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EN BELEN, JUAN PABLO II DEFENDIO EL DERECHO PALESTINO A UNA PATRIA
El Papa besó la Tierra Prometida (palestina)

En un punto cumbre de su peregrinación jubilar, Juan Pablo II celebró misa en la ciudad natal de Jesucristo. Fue también el día más político: Belén está bajo administración palestina. Se reunió con Yasser Arafat y visitó un campo de refugiados. Entretanto, la paz israelí con Siria parece más cerca que nunca. 

El papa Juan Pablo II besa tierra palestina en Belén, ciudad donde hace 2000 años fue la Natividad de Jesús. Israel no hizo comentarios oficiales, pero los palestinoslo festejaron como un reconocimiento político.

El País de Madrid
Por Lola Galán
Desde Belén

t.gif (862 bytes) La peregrinación espiritual que inició el Papa el lunes en Jordania tomó ayer miércoles un sesgo claramente político al pisar el territorio de lo que aspira a ser el Estado palestino, cuya tierra besó. Karol Wojtyla rindió tributo a un pueblo cuyo �sufrimiento ha durado demasiado�, dijo, y defendió el derecho de los palestinos a una patria independiente. La sola presencia del Pontífice en una zona controlada desde 1995 por la Autoridad Palestina representa un espaldarazo fundamental para las aspiraciones nacionales de este pueblo. El presidente de la ANP, Yasser Arafat, que lo recibió en Belén con todos los honores, no dudó en su discurso en referirse a Jerusalén como �capital eterna de Palestina� y una ciudad �ocupada�, en respuesta a las expresiones israelíes del martes.
El entusiasmo oficial con el que fue acogido el Pontífice �el territorio palestino estaba profusamente decorado con las banderas vaticanas y palestinas, y con retratos de Wojtyla y Arafat� no tuvo reflejo popular, al menos cuantitativamente. En la misa que celebró en Belén, en la Plaza del Pesebre, a unos pasos de la Iglesia de la Natividad, con capacidad para unas 10 mil personas, se veían huecos libres por todas partes. Los accesos a la ciudad natal de Jesús son complicados, debido a los controles policiales, y no fue posible la llegada masiva de cristianos.
Aun así, los palestinos, mayoritariamente musulmanes, dedicaron al Papa una acogida entusiasta. En el helipuerto de Belén, adonde llegó Wojtyla procedente de Al Maghtas, el lugar donde supuestamente fue bautizado Jesús en el río Jordán por su primo San Juan Bautista, le fue ofrecida la tradicional bandeja con tierra palestina que el Pontífice besó. Pero el resto de la ceremonia �la interpretación de los respectivos himnos nacionales y los discursos de bienvenida� se celebró a cubierto en el palacio presidencial.
La importancia que los palestinos conceden a esta visita del Pontífice, 36 años después de la que hiciera Pablo VI a esta misma localidad �un Papa que nunca pronunció la palabra �Israel��, quedó de manifiesto en la interminable fila de autoridades civiles y religiosas que quisieron estrechar su mano, aproximadamente el triple de las que saludaron a Wojtyla el martes en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv. El propio Arafat en su discurso de bienvenida resaltó la dimensión �política� de la visita del Pontífice a Tierra Santa y expresó su gratitud en nombre del pueblo palestino �a sus justas posiciones en apoyo de nuestra causa�.
El hecho de que el Papa besara la tierra palestina (un gesto que repite en todos los países que visita) desató las especulaciones sobre el verdadero significado del gesto. �Lo extraño hubiera sido que no besara la tierra del lugar donde nació Jesús�, explicó el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls. En cuanto al alcance político, Navarro se resistió a dárselo. El Vaticano se alineará con la comunidad internacional en lo que se refiere al reconocimiento del Estado palestino, añadió.
Arafat, que había preparado un discurso muy moderado, a última hora, al citar las ciudades visitadas por el Pontífice en este viaje, añadió una mención a la �Jerusalén, eterna capital palestina� que, en estos momentos, es una ciudad �ocupada�. Era una respuesta a las reiteradas referencias a la ciudad como �capital histórica del Estado de Israel� que hizo el presidente Ezer Weizman en el discurso de bienvenida al Pontífice y a la propia acogida que le dispensó en Jerusalén el alcalde judío, el derechista Ehud Olmert, en la que se refirió a la ciudad con el término �nuestra eterna capital�. Jerusalén, ciudad santa de las tres grandes religiones monoteístas, quedó bajo el control de Israel en 1967 tras la �guerra de los seis días�. Desde entonces ha sido motivo de un ásperoconflicto. El Vaticano y Naciones Unidas son partidarios de que se le otorgue un estatuto internacional.
El Papa transcurrió toda la jornada junto a un pueblo cuyas �legítimas� aspiraciones de paz y de territorio fueron mencionadas repetidas veces por el Pontífice, que recordó en esta ocasión histórica el largo calvario padecido por los palestinos. �Nadie puede ignorar todo lo que ha tenido que sufrir el pueblo palestino en los últimos decenios. Vuestro tormento está ante los ojos del mundo. Y ha durado demasiado tiempo.� En sus palabras, Wojtyla resaltó el hecho de que sólo con una paz justa y duradera, �no impuesta sino garantizada mediante una negociación�, podrán satisfacerse las legítimas aspiraciones. El Pontífice repitió, citando a sus predecesores, que no se podrá poner fin al conflicto en Medio Oriente sin garantizar los derechos de todos los pueblos implicados. �La Santa Sede �añadió� ha reconocido siempre que el pueblo palestino tiene el derecho natural a tener una patria y el derecho a poder vivir en paz y tranquilidad con los otros pueblos de esta zona.� Un reconocimiento que, repetido en esta tierra de la Cisjordania que tantas vidas ha costado, resonaba con mayor fuerza.
Wojtyla expresó su satisfacción por encontrarse en Belén, la ciudad del nacimiento de Jesús, cuyo bimilenario festeja la Iglesia Católica en el actual Jubileo. �Belén �dijo en la homilía de la misa que celebró por la mañana en la Plaza del Pesebre� es la parte esencial de mi peregrinación a Tierra Santa.� Una pequeña ciudad aplastada, como Jerusalén, por el peso de una historia que se ha revelado como un verdadero castigo.
Tras la misa, a la que siguió un intervalo de reposo, el Pontífice visitó el campo de refugiados palestinos de Deheisha, con el firme propósito de poner de relieve, una vez más, el drama de los prófugos y los desplazados que sufren en el mundo más de 21 millones de personas. Desde Deheisha hizo un llamamiento a los líderes de Medio Oriente y �a toda la comunidad internacional� para que dediquen todos sus esfuerzos, �inspirados por una visión superior de la política, como servicio al bien común� a superar las causas de la actual situación.


La guerra y la paz papal

El Papa llegó y se fue en paz del campo de refugiados palestinos de Dheicheh. Pero se necesitaron apenas algunos minutos después de su partida para que se precipitara un enfrentamiento entre la policía local y varios habitantes del campamento, que en principio dejó tres heridos. El motivo habría sido el intento de arresto de un hombre que portaba un cartel con el retrato del dirigente George Habache, del Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP), opuesto al líder palestino Yasser Arafat, y del que el campamento de Dheicheh es uno de los bastiones. Después de una guerra de piedras y disparos al aire, la policía se retiró, pero los refugiados organizaron una marcha para quejarse de que las autoridades los hayan mantenido alejados del trayecto de Juan Pablo II durante los 40 minutos que duró la visita papal. En Israel, la llegada del Sumo Pontífice también tuvo su capítulo policial. Las autoridades locales arrestaron y condenaron ayer a cinco días de cárcel a Meir Baranes, un judío ultraortodoxo que organizó un ritual televisado en el que rezaba por la muerte del Papa.

 

La visita, versión palestina y judía

Por Suhail Hani Daher Akel*.
Un avance muy importante

Nosotros estamos realmente muy satisfechos con la visita del Santo Padre a Tierra Santa, y consideramos que esta gira es un avance muy importante en este difícil proceso de paz. Por otro lado, vemos una valiente determinación del Papa al firmar un acuerdo de Estado a Estado con nosotros hace unas semanas, y también hemos observado con mucha atención el �mea culpa� del Santo Padre por el silencio de la Iglesia ante las Cruzadas, la Inquisición, el Holocausto; y creo que esto es un ejemplo muy importante a seguir. Creo que todos tenemos un mea culpa, y también lo esperamos de parte de los israelíes que han ocupado nuestras tierras. Nosotros esperamos que el mensaje que el Papa dio en el campo de refugiados palestinos de Dheicheh sea realmente comprendido en tanto se refiere a los derechos que le asisten al pueblo palestino a tener su propio Estado independiente. En cuanto a la determinación israelí de considerar a Jerusalén como una ciudad única e indivisible, la solución digna es una Jerusalén, como muchos sectores israelíes y palestinos compartimos, que sea capital para el Estado de Palestina y para el Estado de Israel. No queremos fronteras, no queremos muros, ni divisiones. No queremos alterar la geografía de la ciudad sagrada, pero sí queremos que haya una decisión justa para ambos pueblos. 
* Representante de la Autoridad Palestina en la Argentina.

Por Daniel Goldman*.
Un visitante contundente

En relación con la visita de Juan Pablo II a Tierra Santa, creo que este Papa se está anticipando a los tiempos, y lo está haciendo de una manera muy contundente que a mí realmente me llena de admiración. Básicamente porque creo que tres o cuatro años atrás uno no se habría imaginado todos los pasos que está dando ahora: la reacción de la semana pasada cuando la Iglesia dio a conocer el documento de mea culpa, la visita a Israel, ser el segundo Papa que hace un viaje de este tipo. Y en relación con el tema palestino específicamente, concuerdo con lo que está haciendo. No con el tema de Jerusalén, que es un tema político que debe ser discutido y debe ser políticamente establecido, pero sí en relación con el pueblo palestino, porque creo que esto ayuda a un acercamiento fuerte entre ambos gobiernos, el israelí y el de la Autoridad Palestina. No creo que actualmente vaya a haber algún tipo de cambio sobre Jerusalén, que continuará siendo la capital del pueblo judío, pero sí se abre la posibilidad de pensar en algún momento en el acceso a la ciudad de otras nacionalidades que sientan que es un lugar sagrado para ellas. Además, esta visita es importante para el proceso general de paz en la región, porque si bien el Papa aclaró que su llegada no tiene una connotación política, en los hechos por supuesto que tiene ese significado.
* Rabino de la Comunidad Bet El.

 

Un as en la manga del amigo americano para Siria

Un acuerdo de paz entre Siria e Israel estaría cada día más cerca. Las negociaciones entre ambos países se encuentran estancadas tras el fracaso de una cumbre en Shepherdstown (Maryland, Estados Unidos) celebrada en enero. Pero el amigo americano tiene un plan. Y se lo presentará este domingo al mandatario sirio Hafez Al-Assad durante una cumbre bilateral en Ginebra. El presidente norteamericano Bill Clinton aseguró ayer que tenía �una idea sobre lo que ambas partes necesitan para un acuerdo�. Como si eso fuera poco, el presidente egipcio Hosni Mubarak aseguró al diario Washington Post que la mayor parte de los diferendos ya fue resuelta mediante �contactos informales� entre Siria e Israel. Los temas que quedarían �no son tan complejos�. En círculos oficiales israelíes, el clima era ayer de optimismo. Por otra parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin, prefirió la cautela: �Va a tomar su tiempo; hay temas de fondo que están en suspenso y habrá que superar�.
Según la prensa israelí, los elementos centrales del plan de paz norteamericano son bien nítidos. Israel se comprometerá a replegarse de las Alturas del Golán hasta la frontera que existía antes de la Guerra de los Seis Días en 1967. Siria ha exigido ese repliegue como condición mínima para negociar. Pero la retirada que Clinton ofrecerá a Assad el domingo tendría una importante excepción. Israel mantendría el control de la ribera norte del lago Tiberíades, una de sus mayores fuentes de agua potable. Siria recibirá como compensación un pequeño territorio al sudeste de las Alturas. Si el presidente Assad acepta el plan, ya no quedaría teóricamente ningún obstáculo para que se reanuden las negociaciones formales. �Cuando haya un acuerdo sobre las fronteras, el resto vendrá por cuenta propia�, opinó ayer Alan Baker, el asesor jurídico de la cancillería israelí. Es cierto que �el resto� incluye temas tan espinosos como la normalización de las relaciones diplomáticas entre ambos países, las garantías de seguridad para Israel y el despliegue de observadores internacionales. Pero �si es correcta la versión del presidente egipcio Mubarak�, esos asuntos ya fueron en gran medida resueltos durante los �contactos informales� de los últimos dos meses. 
Por lo tanto, todo depende de que Assad acepte el plan norteamericano. Ayer muchos funcionarios israelíes se manifestaron optimistas al respecto. El presidente Ezer Weizmann consideró que si Assad había aceptado asistir a la cumbre en Ginebra, el acuerdo ya debía estar prácticamente pactado: �Si alguien como el presidente de los Estados Unidos se esfuerza en encontrarse con Assad, y Assad está dispuesto a hacerlo, no creo que vayan a contar chistes�. El ministro de Justicia Yossi Beilin se sintió lo suficientemente confiado como para vaticinar que un tratado de paz podría realizarse antes de fin de año. �Creo que ahora nuestras diferencias son mínimas�, sintetizó. El ex premier y ahora ministro de Cooperación Regional Shimon Peres estimó que Assad �debe decidirse. Si hay negociaciones, deben ser pronto, antes del fin del mandato de Clinton en enero�. 
El relanzamiento de las negociaciones no es del todo seguro, sin embargo. La prensa siria, que generalmente refleja las posiciones del gobierno, no daba señales ayer de que el tema del Golán se hubiera hecho negociable. El diario ultraoficial Techrine recalcó en una editorial que �Siria espera que Clinton vaya a Ginebra portando un compromiso israelí para retirarse totalmente del Golán�. En Israel, afirmaban que el premier Barak no se hacía ilusiones: �El desenlace de la cumbre es incierto; las divergencias entre Israel y Siria siguen siendo grandes�. 

 

 
Claves

  Las negociaciones entre Siria e Israel están paralizadas desde que se estancara una cumbre de paz en Estados Unidos celebrada en enero. 
  El problema es la extensión del repliegue israelí de las Alturas del Golán, que ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967. Siria exige que la retirada sea completa. Es su condición mínima para negociar. Pero Israel no quiere perder el control del lago Tiberíades, su mayor fuente de agua potable. 
  Este será el principal dilema que tendrá que resolver el presidente Bill Clinton cuando se encuentre el domingo con su colega sirio Hafez AlAssad. Ayer Clinton dijo tener �una idea de lo que se necesita para un acuerdo�. 
  Por su parte, el presidente egipcio Hosni Mubarak aseguró que gran parte de las diferencias ya habían sido resueltas mediante contactos informales entre Siria e Israel. Sólo restaría negociar �temas menos complejos�. 

 

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