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Ibarra presentará pasado mañana
el plan de seguridad que piensa implementar en caso de llegar a la
jefatura de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de la ficha más
importante que jugará el aliancista en la campaña para las elecciones
del próximo 7 de mayo y no sólo porque aborda --según indican todos los
sondeos de opinión-- el tema más sensible para la sociedad porteña,
sino porque constituye la plataforma desde la cual la Alianza confrontará
con el discurso de la "mano dura" que pregona el gobernador
bonaerense Carlos Ruckauf.
"La dicotomía entre
garantismo y mano dura es falsa. El Estado debe velar siempre por la
seguridad del ciudadano y no es posible combatir el delito por medio del
delito. Sólo hay que ser eficientes en la aplicación de la ley",
sintetizó un aliancista a este diario al adelantar cuál será el jefe de
la propaganda sobre el tema.
La propuesta de seguridad del
candidato de la Alianza fue elaborada por un equipo de especialistas del
Frepaso y la UCR al mando del director nacional de Control de Lavado de
Dinero, el frepasista Marcelo Sain. Los puntos principales son los
siguientes:
* Nuevas modalidades de
conducción y gestión de la seguridad pública metropolitana. Introduce
la idea del mando civil fuerte en materia de seguridad y del diseño de un
Plan general anual, que será elaborado por el Consejo de Seguridad y
Prevención bajo la conducción política del jefe de gobierno y en el
cual se deberán establecer las prioridades y lineamientos de trabajo. Ese
plan deberá contemplar necesariamente las cuestiones relacionadas con el
accionar policial, el sistema de vigilancia privada, la participación
comunitaria y la prevención social de situaciones de violencia. Los
responsables de la propuesta de seguridad aliancista sostienen que
"hay determinadas zonas favelizadas en las cuales no dará resultados
la intervención policial común de prevención e inteligencia, sino que
se deben aplicar tácticas sociales puntuales y agresivas conforme la
realidad de cada lugar y trabajar con las organizaciones sociales".
Se creará una Secretaría de Seguridad para conducir la policía e
implementar las políticas de ese área.
*
Seguridad comunitaria. Prevé la creación de varias instancias de
participación, tanto a nivel de los barrios como de las comunas en que la
Constitución porteña establece que se debe dividir la ciudad. El
objetivo es promover el control ciudadano de todo lo atinente a la
seguridad y el aporte de los vecinos en la formulación de las políticas
en la materia.
*
Estrategia de prevención y conjuración del delito. Además de la
implementación de un número único de emergencia, al estilo del 911 de
los Estados Unidos, se contempla la realización de un "mapeo de la
información delictual", que registre a diario cada incidente, falta
y delito que se comete en la ciudad en una red informática centralizada.
En el armado de ese registro participará el Ejecutivo porteño, la policía
y la comunidad. Así, se terminará con el monopolio policial del manejo
de esos datos, cuya interpretación y análisis permitirá racionalizar
las intervenciones de la policía. "Cada hecho requiere la reacción
policial adecuada. Enviar un patrullero de madrugada a determinados
barrios marginales, es mandar al muere a tres policías",
ejemplifican los especialistas de la Alianza, quienes apuestan a
"fortalecer los vínculos entre la sociedad y la policía".
También está previsto el reentrenamiento para que los miembros de esa
fuerza actúen en la forma que requiere cada situación y la implementación
de una política agresiva en materia de seguridad vial.
*
Nuevos principios de actuación y control policial. De
los principios que guiarán el accionar policial, los más
importantes son el de racionalidad, que es una suerte de paraguas contra
los abusos y arbitrariedades, y el de gradualidad, que privilegia la
prevención antes que el uso de la fuerza. Este tramo del plan aliancista
prevé también la rejerarquización del policía y mejoras en sus sistema
de formación y la realización de investigación científica en materia
de seguridad por parte del Instituto de Política Criminal, Seguridad y
Prevención de la Violencia que funciona en la administración porteña.
La idea en cuanto el control es que lo ejerzan la Legislatura, la
comunidad y la propia policía, por medio de un sistema en el que habrá
un auditor que investigue y acuse y un tribunal que juzgue dentro del ámbito
de la fuerza. "Asuntos Internos debe dejar de ser un ámbito en el
que se dirimen las internas policiales", explican los expertos
aliancistas. * Seguridad y justicia metropolitana. Apunta a dinamizar el accionar de la Justicia Contravencional porteña y a la descentralización de la aplicación del Código de Convivencia Urbana. También hace las previsiones necesarias para la creación de un sistema de investigación criminal y penitenciario bajo la jurisdicción porteña.
Por
R.C.
"Queríamos
tener un primer encuentro para conocerse e intercambiar opiniones",
explicó Argüello. La legisladora Pimpi Colombo, de Nueva Dirigencia, fue
más lejos: "El clima era muy bueno. Estamos muy entusiasmados.
Tenemos encuestas que nos adjudican el triunfo en primera vuelta. Y la
peor que tenemos nos da el cuarenta por ciento, contra el cuarenta y tres
por ciento de la Alianza", se entusiasmó sin precisar el origen de
las tendencias.
Otro tema que se tocó fue la
decisión de Castrilli de no integrar la lista. Dicen los presentes que
Cavallo se mostró muy "afligido" por la versión que dice que
fue él quien lo tachó de la lista. "No es así. Castrilli se fue
porque así lo decidió. Y manifestó que de todas formas va a hacer campaña",
aseguró Argüello, aunque reconoció que "tal vez se hubiera quedado
si le daban el lugar de Marta", por Marta Oyhanarte, quien encabeza
la fórmula. "Pimpi" repitió la versión oficial:
"Castrilli se fue porque buscaba un lugar más ejecutivo que va a
tener si llegamos al gobierno", dijo, y confesó que "le
insistimos mucho para que se quedara, y a cambio, él nos prometió que si
lo necesitábamos iba a hacer campaña con nosotros". Con o sin
Castrilli, la campaña continúa. Ayer, Cavallo fue a visitar a Gustavo
Pavón, el hincha de Chacarita que perdió un ojo en un partido, y hoy se
reunirá con Gustavo Beliz, quien recién vuelve de Cariló.
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