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Dos
de las características de esta colección, en sintonía con el arte
contemporáneo, son el eclecticismo y la diversidad. La colección abarca
todos los campos del arte: pintura, video, dibujo, fotografía,
esculturas, instalaciones monumentales, etc. Si bien la casi totalidad de
las obras datan de 1984 en adelante, también se incluyen, como refuerzo
de ciertas líneas actuales, algunas obras de las décadas del sesenta,
setenta y primeros ochenta, que están fuertemente relacionadas o
prenunciaron las nuevas prácticas del arte emergente.
La Fundación no sólo posee
obras de artistas franceses consagrados, como Arman, César, Raymond
Hains, Jean-Pierre Raynaud, o más jóvenes, como Jean-Michel Alberola,
Jean-Charles Blais, Marc Couturier o Pierrick Sorin, sino también de
artistas internacionales extranjeros, como Miquel Barceló, Matthew
Barney, David Hammons, Tatsuo Miyajima, Gabriel Orozco, Hiroshi Sugimoto,
Sam Francis, Joan Mitchell, Gérard Garouste, James Turrell, James Lee
Byars, etc.
También encarga exposiciones
especiales, financia investigaciones, publica muy buenos libros sobre
"sus" artistas y organiza encuentros y performances con artistas
provenientes de la danza, el teatro, la música, el cine, el video, el
diseño, la literatura, etc., con la finalidad de servir de lugar de
encuentro entre las "bellas artes" y otras formas de arte
contemporáneo.
En la Fundación Cartier Kuitca
presentará treinta y cinco pinturas y una instalación de casi medio
centenar de camas (Sin título, 1992). Las 48 camas que conforman la gran
instalación componen fragmentariamente un enorme bloque a modo de mapa a
gran escala. Distintos países del mundo --excluida notoriamente la
Argentina a modo de afirmación por omisión-- ofrecen una posibilidad única
para perderse en la pintura. Los mapas sobre las camas generan un
encuentro entre extremos muy distantes. El lugar más íntimo --donde se
nace, se sueña, se ama y se muere-- toma la imagen de un mapa --una
proyección abstracta, lejana, referencial-- para convertirse en un extraño
híbrido.
Antes de viajar hacia París,
Kuitca dialogó en su taller con Página/12.
-�¿Cómo se organiza la
exposición de la Fundación Cartier?
--Se trata de una muestra de lo
último que estuve pintando. Son tres series de pinturas, presentadas en
forma completa, y la instalación de 48 camas que mostré por última vez
el año pasado en el Centro de Arte Helio Oiticia de Rio de Janeiro.
-�¿En
qué consisten las tres series de pinturas recientes?
-�La Neufert Suite está
basada en el compendio enciclopédico alemán Neufert de arquitectura
creado en la década del treinta y que se sigue actualizando periódicamente.
Casi al revés de este catálogo exhaustivo, en esta serie aparecen, con
un fondo relacionado al de los planos azules que se usan en arquitectura,
desde equipamientos para oficina, hasta "equipamientos" para
iglesias (confesionarios, recipientes para agua bendita, bancos para
rezar), pasando por mesas de juego (casino, black jack, punto y banca), máquinas
para hacer deportes, cabinas de peep show, un minigolf, fábricas de
salchichas..., es decir distintos grupos de "equipamientos", en
relación con el trabajo, la religión, el deporte, el juego, la
alimentación, etc.
En la segunda serie, L'Encyclopédie,
también está el mecanismo de tomar un modelo para darlo vuelta. Son
siete pinturas negras sobre fondos blancos, con vistas arquitectónicas de
la Enciclopedia de Diderot en las que se representan plantas de los
principales monumentos parisinos, al mismo tiempo reconocibles e
ilegibles.
La tercera serie es la de los
Diarios. Se trata de dieciocho "pinturas" que en realidad son
las telas que fueron cubriendo mi mesa redonda de trabajo entre 1994 y
enero de 2000. Funcionan como diarios porque hay garabatos, anotaciones,
información, dibujos, colores, manchas. Tienen mucho de casuales, de work
in progress y de obras sin terminar. Cada tela tiene un proceso de dos a
seis meses, que es lo que duró sobre la mesa. Son algo así como diarios
involuntarios.
(En el taller de Kuitca también
se pueden ver algunas de las pinturas que está preparando para la muestra
que hará en Buenos Aires en la primavera del año próximo. La exposición,
que casi con seguridad será dividida en dos, por una parte inaugurará el
Museo de Arte Latinoamericano de Costantini y por la otra ocupará,
probablemente, una de las grandes salas del Museo Nacional de Bellas
Artes. Una de esas pinturas, en este caso una recién terminada, luce como
un cd del sello alemán Deutsche Grammophone en gran escala. En el CD
pintado por Kuitca, se lee la frase "Mi patria" en cuatro
lenguas, entre las que no se cuenta el español. Además el compositor está
ausente de los títulos y como imagen ilustrativa se ve, principalmente,
la boca del escenario del Colón. Es un juego de presencias y ausencias
manejado como un desajuste constitutivo que describe la relación entre
Kuitca, su obra y la Argentina.
Las demás pinturas en las que
está trabajando se reparten entre mapas, nuevas plantas de departamentos,
mapas estadísticos, espacios habitacionales transformados en mapamundis,
y una pintura sin terminar en la que se destaca -�cerca de una secuencia
abstracta de extrañas transparencias y colores-� una cinta sinfín
transportadora de equipajes en la que hay dos valijas perdidas. La escena,
con toques dramáticos, parece volver sobre los encuentros y desencuentros
entre el pintor y aquella misma categoría -�"la patria"-�
que ninguna geografía podría definir.)
Al mismo tiempo que la exhibición de Kuitca, la fundación
francesa presentará otras dos muestras de Cai Guo-Qiang y J.D. Okhai
Ojeikere. Qiang nació en China en 1957 y residió en Japón y en Nueva
York desde 1985. El trabajo de este artista, que exhibió su obra en
museos europeos y norteamericanos y en la última edición de la Bienal de
Venecia, es generalmente efímero y monumental, evoca tradiciones
religiosas, filosóficas y dinásticas. Su trabajo reúne elementos de la
cultura china y de artistas occidentales, como Joseph Beuys, Yves Klein,
del arte Póvera y el Land art.
Ojeikere nació en Nigeria en
1930. Es un fotógrafo autodidacta que se dedicó a la fotografía
publicitaria durante las décadas del sesenta y setenta. Recorrió durante
treinta años su país tomando miles de fotografías repartidas en
distintas series temáticas, como por ejemplo los peinados y cortes de
pelo, la vida cotidiana, las fiestas, el trabajo, etc.
-�¿Cuánto
durará la muestra de París y dónde será tu próxima exposición?
-�Esta muestra dura casi dos
meses. Después voy a mostrar en California. Inauguro en una galería
japonesa muy importante que con mi exposición abre un nuevo espacio en
San Francisco.
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