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JUICIO POR MALA PRAXIS EN UNA OPERACION ESTETICA
La cirugía en el banquillo

Mañana comienza el juicio contra Rolando Pisanú, uno de los cirujanos plásticos más famosos del país, por "lesiones culposas" y "mala praxis". Su paciente quedó con una incapacidad total. 

Alicia Romagnoli sufrió un paro cardiorrespiratorio después de la operación. 


Por Mariana Carbajal
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Uno de los más famosos cirujanos plásticos del país se sentará desde mañana en el banquillo de los acusados. A partir de las 9.30, Rolando Pisanú comenzará a ser juzgado en audiencia oral y pública por "lesiones culposas" presuntamente provocadas por "mala praxis médica" a una paciente santafesina que quedó postrada a los 42 años, con una incapacidad del cien por cien, después de una operación estética en la que el médico le practicó una lipoaspiración, un lifting facial y retoques en la nariz, el mentón y los párpados. Pisanú declarará en la primera jornada y sus palabras serán seguidas con atención por la afectada, Alicia Romagnoli, que ocupará con su silla de ruedas un lugar entre el público. De las pruebas reunidas en la causa surge un dato llamativo: al momento de la operación Pisanú no tenía título de especialista en cirugía plástica y, según pudo saber Página/12, en su legajo del Ministerio de Salud tampoco figura que lo tenga en la actualidad (ver aparte).

  Pisanú se hizo famoso desde que se promocionaba en la prensa a través de sus pacientes famosas, entre ellas, su ex esposa y modelo Daniela Cardone, la conductora de TV Andrea Frigerio y Zulemita Menem. El juicio que lo tiene como protagonista estará a cargo del magistrado en lo Correccional Eduardo Etcharrán. Se estima que la semana próxima podría conocerse la sentencia. Pisanú será juzgado junto al anestesiólogo que participó en la intervención quirúgica, Enrique Leandro Stelmaszewski. Procesados desde el 4 de marzo de 1998 por la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional, los dos médicos están acusados de ser responsables de las lesiones que sufrió Alicia tras la operación.

  Ahora, se les imputa haber actuado con "negligencia" al permitir el traslado de la paciente desde el quirófano a una habitación común, cuando la mujer no se encontraba completamente recuperada y, entre otras características, presentaba "dificultades de respiración", según declararon ante el juez varios testigos, entre ellos una enfermera, una médica y la instrumentista del equipo de Pisanú, que en los próximos cuatro días desfilarán por el tribunal. Pisanú alegará que la responsabilidad del traslado es exclusiva del anestesiólogo. La familia de Alicia, en cambio, considera que también le alcanza a él, por haber sido el jefe del equipo médico que la operó y con quien la mujer acordó la intervención.

  Aquel día, cuando fue llevada a una habitación común, Alicia sufrió un paro cardiorrespiratorio. Se sospecha que no habría recibido atención médica adecuada. En esos momentos, tanto Pisanú como Stelmaszewski ya se encontraban lejos del centro médico. Al dictarles el procesamiento, los camaristas de la Sala IV evaluaron que el hecho de que ambos hayan abandonado la clínica pocos minutos después de concluida la operación "presupone una imprudencia".

  Durante el paro cardiorrespiratorio, Alicia perdió irrigación de oxígeno en el cerebro y quedó con un daño neurológico irreversible, que le impide dominar sus músculos, entre ellos los que permiten el habla. A fuerza de un persistente trabajo de rehabilitación con un fonoaudiólogo y un kinesiólogo, hoy la mujer puede emitir ciertos sonidos que sólo su familia interpreta, y ha perdido la rígida posición fetal que tuvo en un principio: ahora puede sentarse y dar algunos pasos con ayuda. Pero sigue condenada al cuidado de terceros.

  La fatídica operación fue el 15 de agosto de 1996 en la Clínica Excelsitas, del barrio porteño de Belgrano. Era la primera vez en sus 42 años que Alicia entraba a un quirófano. "Estaba obsesionada con dos arrugas que tenía alrededor de la boca y un día me dijo que se las quería sacar", recordó su marido, el contador Luis Piagentini, con la tristeza clavada en el corazón. Hasta la operación, Alicia era una exitosa profesional y dirigía la sucursal de la agencia de seguros San Cristóbal en la ciudad santafesina de Santo Tomé, donde vive el matrimonio. Tienen tres hijos de 23, 21 y 18 años. La vida de toda la familia cambió radicalmente después de esta cirugía estética.

  Tras el paro, Alicia permaneció en coma durante varios meses, internada en terapia intensiva. Aunque en un principio los médicos que la atendieron le diagnosticaron un estado vegetativo persistente, el neurólogo del Instituto Fleni Marcelo Merello dictaminó luego que tenía un cuadro rarísimo, conocido como "status bipalidal", que consiste en una combinación de espasticidad y una alteración generalizada del tono muscular.

  Pisanú y el anestesiólogo serán juzgados por el delito de "lesiones culposas", provocadas por "mala praxis médica", cuya pena oscila entre un mes y dos años de prisión o una multa de 1000 a 15.000 pesos y la inhablitación para ejercer la medicina de 1 a 4 años.  

 

Sin título de especialista

Por M.C.
 
"No voy a hacer ningún tipo de comentario hasta después del veredicto", se limitó a responder Rolando Pisanú, cuando Página/12 le preguntó si tenía o no título de especialista en cirugía plástica. En su legajo del Ministerio de Salud --incorporado a la causa--, el casillero "especialidad" está vacío y según pudo saber este diario, el médico reconoció que no tenía el postgrado en 1998, cuando completó una solicitud para ser admitido como socio adherente de la Asociación Argentina de Cirugía Plástica de Buenos Aires, una categoría para la cual basta tener sólo el diploma de médico.

  No tener el título de especialista, sin embargo, no le impide practicar la cirugía plástica. Según la ley 17.132, el diploma de médico habilita para realizar cualquier tipo de intervención. Queda en la prudencia de cada uno considerar si está o no preparado para hacerlo. Lo que sí prohíbe la norma que rige el ejercicio de la medicina es anunciarse como especialista "sin estar registrado como tal en Secretaría de Salud Pública".

  Para obtener el título de cirujano plástico, se exigen tres años de residencia en cirugía general y otros tres en cirugía plástica.

 

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