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De acuerdo con los datos del Estimador Mensual Industrial (EMI) elaborados por el INdEC, la actividad manufacturera creció un 3,3 por ciento en febrero respecto del mismo mes del año anterior. Sin embargo, si se la compara con enero, registra una caída del 2,5 por ciento con estacionalidad baja, que es atribuida a la normal disminución de la producción durante el período estival. Por primera vez desde que se construye el EMI no se brindaron los datos desestacionalizados entre febrero y enero, estadística clave para poder evaluar si la economía está creciendo o no. Por su parte, el Indice de Producción Industrial adelantado por FIEL mostró, en la comparación interanual para febrero, un incremento del 3,2 por ciento y una caída respecto de enero del 2,8 por ciento. Mientras que el índice del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) mostró un resultado más optimista, con un aumento para el segundo mes de 2000 del 4 por ciento interanual. En la comparación con enero, la UADE registró una baja del 4,5 por ciento. Así, las tres estimaciones sobre la evolución de la actividad manufacturera muestran un resultado positivo en el primer bimestre, aunque es clave destacar que la comparación se realiza contra un período altamente recesivo, como fueron los dos primeros meses del año pasado. La aplicación de cualquiera de los cálculos tradicionales para desestacionalizar las series presentadas seguramente arrojaría una caída superior al 2,5 por ciento de los datos con estacionalidad. Desde que se elabora el EMI siempre se presentaron los datos desestacionalizados. Frente a la �actualización metodológica de los procedimientos de ajuste estacional�, a la que el informe acude para justificar la ausencia actual de ese dato, el INdEC igual mostraba la cifra provisoria en base a la metodología anterior. Consultados por Página/12 sobre esa falta, tanto Abel Viglione, de FIEL, como Marcelo Celani, de la UADE, explicaron que no existe ningún método de desestacionalización libre de críticas, argumento que justifica la ausencia de este indicador de los informes presentados por sus respectivas instituciones, aunque en estos casos tal ausencia es desde siempre. Desde el punto de vista sectorial, el EMI destaca que las ramas industriales que mostraron un mejor desempeño durante el primer bimestre fueron las fibras sintéticas y artificiales (+63,2 por ciento para el interanual), automotores (+48,2) y aluminio primario (+45,7). El peor rendimiento fue para detergentes, jabones y productos personales (-17,0), cemento (-11,5) y otros materiales de construcción (-15,3) y el resto de la metalmecánica (-11,9). En el caso del mejor desempeño de la industria automotriz (-3,2 contra enero), los datos difieren de los brindados por las propias terminales (-5,7 contra enero). Esta diferencia, que impulsa el EMI hacia arriba, también se debe al cambio metodológico que mezcla automóviles con utilitarios y transportes de carga y pasajeros en la ponderación con los valores de producción del año base. La encuesta cualitativa industrial, que mide las expectativas de las firmas consultadas por el organismo estatal, mostró un panorama más optimista que en meses anteriores. El 65,4 por ciento de los encuestados consideró que la demanda interna no variará en marzo, el 64,5 consideró que las exportaciones no aumentarán y el 70,7 no prevé cambios en sus necesidades crediticias.
JORGE SAPPIA y la reforma laboral El viceministro de Trabajo, Jorge Sappia, ofreció ayer una sorprendente confesión. Consultado por qué no se aumentaban de nuevo las indemnizaciones por despido, que la última ley de Erman González redujo a su mínima expresión, no se anduvo con vueltas: �A mí me gustaría volver a la ley (de trabajo) anterior a Menem, pero el tema no es lo que me guste a mí sino lo que se puede hacer�, afirmó.
LA MANIA DE ADIVINAR EL FUTURO José Luis Machinea merecería por lo menos una mención en el libro que William Sherden escribió sobre los gurúes y �el gran negocio de la compraventa de predicciones�. Ese consultor de Boston les da un consejo a sus lectores: si quieren saber para dónde va la economía, no se lo pregunten a un economista. De hecho, el ministro y sus especialistas predijeron una reactivación que capotó antes de cobrar verdadera altura, y ahora se esfuerzan por explicar qué falló y renuevan la promesa, pero para el segundo semestre (mucho después, lamenta Ibarra, de la elección porteña).
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