Por Florencia Grieco
Sí,
es un punto de inflexión, un antes y después en el caso, y todos esos
lugares comunes que caen, vale decir para mantener la dosis de obviedades,
como anillo al dedo en el último capítulo de LA novela. Pero quienes
puedan jactarse de saber cómo funciona el aceitado mecanismo del
culebrón saben que allí nada es definitivo, mucho menos si el
protagonista es mudo, perdió la memoria o, mucho más simple �pero
nunca menos siniestro�, tiene la edad suficiente para dejar el jardín
de infantes. Por eso no vale la pena hacerse demasiadas ilusiones. Que el
juez del caso haya dicho que Elián no puede pedir asilo político y que
sólo su padre tiene derecho a hablar por él puede no ser mucho más que
un perfecto motivo para que los cubanos de hábitat americano emprendan su
tercera cruzada evangelizadora. A pesar de que habían jurado sobre las
Santas Escrituras que la palabra de un juez federal era sentencia divina y
que ellos no iban a ser los herejes dispuestos a cuestionarla. Tal vez
porque en �el país de las leyes�, sólo por esta vez, prefieren
seguir siendo extranjeros.
El fallo del juez Michael Moore es un gran punto a favor de los reclamos
de La Habana, al dejar intacta la decisión del 5 de enero del Servicio de
Inmigración y Naturalización (INS) de Estados Unidos de que sólo el
padre de Elián puede hablar en nombre del balserito. El argumento es
simple: no hay pruebas de que Elián fue privado de los procedimientos
legales debidos, ni motivos para que el tío-abuelo de Miami represente
los intereses del balserito. Para eso está el padre. Que vive en Cuba.
Pero sobre todo que vive. �Cuando se trata de un niño tan joven, la ley
de inmigración, como otras, atiende a los deseos del padre sobreviviente�,
aclaró Moore. Así, todo queda igual que aquel día en que todo parecía
a punto de terminar. La familia de Miami consiguió otro �no� a su
nuevo pedido de audiencia para solicitar el asilo político de Elián, y
el balserito podría tomar ya mismo un avión para volver a su país.
Aunque antes habrá que pasar un pequeño filtro: las nuevas apelaciones y
las viejas estrategias de la corte de abogados apostados alrededor de la
célebre casa de La Pequeña Habana. Después de que la fiscal general
Janet Reno anunciara en enero que el regreso a La Habana estaba
prácticamente allanado, los consejeros legales del tío Lázaro
aseguraron que llegarían hasta un juez federal y que ahí se detendrían.
Obviamente, pocos saben mejor que un abogado que lo que no está escrito
no cuenta y, haciendo honor a una de esas máximas de oro corporativas,
ayer anunciaron que irán hasta la Corte Suprema de Estados Unidos si es
necesario. Es decir, si antes no hay una decisión judicial que les dé la
razón, o por lo menos el asilo.
�Este no es un dictamen sobre lo que le conviene al niño o no. Se trata
de una interpretación, de la que respetuosamente discrepamos, sobre lo
que quiere decir una ley federal. Eso nos permite dar pasos, ya sea en
apelación o ante el mismo tribunal para que repase esa decisión�,
explicó el abogado familiar José García Pedroza. Ahora, si de
interpretaciones se trata, el equipo parece dispuesto a imponer las suyas.
Al menos así lo anunció Kendall Coffey, otro de los hombres de ley del
tío Lázaro: �Creemos que hablar del derecho de �todo indocumentado�
significa que hasta un niño de seis años tiene el derecho a pedir el
asilo. (Elián) tiene derecho a presentarse ante un tribunal�.
Por eso, en Cuba saben que son tantos los derechos del balserito al otro
lado del Estrecho de Florida que no hay prisa por reservarle un boleto de
vuelta. �Los aspectos alentadores de las informaciones recibidas no
deben hacernos caer en falsos optimismos ni excesivas ilusiones�,
explicó el primer comunicado oficial de la isla. Es que si bien el INS
puede mandar de vuelta al niño de la discordia cuando quiera, los cubanos
de Miami tienen una carta a su favor que bien podría convertirse en un
problema para la administración demócrata a siete meses de las
presidenciales: elfuerte peso electoral del Estado parece jugado a favor
de los republicanos, los únicos que salieron a apoyar sus demandas para
quedarse con el balserito. Tanto es el entusiasmo de los legisladores por
darle una impronta americana al destino de Elián que la iniciativa
parlamentaria de concederle la nacionalidad estadounidense corrió por
cuenta de Connie Mack, uno de los representantes republicanos de Florida.
Ayer, hasta George Bush Jr. salió a hacer campaña con un pedido para que
Elián se quede en las tierras gobernadas por su hermano Jeb, a lo que
Reno respondió diciendo que �es hora de que este niñito vuelva a vivir
al lado de su padre�. Pero, respetuosos de la tradición legalista de su
país, los republicanos de Florida Ileana Ros y Lincoln Díaz Balart
insistieron en la denuncia de que �Elián González no ha tenido aún su
día en la corte�. Después de todo, es verdad. Ahora, ¿para cuándo el
balserito procesado por falso testimonio después de haber dicho que
quiere volver a Cuba?
El juez Moore, textual
�En el análisis final, una demanda bien intencionada a favor y
para beneficio de Elián González, se topó con la igualmente bien
intencionada fiscal general, que juró mantener la letra y el
espíritu de la ley de inmigración, y determinada a proveer que de
hecho y de derecho prevaleciera el deseo del padre de reunirse con su
hijo de seis años.
�La historia pasada de Elián, con sus seis años de edad, muestra
un perfil de supervivencia y coraje frente a la adversidad y la
pérdida de su madre en el mar. Su futuro se desenvolverá
indudablemente a su debido tiempo y seguramente seguirá siendo un
tema de interés para aquellos que se oponen a la voluntad su padre.
�De todos modos, esta demanda bien intencionada tiene la capacidad
de provocar un daño no intencional. A la luz de las opiniones
claramente articuladas de la fiscal general sobre el tema de si debe o
no Elián González volver a su hogar, así como ante la realidad de
que cada día que pasa es otro día perdido entre Juan González y su
hijo, la Corte sólo puede esperar que aquellos a ambos lados del
litigio pongan los intereses de Elián González sobre todos los otros
asuntos.
�Desde el comienzo, los abogados que patrocinan al demandante
intimaron que la demanda no buscaba el asilo, sino más bien el
reconocimiento de una vía procesal para solicitar asilo. La
determinación de conceder asilo es un asunto de la competencia de la
fiscal general. Ella ha decidido el tema de quién puede hablar por el
demandante, y su decisión, en ejercicio de la competencia delegada
por el Congreso nacional, tiene fuerza de ley.� |
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