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�El gatopardo � cambia...
¿para que nada cambie¿


Por Lola Galán Desde Roma

t.gif (862 bytes) ¿Qué hubiera pensado Giuseppe Tomasi di Lampedusa de la nueva edición de su inolvidable novela El Gatopardo, que preparan sus editores? El noble siciliano, fallecido en Roma en 1957, no está en condiciones de dar su opinión, pero los estudiosos de su obra se han dividido entre defensores y detractores de la iniciativa de la editorial Feltrinelli de publicar este año una nueva versión incluyendo un capítulo desconocido, �El Cancionero de Casa Salina�, descubierto el año pasado por un pariente del autor. Unos consideran que el capítulo adicional desvirtúa la obra y otros, empezando por la editorial, lo encuentran valioso, ya que no existe ningún testimonio que demuestre la negativa del autor a incluirlo.
Cuando Giuseppe Tomasi di Lampedusa, heredero de una noble familia siciliana, unida a la aristocracia borbónica del antiguo Reino de las dos Sicilias, escribió Il Gattopardo, en los años finales de su vida, no pensaba que llegaría a imprimirse. Quizás por ello no dejó instrucciones precisas sobre el material, ni sobre la forma definitiva a la que debería ajustarse la publicación. Contra todos los pronósticos pesimistas de su autor, y aunque la novela fue rechazada en 1955 por dos de las principales editoriales italianas, en 1960, tres años después de la muerte en Roma del noble siciliano, Il Gattopardo fue publicada por la editorial Feltrinelli. La novela se convirtió en poco tiempo en un éxito absoluto, hasta el punto de que hoy está considerada por muchos italianos como una de las cimas de la literatura nacional del siglo XX. La consagración definitiva de Il Gattopardo se produjo gracias a la película del mismo título realizada en 1963 por Luchino Visconti.
Tomasi di Lampedusa fue un testigo de excepción del cambio de poderes operado en Sicilia en 1860, en vísperas de la unificación de Italia, cuando las tropas de Garibaldi impusieron en la inmensa isla a la dinastía Saboya sobre los Borbones. El relato de ese pasaje histórico, que los libros de texto italianos resumen con tonos patrióticos, quedó plasmado en Il Gattopardo, la historia de Fabrizio Corbera, príncipe de Salina, un noble superviviente del antiguo régimen, que contempla con amargura la mentira que se esconde detrás de la renovación del poder en Sicilia. Uno de los personajes de la novela, Tancredi, el joven sobrino del príncipe (interpretado en la pantalla por el actor francés Alain Delon) que se convierte a la causa garibaldina, resume en una frase memorable el sentido de toda la ofensiva cuando señala a su tío que todo tiene que cambiar para que nada cambie. Tancredi, representante de la nobleza arruinada que forja una alianza con los nuevos poderes y se convierte en un personaje extraordinariamente influyente, es el tema central del nuevo capítulo, cuya existencia era conocida desde 1968.
A los críticos, la editorial les recordó que la primera versión de la novela, publicada en 1960, incluyó dos capítulos, �Las vacaciones de padre Pirrone� y �Una velada con la alta sociedad�, que no aparecían en el manuscrito original. El último, rebautizado como �La danza�, sirvió de inspiración para la famosa escena de la fiesta, en el film de Visconti, cuando el príncipe de Salina (el actor Burt Lancaster) y la joven Angelica (Claudia Cardinale) bailan un vals ante la admiración general. Ambos textos formaban parte de un cuaderno de apuntes que Tomasi di Lampedusa excluyó de la versión �completa�, sin que esté claro por qué.

 

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