Por David Cufré
Argentina y Brasil emitieron ayer una señal contundente de afianzamiento del Mercosur, al acordar el nuevo régimen automotor bilateral. Por la importancia económica del sector �el comercio de autos y piezas equivale al 30 por ciento del intercambio total entre los dos socios más poderosos del bloque� y las enormes dificultades que habían tenido los gobiernos para sellar el convenio, el anuncio del nuevo pacto resultó la mejor forma que encontraron Argentina y Brasil para dejar atrás el clima de �guerra comercial�. �Cada vez que se tensa la cuerda y está a punto de cortarse, aparece alguna señal que amaina la tormenta�, comentó a este diario un ex funcionario del gobierno anterior que participó activamente en las negociaciones con Brasil durante su gestión. Esa fórmula se repitió en esta oportunidad.
El acuerdo contempla buena parte de las demandas argentinas. En primer lugar, prorroga por seis años el comercio administrado, cuando el acuerdo de 1994 establecía que a partir del 1º de enero de 2000 debía regir el libre intercambio. Argentina pretendía que la extensión fuera por siete años, mientras que Brasil aceptaba �en un principio� que sólo fuera por cuatro. Finalmente, la negociación inclinó la balanza más hacia el lado argentino. Otro punto evaluado como un éxito por los funcionarios locales fue que las terminales radicadas en el país deberán producir sus unidades con un 30 por ciento de autopartes fabricadas en Argentina.
La flexibilidad de Brasil en las negociaciones por el régimen automotor contrastó plenamente con la dureza que sostuvo en otras discusiones, de las que finalmente resultó vencedor. Desde la devaluación del real, Argentina pretendía que el país vecino limitara voluntariamente sus exportaciones de algunos productos, para evitar que una avalancha de importaciones dañara la industria local. Se pedían compensaciones sectoriales, que Brasil siempre se negó a conceder.
El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, fue el último que insistió con el reclamo de compensaciones, lo que motivó un duro cuestionamiento por parte de las autoridades brasileñas, y también de la Cancillería argentina. En definitiva, Terragno se cuadró ante la posición de Adalberto Rodríguez Giavarini �avalada por Fernando de la Rúa� y se esmeró en aclarar que nunca dijo lo que había dicho (ver aparte). El Gobierno cerró un acuerdo favorable para el sector automotor, y ahora le quedan en la agenda los sectores que José Luis Machinea propuso crearles un paraguas durante el proceso de negociación para evitar la profundización de conflictos. Desde el lado brasileño, la administración de Fernando Henrique Cardoso flexibilizó su posición en un gesto al gobierno de Fernando de la Rúa, para mostrar que el Mercosur es estratégico en su política exterior.
En ese sentido, Brasil decidió no imponer a las automotrices radicadas en su territorio la obligación de fabricar vehículos con un 30 por ciento de piezas producidas en el país. El motivo es que su industria autopartista es lo suficientemente poderosa como para soportar la competencia de su par argentina. Si ese sector, con fuerte poder de lobby, no exigió la protección, es sólo porque no la necesita.
En cuanto a la prórroga del comercio administrado, era una necesidad del Gobierno argentino porque de lo contrario se hubiera producido una fuga de inversiones, tanto de terminales como de autopartistas hacia Brasil. Si el país vecino quería preservar el Mercosur, debía acceder al mantenimiento del comercio administrado. Y Brasil apuesta al Mercosur no sólo por los beneficios comerciales, sino por una visión estratégica de su política exterior, consistente en liderar el bloque más importante de América latina para negociar en mejores condiciones con la Unión Europea, el Nafta y otros bloques regionales.
Más allá de los intereses de cada parte para cerrar el acuerdo automotor, el hecho de que lo hayan alcanzado es trascendente. En los últimos dos años, los gobiernos violaron sucesivamente todos los plazos que se habían fijado para sellar el pacto. Y todo indicaba que volvería aocurrir en esta oportunidad. En efecto, el representante brasileño que vino a negociar el régimen, José Botafogo Gonçalves, había expresado anteayer que era �moderadamente optimista� respecto de la posibilidad de que el convenio pudiera firmarse esta semana. Pero los gobiernos demostraron voluntad política de preservar el Mercosur y pusieron el pie en el acelerador para que el acuerdo quedara refrendado. Ahora, los socios más poderosos del bloque lo elevarán a Paraguay y Uruguay para ponerlo oficialmente en vigencia.
Detalles del acuerdo
El aspecto central del nuevo régimen automotor entre la Argentina y Brasil es que prorroga por seis años �hasta el 31 de diciembre del 2005� el comercio administrado entre ambos países. De lo contrario, a partir del 1º de enero pasado debería haber quedado en firme el convenio anterior, que establecía el libre intercambio de vehículos y piezas.
Los puntos centrales del acuerdo son los siguientes:
En el régimen anterior, las exportaciones debían ser compensadas con igual cantidad de
importaciones. Las ventas que excedieran ese límite debían pagar aranceles. El esquema se mantiene en el nuevo acuerdo. Pero se permite un desfasaje que va creciendo gradualmente a lo largo de los años. En el 2000, una terminal puede exportar un 3 por ciento más de lo que compra. En el 2001, el 5. En el 2002, el 7,5. Y en el 2003, el 10. Los límites para el 2004 y 2005 serán fijados más adelante, por un nuevo �Comité Automotor�, integrado por ambos países. En este punto, hubo un equilibrio entre la posición argentina y brasileña.
Las ventas que superen aquellos topes tendrán que pagar un recargo del 75 por ciento del arancel vigente para autopartes, y del 70 por ciento para automóviles. Esta cláusula fue reclamada por la Argentina.
Para determinar el desfasaje, se tomará el valor total de importaciones de todos los rubros, tanto vehículos como autopartes. No habrá compensación de piezas con piezas y unidades con unidades, tal como pretendía Brasil.
Las terminales radicadas en la Argentina deberán integrar el 30 por ciento de los automóviles con piezas fabricadas localmente, mientras que en el caso de los camiones será del 25 por ciento. Primó la postura argentina.
El arancel para la importación de vehículos de extrazona será del 35 por ciento. Fue ante un planteo de Brasil.
La importación de camiones y ómnibus de extrazona también tendrá un arancel del 35 por ciento. Pero la Argentina aumentará gradualmente sus aranceles hasta alcanzar ese tope, tal como lo planteó la Argentina.
Los aranceles para la importación de piezas de extrazona será de entre el 14 y el 18 por ciento �dependiendo de la pieza� para las utilizadas en la producción de vehículos y las que van al mercado de reposición. Las autopartes importadas de extrazona que no se fabrican en la región tendrán un arancel del 2 por ciento. Hubo convergencia entre la Argentina y Brasil. |
Terragno se defiende
El jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, quiso ayer negar lo obvio. En un inusual comunicado afirmó que lo que había dicho no fue lo que dijo, sino que fue mal interpretado. Así trató de descomprimir la tensa situación que se había generado en el Gobierno por sus propios dichos del martes pasado, cuando en línea con las ideas del gobernador Carlos Ruckauf había reclamado �mecanismos de compensación� arancelarios para Argentina ante una eventual devaluación del real. �El Jefe de Gabinete ratificó, en las conversaciones con embajador en Botafogo, que a su juicio Mercosur debe incluir un Mecanismo de Nivelación Cambiaria�, dice un comunicado de la cartera. Y agrega que �el doctor Terragno lo hizo exactamente en los términos que lo había hecho con anterioridad: refiriéndose al Tratado de Maastrich, que dio origen a la Unión Europea y que implica un programa de convergencia fiscal y cambiaria�, afirma. Por otra parte, trata de reinterpretar la declaración del Canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, quien lideró las negociaciones con los brasileños y quien en obvia referencia a la propuesta de Terragno había dicho que eran las opiniones de un �librepensador�. �El doctor Rodríguez Giavarini se refirió a declaraciones formuladas por un economista argentino residente en los EE.UU. y se ha sentido molesto por la interpretación impropia de sus palabras�, afirma. |
SATISFACCION DE LAS TERMINALES Y DE LOS AUTOPARTISTAS
�Por fin negociaron bien�
Luis Ureta Sáenz Peña, presidente de Adefa, la entidad gremial que agrupa a las terminales automotrices, declaró a Página/12 que �el acuerdo es muy positivo porque seis años son un horizonte claro para desarrollar y ejecutar las decisiones�. En la industria automotriz �los planes de inversión, dado el tiempo de maduración de los proyectos, son a mediano y largo plazo�, agregó.
Para el titular de Adefa �los nuevos aranceles impuestos para partes y piezas representan un esfuerzo para las terminales que a diario luchan por reducir sus costos y esto representa una suba�. Ureta Sáenz Peña fue cauto en sus apreciaciones y prefirió esperar a conocer los términos precisos del acuerdo y la definición de su fecha de inicio. No obstante, el dirigente empresario se manifestó �reconocido con el esfuerzo de los gobiernos para llevar certidumbre a los productores�.
Fuentes de Adefa habían adelantado a este diario que uno de los aspectos más sensibles para las terminales era el relativo a la duración del período de transición hasta el libre comercio. En este punto la propuesta argentina había sido un plazo de siete años contra los cuatro demandados por Brasil. Otro aspecto que preocupaba, finalmente superado, era la falta de flexibilidad para el intercambio compensado.
En tanto, empresarios autopartistas consultados por Página/12 también se mostraron conformes con el acuerdo, en particular por la suba de aranceles para la importación extrazona y la determinación. Sin embargo, no fue escuchada una de sus principales demandas, el intercambio compensado por áreas que, a juicio de los productores de piezas y partes, habría significado mayor justicia en la reciprocidad de los intercambios. No obstante, el fuerte aumento de aranceles, que prácticamente se duplicarán de entrada para llegar a niveles de hasta el 18 por ciento, fue recibido con satisfacción.
Fuentes de ambos sectores coincidieron en que el acuerdo ha sido un importante paso adelante en la resolución del principal frente que afectaba las relaciones hacia el interior de la Unión Aduanera y un punto de inflexión en la actitud de los negociadores argentinos. �Por fin negociaron bien�, declaró un alto ejecutivo de una de las terminales. El acuerdo, sostuvieron las partes, no habría sido posible sin la voluntad política de mantener el Mercosur. Nada se dijo sobre las divergencias macroeconómicas, que se consideró como �un dato de la realidad con el que deberemos seguir conviviendo�.
FERNANDO DE LA RUA ENTUSIASMADO CON EL ACUERDO
Para Ruckauf que lo mira por TV
Fernando de la Rúa se mostró exultante ante la firma del acuerdo del nuevo régimen automotor del Mercosur. �A los argentinos que quieren sembrar pesimismo yo les digo: nadie se va a ir de la Argentina�, afirmó el Presidente en tono solemne. Y agregó que el Gobierno �apuesta a la integración y el progreso, para que (la relación con Brasil) no sea una guerra económica entre países�. Al respecto, el jefe de Estado le apuntó al gobernador Carlos Ruckauf, a quien no nombró expresamente, pero fue evidente la referencia cuando dijo que se opone a quienes �con declaraciones apresuradas propician conflictos con Brasil y Europa�.
Ruckauf había propuesto una �cláusula gatillo� para compensar a la Argentina en caso de una devaluación del real, medida que fue apoyada con matices por el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, y obligó a De la Rúa a dejar en claro ante sus funcionarios en la última reunión de Gabinete que las negociaciones con Brasil están bajo la órbita de la Cancillería. �Se debe fortalecer el Mercosur sin causar perjuicios a nadie�, afirmó De la Rúa, y subrayó que �la Nación tiene una posición clara de defensa, no de hostigamiento, al trabajo y a la producción argentina�.
Por su parte, al anunciar la firma del convenio, el jefe de la delegación brasileña, José Botafogo Gonçalves, confesó que �sorprendentemente llegamos a un acuerdo bastante completo y positivo�. Botafogo dijo que �ninguna respuesta es mejor que ésta, demostrando cómo hemos superado las imposibilidades y que podemos caminar juntos�. En tanto, la secretaria de Industria, Débora Giorgi, remarcó que �este acuerdo demuestra que tenemos mecanismos y voluntad para relanzar el Mercosur�.
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