|
Las relaciones del gran novelista británico Graham Greene (1904-1991) con el cine fueron tan complejas como intensas. Desde que en sus años de estudiante en Oxford, en la década del 20, comenzó a publicar en los circunspectos círculos académicos artículos apasionados sobre aquello que entonces todavía se creía que era una forma de narrativa menor, el autor de El fin de la aventura (cuya versión para la pantalla, El ocaso de un amor, está actualmente en los cines de Buenos Aires) siempre mantuvo, a lo largo de su vida y de su obra, un vínculo crucial con el cine. Muy pocos novelistas vieron tan requerida su obra por el cine como Greene; y ninguno se relacionó como él con tantos y tan diversos aspectos de la industria: como crítico, guionista, adaptador, productor y hasta como actor. Para comenzar la temporada 2000, el British Arts Centre (Suipacha 1333) ha previsto, a partir del martes 21, con entrada gratuita, una exhaustiva revisión de ese affair, cuyos temas eternos -.más allá del suspenso y misterio que supo ser habitual en la obra de Greene� son los amores difíciles, la pregunta por la moralidad de los actos humanos y el permanente cuestionamiento de la existencia de Dios. El ciclo se abre �y no podía ser de otra manera� con El tercer hombre (The Third Man, 1949). Esta célebre fábula sobre la amistad traicionada fue en un comienzo un guión original para la pantalla, que recién después del éxito de la película dirigida por Carol Reed (con la colaboración nunca oficialmente acreditada de Orson �Harry Lime� Welles) se convirtió en una novela. �El film, de hecho, es mejor que el relato porque, en este caso, es la versión final del relato�, señaló el propio Greene. El martes 28 se verá Santa Juana (Saint Joan, 1957), dirigida por Otto Preminger. En el comienzo, fue la obra teatral de George Bernard Shaw sobre la doncella de Orléans; Preminger removió cielo y tierra de Hollywood para poder llevarla al cine, convocó a una actriz entonces debutante para el difícil protagónico (Jean Seberg) y confió el guión a Greene, que recibió duras críticas de la prensa británica, supuestamente por haber enfatizado un punto de vista más católico que protestante (como la pieza original), algo que Greene siempre negó. El martes 4 de abril se proyectará Un alma torturada (This Gun for Hire, 1942), realizada por Frank Tuttle, una curiosa combinación entre el universo moral de Greene y la mejor estética del clásico cine negro norteamericano. La novela A Gun for Sale (1936) pertenece al primer período del escritor: la acción fue trasladada de Londres a Los Angeles, pero se respetó la naturaleza del protagonista (Alan Ladd), un asesino a sueldo que se ve sumergido en un conflicto internacional. Le sigue el 11 de abril Prisioneros del terror (The Ministry of Fear, 1943). Desde sus comienzos como crítico de cine, Greene admiraba al director alemán Fritz Lang. A su vez, Lang quería filmar a toda costa El ministerio del miedo. Pero entre ambos se interpuso la Paramount y un guión ajeno a ambos, que los dejó insatisfechos. Aun así, la atmósfera de pesadilla es tanto de Lang como la intriga internacional le pertenece inconfundiblemente a Greene. El 18 de abril será la oportunidad de El fugitivo (The Fugitive, 1947), de John Ford, que sobre la novela El poder y la gloria estudia el conflicto de un cura (Henry Fonda) entre su sacerdocio y su debillidad humana. Para el autor, se trató de una traición a su texto, mientras que para el director éste siempre fue uno de sus films favoritos. El 25 del mismo mes va El factor humano (The Human Factor, 1979). Una de las mejores novelas de espionaje de Greene, la historia de un doble agente inglés que es obligado a buscar asilo en Rusia, volvió a reunir al autor con el director de Santa Juana, Otto Preminger, pero esta vez mediante un guión del dramaturgo británico Tom Stoppard y la participación de un elenco excepcional, encabezado por Nicol Williamson. El 2 de mayo llega El cónsul honorario (The Honorary Consul, 1983), la historia de dos hombres que notienen nada en común, salvo su origen inglés y el hecho de que viven en la misteriosa provincia de... Corrientes, Argentina. Uno de ellos es un médico (Richard Gere), el otro (Michael Caine) conserva el dudoso título de �Cónsul Honorario�. A la semana siguiente (9 de mayo), una curiosidad: La noche americana (La Nuit Américaine, 1973), de François Truffaut, en la que Greene aparece... como actor, interpretando a un representante de una compañía de seguros. El ciclo se cierra los últimos tres martes de mayo con una tríada de clásicos �Tiempos modernos, de Chaplin, Furia, de Lang y El secreto de vivir, de Frank Capra� que Greene elogió fervientemente cuando publicaba crítica de cine en The Spectator y que dan cuenta de sus preferencias cinematográficas.
|