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Para ponerse al día con el mejor cine francés

Un ciclo del San Martín presentará a partir de mañana varias películas clave del nuevo cine francés, no estrenadas en la Argentina.


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Si en Asia, Japón está produciendo algunos de los mejores films de la región, en Europa ese lugar le cabe ahora al cine francés, que está recuperando su liderazgo con una importante renovación generacional, a la que no es ajena el cine hecho por mujeres. Para dar cuenta de esos films, el Teatro San Martín y la Cinemateca Argentina, con el auspicio y la colaboración del Servicio Cultural de la Embajada de Francia, han organizado un Festival del cine francés inédito, que se llevará a cabo desde mañana y hasta el miércoles 5 de abril en la sala Leopoldo Lugones. La muestra estará integrada por trece films inéditos en la Argentina, en copias nuevas en 35mm, pertenecientes a la producción más valiosa y reciente del nuevo cine francés, integrada por nombres ya consagrados en el circuito de festivales internacionales, como los de los realizadores Philippe Garrel, Arnaud Desplechin, Bruno Podalydes y Laetitia Masson, entre otros.

  La agenda completa es la siguiente. Mañana, El nacimiento del amor (1993), un film de Philippe Garrel que, según L'Humanité, "se instala en el corazón del misterio y está en el orden de la vibración que llamamos esencia de un arte". Jueves 23, De cómo me peleé... (mi vida sexual) (1996), de Arnaud Desplechin, un film fundamental, como afirmó Piers Handling, director del Festival de Toronto: "Una vez cada tanto aparece un film que define a una generación y al tiempo que le toca vivir. El tercer largo de Arnaud Desplechin es uno de esos films, como antes lo fueron Masculin-Femenin de Godard y La maman et la putaine de Jean Eustache". Viernes 24, Fred (1997), de Pierre Jolivet, propone desempleo, marginalidad y violencia en los suburbios de París: "No hay discursos ni mensajes sino un compromiso", afirmó su director. "Yo tomo partido por esa gente. No digo que son buenos, digo que estoy con ellos."

  El sábado 25 y el domingo 26 se proyectará En venta (1998), de Laetitia Masson, que dice de su película: "Mis personajes buscan su lugar en el mundo, tratan de resolver esta difícil ecuación entre las reglas de la sociedad y sus propios deseos. Están más cerca de actos de una violencia radical que de las pequeñas violencias cotidianas...". El lunes 27, La discreta (1990), en donde un brillante intelectual de moda apuesta con un amigo a seducir a la primera mujer que se cruce en su camino, pero la maquinación se vuelve en su contra... "Una puesta en escena sin fallas, que evidencia el arte consumado del cineasta", señaló Positif. Martes 28, Mira los hombres caer (1994), de Jacques Audiard. "Quería contar una historia simple: dos destinos que se cruzan, una caída y una redención", afirmó el director. "En teatro, a esto se le llama una tragedia, en poesía una epopeya, en cine es el film noir."

  El miércoles 29 se verá La clase de nieve (1998), de Claude Miller, la historia de un niño frágil, que traduce su angustia en pesadillas, pero a quien la realidad estará a la altura de sus malos sueños. "El resultado es de una maestría formal asombrosa", afirmó la revista Positif. El jueves 30, El mostrador (1998), de Sophie Tatischeff, un film en el que el azar y el destino cruzan espadas en este film de la hija del gran Jacques Tati. Viernes 31, Nada de nada (1993), opera prima de Cedric Klapisch, "un film a medio camino entre Jacques Tati y Frank Capra, una fábula social lúcida y mordaz sobre las ilusiones del capitalismo moderno", según Cahiers du Cinéma. Sábado 1º, Sólo Dios me ve (1998), de Bruno Podalydes, la historia de un hombre débil que conoce a tres mujeres de carácter fuerte, que lo ayudarán a encontrarse a sí mismo.

  El domingo 2 va toda una rareza, Jeanne y el muchacho formidable (1998), una comedia musical de Olivier Ducastel y Jacques Martineau, con Virginie Ledoyen. "Sobre el sida, es la película que uno ya no esperaba más. Y sobre el amor es la película que uno menos espera, una sorpresa maravillosa, un film sin documentos, sin refugio, sin identidad, sin precedentes, que sabe hacer de todas esas privaciones una rabiosa reivindicación", escribió Gérard Léfort en Libération. El martes 4, Un mundo sin piedad (1989), de Eric Rochant, "una reflexión irónica y      generosa sobre nuestras desgracias", según Le Nouvel Observateur. Finalmente, el miércoles 5, Caminar a la sombra (1984), de Michel Blanc, una comedia sobre los pequeños desastres de un grupo de perdedores.

 

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