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DE LA RUA ACORDO UN "COMPROMISO SOCIAL" CON LOS GOBERNADORES DEL PJ
Total, para pelearse siempre hay tiempo

Se esperaba un ataque frontal contra Machinea, Fernández Meijide y Flamarique, que estuvieron en la reunión. Pero, más allá de las advertencias de los peronistas acerca de un estallido social, el trato fue amigable. Graciela presenta hoy su Plan Integral contra la pobreza.

Fernando de la Rúa recibe el saludo del gobernador José Manuel de la Sota, quien no estuvo en la reunión matutina con Menem.


Por Fernando Cibeira
   y Adrián H. Mouján

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"Ustedes me están diciendo que sus provincias están en emergencia y la Nación incluye a todas las provincias, ¿por qué no votan la emergencia económica en el Congreso, entonces?", planteó el presidente Fernando de la Rúa ayer, en un momento de la reunión con los gobernadores justicialistas. Unidos por las penurias económicas de la Nación y de las provincias, entonces, el Gobierno consiguió que los catorce gobernadores justicialistas coincidan en las bondades de alcanzar un "compromiso social" para asegurar normas comunes en la distribución de la asistencia. Los caciques peronistas tuvieron la posibilidad de ser oídos y advirtieron sobre los riesgos de conflictos sociales si se cortaban los planes. Así que cada uno tuvo lo suyo, por lo que a la salida todos calificaron el encuentro como "muy positivo".

  Nadie se le tiró al cuello a la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, ni hubo insultos para el de Trabajo, Alberto Flamarique. En tono cordial, los gobernadores plantearon sus quejas en tres puntos: la continuidad de los planes Trabajar, la necesidad de coordinar la ayuda social y la distribución de los créditos internacionales para atender las situaciones de emergencia. De la Rúa les respondió con el ofrecimiento de diagramar juntos la asistencia.

  El encuentro empezó a las 18.15 en Gobierno. El primer justicialista en hablar fue el santacruceño Néstor Kirchner, que se plantó claramente en una actitud diferenciadora del resto. Explicó que nunca había recibido un llamado de Fernández Meijide ni del ministro de Economía, José Luis Machinea, desde que asumieron y que en su provincia sólo habían recibido ayuda de ATN las tres intendencias que pertenecen a la Alianza.

  Los funcionarios del Gobierno --Fernández Meijide, Flamarique y José Luis Machinea-- respondieron lo que sería la constante de la reunión: el feroz recorte de la asistencia que se pautada en el Presupuesto 2000 que dejó en alrededor de un tercio de su monto los planes que se venían entregando hasta el año pasado. La solución del Gobierno --hasta que llegue la reactivación que volvió a anunciar el titular de Hacienda-- es gastar mejor y con mayor transparencia, por lo que a los gobernadores les conviene firmar el "Compromiso Social" que, entre otros puntos, propone:

  * Un padrón único de beneficiarios: que evitará la posibilidad de superposición o fraude en el manejo de los beneficios.

  * Transparencia absoluta: una base de datos con la información de compras y licitaciones a fin de asegurar el máximo rendimiento de los recursos. 

  * Pacto Federal Educativo: sancionar uno nuevo.

  El "Compromiso" estará incluido dentro del Plan Integral contra la Pobreza que Fernández Meijide anunciaría hoy en la reunión de gabinete. Este plan llega con algún retraso y su demora había provocado un runrún de críticas contra la ministra, a quien en Gobierno le piden un mayor protagonismo para que la política social contrarreste las exigencias planteadas por el ajuste económico.

  Luego de Kirchner habló Carlos Ruckauf. Papel en mano, Ruckauf aclaró que Kirchner no había estado en la reunión de la mañana en la que los gobernadores justicialistas consensuaron lo que reclamarían en la Rosada. Fiel a su papel del más delarruista dentro los peronistas, Ruckauf explicó su convencimiento de establecer un "paraguas político" en la discusión social. "Porque si al Gobierno nacional le va bien a las provincias nos irá bien, si al Gobierno le va mal a las provincias también", razonó.

  Con todo, Ruckauf advirtió sobre los problemas que podría acarrear la discontinuidad de los planes Trabajar. Concretamente, dijo que la conclusión de los gobernadores era que habría "conflictos sociales". El salteño Juan Carlos Romero le ponderó a De la Rúa el compromiso social que les planteaba pero le explicó que se les había muy difícil mantener en paz sus provincias porque cada vez que llamaban a uno de sus ministros le respondían que no tenían plata para darles. 

  Ruckauf y el cordobés José Manuel de la Sota se fueron 20 minutos antes de que terminara el encuentro aduciendo una reunión. El santafesino Carlos Reutemann se quedó hasta el final, pero luego no participó de la conferencia de prensa. Es que los tres eran mirados por sus pares con recelo por el papel de interlocutores privilegiados que les había otorgado De la Rúa. Ayer los otros gobernadores pudieron dejar en claro que entre ellos no había representantes y que todos exigían un trato igualitario.

  Así, en la sala de conferencias de la Rosada, De la Rúa y su gabinete compartieron el escenario con Kirchner, el puntano Adolfo Rodríguez Saá o el pampeano Rubén Marín, que parecían contentos por la situación. Cuando habían salido todos, un ministro aseguraba que la reunión no había tenido la pólvora prometida. "En términos políticos, diría que ellos están discutiendo su liderazgo y ver quién toma la posta de la protesta", decía.


LOS GOBERNADORES JUSTICIALISTAS SIGUEN LIMITANDO EL PODER DE MENEM
Ya no queda nada del amor de ayer

Por A.H.M.
El peronismo tendrá a partir de ahora una conducción colegiada en la que el ex presidente Carlos Menem verá acotado su margen de maniobra, ya que los gobernadores se convertirán en los interlocutores institucionales y políticos del gobierno nacional. La conducción colegiada estará integrada por Carlos Menem, los gobernadores, los jefes de distrito, entre ellos Eduardo Duhalde, y los titulares de los bloques, Augusto Alasino y Humberto Roggero y debutará el 3 de abril en otra reunión de Consejo. La decisión se tomó en una reunión realizada ayer entre Menem y once de los catorce gobernadores peronistas. Sólo faltaron el de Córdoba, el de Santa Cruz y el de Tierra del Fuego.  

  Los gobernadores iniciaron un largo lunes reuniéndose con el ex presidente Menem en la sede del Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ). El cónclave buscaba unificar el discurso opositor y establecer una postura de igualdad entre todos los mandatarios para achicar la diferencia que Carlos Ruckauf, Carlos "Lole" Reutemann y José Manuel de la Sota le llevan al resto en la carrera presidencial. Tanto el bonaerense como el santafesino dijeron "presente". El cordobés, en cambio, debió faltar para afrontar de cuerpo presente la protesta de los trabajadores estatales de su provincia reforzados por la presencia del secretario general de la CGT rebelde, Hugo Moyano.

  Junto a Reutemann y Ruckauf se ubicaron los gobernadores que integran el Frente Federal Solidario: Adolfo Rodríguez Saá, de San Luis; Angel Maza, de La Rioja; Julio Miranda, de Tucumán; Juan Carlos Romero, de Salta; Carlos Juárez, de Santiago del Estero; Eduardo Fellner, de Jujuy; Carlos Rovira, de Misiones y Gildo Insfran, de Formosa. Por el lado del menemismo se ubicaron el gobernador pampeano Rubén Marín, los senadores Eduardo Bauzá y Eduardo Menem, y el diputado César Arias.  Además de De la Sota, hubo dos gobernadores ausentes por motivos bien diferentes. El fueguino Carlos Manfredotti debió permanecer en su provincia ya que la Legislatura trataba una ley de emergencia económica. El santacruceño Néstor Kirchner prefirió desairar nuevamente a Carlos Menem, ya que por la tarde sí se trasladó a la Casa Rosada para hacerle escuchar sus quejas a De la Rúa.

  Por entusiasta consenso de todos los asistentes, el PJ resolvió apuntar sus cañones a los dos ministros del Frepaso, Graciela Fernández Meijide, de Desarrollo Social, y Alberto Flamarique, de Trabajo, a quienes en un posterior encuentro con Fernando de la Rúa acusaron de "manipular políticamente" los planes sociales (ver nota aparte).

  Las quejas de los mandatarios provinciales se centraron en la gestión del gobierno aliancista pero haciendo blanco en Fernández Meijide y Flamarique. "Estamos en manos de improvisados, en mi provincia tengo 11 mil evacuados y Graciela llegó con cinco mil bolsas de ayuda, cuando yo le dije una semana antes, la cantidad que tenía", se quejó el veterano Carlos Juárez. Detrás de él se hizo escuchar el formoseño Insfran, que dijo que "está designando coordinadores de los planes sociales en todas las provincias, y los tipos son de la Alianza y además le reparten todo el dinero a los intendentes de la Alianza o lo que es peor me puentean y hablan con los intendentes del partido", a lo que el salteño Romero agregó: "Estoy de acuerdo en que debe haber auditores del gobierno nacional, pero no pueden ser estos comisarios políticos los que decidan a quién hay que darle la plata y cuánto hay que darle". El bonaerense Ruckauf eligió otra víctima: el titular de Educación Juan José Llach, a quien acusó de "no girar los fondos para pagar el aumento docente. Tuve que sacar la plata del presupuesto de la provincia". Como resultado de esta catarsis colectiva, acordaron que por la noche le reclamarían a De la Rúa "la descentralización de los planes sociales del área de Desarrollo Social, y la definición de los planes Trabajar".

  Al finalizar el encuentro, Romero, Reutemann y Juárez le reclamaron a Menem una reunión urgente con Granillo Ocampo para obligarlo a dejar la candidatura. Ante el silencio del riojano, Eduardo Bauzá y Eduardo Menem citaron a Granillo Ocampo quien, hasta el cierre de esta edición, resistía en su lugar, aunque con un respaldo escasísimo, ya que a la hora del reclamo de los gobernadores, Menem sólo hizo silencio.

 

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