad y rigor. Un trimestre más es un plazo suficiente para
que el gobierno muestre resultados positivos que se correspondan con las
promesas electorales".
|