Por Gustavo Veiga
El
Prode que se marchitó hasta morir volverá reconvertido y con la
posibilidad de adivinar no sólo los resultados del fútbol. Aquellas
federaciones o asociaciones que lo requieran podrán sumarse al nuevo
sistema de apuestas. El juego que hizo famoso al paraguayo Mercedes Ramón
Negrete �así se llamaba el primer ganador del concurso que terminó
millonario en la década del 70� ya tiene un proyecto de ley aprobado en
la Comisión de Deportes de la Cámara baja, cuenta con el respaldo de la
AFA y, además, fue bendecido por la Asociación de Loterías Estatales
(ALEA) que posee representación en todas las provincias.
La norma que impulsó el diputado menemista Daniel Scioli a fines de 1998
y que por entonces fue resistida por sus pares de la Alianza, ha sufrido
algunas modificaciones que ahora le permitirán pasar el filtro de varias
comisiones legislativas. De ahí a que se convalide la iniciativa en el
Congreso habrá un paso. Después quedará en manos de Lotería Nacional
la instrumentación de los concursos que, por los avances tecnológicos,
superarán a aquella vieja tarjeta que contenía los trece partidos que se
marcaban con un punzón en los locales de Prode y quiniela.
Internet y las líneas 0-600 son apenas dos de las variantes que maneja el
sector privado para el negocio que prosperaría con el nuevo juego. Pero
también, desde la Secretaría de Deportes y los clubes de fútbol en
particular, el Prode es aguardado como un bálsamo para paliar los
déficits de caja. Según consta en una minuta distribuida por el vocero
de prensa de Scioli, se abren �infinitas formas de jugar� como, por
ejemplo: acertar quién convertirá el primer gol en una fecha de fútbol,
acertar quién será el ganador de una competencia de Fórmula 1 o acertar
qué seleccionados se clasificarán en las eliminatorias del próximo
mundial.
Ahora, ¿de qué modo se llegó a un acuerdo entre el peronismo y la
Alianza cuando hace casi dos años la iniciativa legislativa del Prode no
tenía consenso entre las dos principales fuerzas políticas? Cambiaron
los tiempos y la redacción del proyecto original también. El socialista
Alfredo Bravo, uno de los diputados que cuestionaba la propuesta del ex
motonauta hasta el año pasado, hizo escuchar su voz y se incorporaron a
la norma algunas de sus sugerencias. En cambio, no tuvo idéntica suerte
la AFA, que esperaba un porcentaje mayor al asignado en concepto de
distribución del Prode (ver aparte). Tampoco se tomaron en cuenta los
pedidos de los gremios vinculados con el fútbol y ciertas instituciones
que percibían minúsculas participaciones bajo el régimen de la ley
24.199 o antiguo Prode. Sólo la Secretaría de Deporte y Recreación y
las asociaciones o federaciones respectivas percibirán un porcentaje.
En el futuro y si el proyecto se aprueba en ambas cámaras tal como está
redactado hoy, el pozo recibirá como mínimo un 45 por ciento de lo que
se recaude para repartir entre los apostadores. Pero ese porcentual se
elevará hasta el 65 por ciento en el caso de la otra modalidad de juego
contemplada, que es de carácter bancado o sport. O sea, que posee un
premio fijo o predeterminado y no por porcentaje.
El juego más famoso de los argentinos en los años 70 y que fuera
concebido por el ex ministro de Bienestar Social Francisco �Paco�
Manrique, está muy cerca de alumbrar en el 2000 bajo otras pautas y con
modalidades tecnológicas que en aquella época no se conocían. El ex
funcionario de la autodenominada Revolución Libertadora y del general
Alejandro Agustín Lanusse había impulsado la creación del Prode, no
tanto por amor al fútbol, sino por su aversión hacia el juego
clandestino que pretendía combatir.
Hoy, los concursos están a punto de retornar para salvar a un juego legal
y, vaya contradicción, tan multitudinario como en bancarrota: el fútbol.
Qué es, cómo se apuesta
El proyecto de ley del Prode versión año 2000 tiene entre sus
puntos más salientes los siguientes:
Mientras
que Lotería Nacional tendrá a su cargo la organización,
instrumentación y administración de los concursos deportivos, la
Secretaría de Deporte y Recreación de la Nación fiscalizará el
cobro y distribución de los recursos que se obtengan en las cuentas
de las federaciones o asociaciones mediante un Tribunal de Contralor
que se creará.
La
publicidad, marketing y promoción necesarios para el éxito de los
juegos estará a cargo de Lotería Nacional, que en el proyecto
original no iba a regentearlos. Como las federaciones deportivas
fueron desplazadas de aquella tarea, el porcentaje de dinero a
percibir también les disminuyó.
Lotería Nacional también fijará el precio de las apuestas de los
concursos.
Habrá dos
tipos de juegos. Los de carácter poceado, cuyo premio se obtendrá de
un porcentaje de la recaudación general y los denominados bancados o
�sport�, que ofrecerán una retribución fija.
Los
concursos se podrán realizar en la modalidad de vía telefónica o
por cualquier otro medio que los avances tecnológicos permitan. La
AFA habría firmado un contrato con el hermano del poderoso empresario
futbolístico Gustavo Mascardi con ese objetivo.
Los fondos
recaudados por las federaciones deportivas serán destinados, entre
otras cosas, para el mejoramiento de las competencias internas, el
pago de deudas fiscales y previsionales, la construcción de
infraestructura deportiva y el fomento de las disciplinas no
profesionales. En el caso de la AFA se prevé que se cubrirán los
costos de seguridad en el fútbol y, además, la remodelación de
estadios con vistas al próximo Mundial Sub-20 que se disputará en
nuestro país.
Para la
aprobación del proyecto que ahora se discute en el Congreso deberá
derogarse la ley 24.199 que dio nacimiento al viejo Prode.
Lotería
Nacional percibirá el 47 por ciento de los ingresos para premios, el
30 por ciento será destinado a costos operativos, publicidad y
promoción, el 11,50 por ciento irá a las arcas de la Secretaría de
Deporte y Recreación y un porcentaje idéntico a la asociación o
federación respectiva. |
FIFA Y EL BID INVIERTEN EN UN
PROYECTO EN BRASIL
Dinero fresco para los pibes pobres
El Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Internacional de Fútbol
(FIFA) estimularán inversiones en clubes brasileños y crearán centros de
entrenamientos para niños pobres con el fin de convertir al fútbol en un
medio de desarrollo económico y social. La decisión fue comunicada esta
semana por el presidente del BID, el uruguayo Enrique Iglesias.
�Nuestra meta es promover las inversiones en el fútbol como alternativa
de desarrollo. En este contexto, Brasil es un privilegiado ya que la calidad
de sus jugadores atraerá centenas de millones de dólares�, aseguró
Iglesias, en declaraciones reproducidas ayer por la prensa brasileña. El
programa, que se extenderá por toda América latina, tendrá dos objetivos
básicos: atraer empresas y bancos privados para invertir en equipos
profesionales y estimular la creación de centros de entrenamiento para
niños pobres, en los que jugar al fútbol sea tan importante como la salud
o la educación. Con ello se pretende encontrar grandes atletas al tiempo
que se resuelven problemas económicos y sociales.
Este proyecto doble será puesto en marcha el próximo 5 de mayo en la sede
del BID en Washington, donde se reunirán dirigentes de clubes de fútbol e
inversores interesados. �El modelo que vamos a presentar es diferente al
de la NBA. Los inversores no comprarían los clubes sino que tendrían
derecho a utilizarlos comercialmente durante algún tiempo sin interferir en
la gestión del equipo�, aseguró el brasileño Paulo Paiva,
vicepresidente del BID. Estarán presentes, entre otros, el presidente de la
FIFA, Joseph Blatter, el ex futbolista Pelé y el ex secretario de Estado
estadounidense Henry Kissinger. La cooperación entre la FIFA y el BID
nació gracias a Pelé y el ex jugador francés Michel Platini, que querían
realizar un proyecto social basado en el fútbol y así lo presentaron a
ambas instituciones. Así nació la segunda parte del proyecto, que pretende
reunir a niños pobres en torno del fútbol pero dentro de un programa
integral que incluirá educación y asistencia médica, entre otros.
�La FIFA daría dinero para contratar entrenadores, profesores y médicos
a través de las federaciones locales, mientras que el BID financiará la
construcción de centros de entrenamiento con dinero transferido a los
gobiernos�, explicó Paiva. La única exigencia es que las niñas también
tengan acceso al fútbol.
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