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Por Raúl Kollmann y Laura Vales El presidente Fernando de la Rúa no quedó conforme con las disculpas de Aldo Rico y espera una llamada del gobernador bonaerense Carlos Ruckauf. En la Casa Rosada trascendió ayer que le sugirió esa vía al ex mandatario provincial Eduardo Duhalde: �Yo no puedo permitir que un funcionario me diga que tengo un mafioso en la custodia, lo sostenga dos días aun cuando le mostramos la evidencia, y después resulta que me manda una cartita. Si un ministro mío la emprende contra el presidente de otro país, no se remedia con que el ministro mande una carta. Me parece que corresponde un diálogo con el gobernador�. Ayer Rico le mandó a De la Rúa un breve mensaje de disculpas: �Con absoluta sinceridad, le confieso que nunca tuve como objetivo el agravio personal ni tampoco aprovechar una circunstancia particular para sacar algún rédito�. En La Plata es un secreto a voces que el gobierno bonaerense se quiere sacar de encima al ministro de Seguridad, pero busca el mejor momento para hacerlo. Ayer mismo, el vicegobernador Felipe Solá sostuvo que está cansado de tener que explicar lo que dice Rico. El jueves por la tarde, el Presidente perdió la paciencia. �Yo no puedo permitir que me estén poniendo en duda. Rico dijo que yo tenía un prófugo en mi custodia; nosotros aclaramos la situación señalando la verdad y ahora insiste en que mentimos. Quiero explicaciones de una vez por todas�, bramó. Minutos más tarde, la Policía Federal realizó la conferencia de prensa donde presentó, en vivo y en directo, al hombre que Rico señalaba en la foto como el matón Carlos �El Indio� Castillo y que en verdad era el oficial Carlos Beraldi. Paralelamente, el ministro del Interior, Federico Storani, se comunicó con el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, y le hizo conocer el enojo presidencial. �No puede ser que estén insistiendo con una mentira �le dijo Storani a Solá�. Si no se cambia la actitud esto se convierte en un incidente grave.� El vicegobernador bonaerense reconoció que la actitud de Rico estaba fuera de lugar, prometió hablar con Ruckauf y al mismo tiempo le pidió a Storani que el Gobierno no fuera duro en la conferencia de prensa que se hacía un rato más tarde en la Policía Federal. Por esa razón, no hubo ningún hombre del Gobierno en esa rueda de prensa y simplemente se limitó a mostrar la foto distribuida por Rico y a demostrar que el custodio no era el Indio Castillo, sino Beraldi. Según parece, en la misma tarde del jueves Solá se comunicó de inmediato a Estados Unidos con el gobernador Carlos Ruckauf, quien más tarde le envió, por escrito, una esquela a Rico en la que le ordena pedir disculpas. Durante la mañana de ayer, De la Rúa recibió a Duhalde y le hizo saber su enojo. Parece que el Presidente le dijo al ex gobernador que no puede tolerar que se lo ensucie de esa forma. �Si él (por Rico) hubiera cometido un error de una o dos horas, es una cosa. Pero ya es grosero que haya repartido una fotografía de mi custodia y más todavía que haya insistido con su imputación después que dimos las explicaciones. Además, la acusación no es cualquier cosa: dice que tengo un mafioso a mi lado. Ahora no me alcanza que me pida disculpas, creo que se impone un diálogo con el gobernador�, razonó De la Rúa. Al mismo tiempo insistió con que si un ministro de su gabinete acusa, por ejemplo, a un presidente de Uruguay, no se resuelve la cuestión con una carta del ministro. �Tendría que salir yo a aclarar las cosas�, sostuvo el primer mandatario quien �como buena parte del gobierno� está convencido de que Rico no puede haber lanzado su bravata sin haber consultado antes con el gobernador. Tras la reunión, Duhalde trató de suavizar el ambiente y dijo ante los periodistas que �el conflicto está prácticamente solucionado. Creo que De la Rúa ya da por cerrado el incidente y no exige disculpas�. Trascartónentró en escena Storani quien dejó sentada una postura completamente distinta: �Rico cometió un acto temerario mediático. Más que un mero error o blooper, es un acto de temeridad. No se trata de cualquier persona sino de un ministro y de un ministro de Seguridad. En ese cargo debe dar confianza, pero Rico no da confianza�. En principio se pensó que el ex militar carapintada, siguiendo la orden de Ruckauf, concurriría personalmente a Luján, pero lo cierto es que ni el Presidente ni el ministro bonaerense estuvieron allí. Después se mencionó la posibilidad de una llamada telefónica. Sin embargo, al final Rico se inclinó por enviar una carta, que utiliza bastante menos espacio para pedir las disculpas que para atacar tácitamente a Página/12. �Luego de las más diversas publicaciones que pretenden imponer una intencionalidad inexacta de mi parte hacia su investidura, me dirijo a usted para expresar mis disculpas. He cometido errores y seguramente los seguiré cometiendo, pero por trabajar a favor de la comunidad, más allá de los aberrantes ataques que me asestan quienes continúan aferrados a ideologías trasnochadas.� O sea que él puede haber incurrido en alguna imprecisión, pero el problema fundamental son las ideologías que no le gustan. El ex carapintada, tal vez queriendo congraciarse con su gobernador, termina su esquela pidiendo �que la Virgen de Luján, Patrona de los argentinos, lo proteja a usted y a su familia�. Más allá de la carta, dirigida al �Excelentísimo señor Presidente�, la pelota quedó ahora en la cancha del gobierno bonaerense que ayer mismo ya mostró rasgos de cansancio por los desplantes de Rico y sus subsiguientes disculpas. Ya en enero el ministro de Seguridad había amenazado a un fotógrafo, desató un escándalo y terminó retractándose también acatando una orden del gobernador. Queda flotando un interrogante: si Ruckauf ordenará o no el desplazamiento de Rico en forma inmediata o buscará otro momento. Lo hombres que rodean al ex jefe carapintada creían anoche que �la tormenta ya pasó�, pero en el resto del gabinete bonaerense el ambiente es muy distinto. Todo indica que Ruckauf quiere sacarse de encima a su ministro, pero está preocupado por el escándalo que Rico pueda armar. Sin dudas, la última palabra la tendrá el gobernador, que aparentemente vuelve recién la semana próxima. En la Casa Rosada esperan una llamada y en La Plata está pendiente una decisión sobre la permanencia o no de Rico en el cargo.
Larga
entrevista del Presidente con Duhalde Fernando de la Rúa
ha decidido priorizar el diálogo con todos los sectores internos del PJ.
Como parte de esta política, el Presidente y el ministro del Interior,
Federico Storani, se reunieron ayer con Eduardo Duhalde, quien, aunque no
conserva ningún cargo público, sigue siendo uno de los dirigentes clave
del justicialismo. Durante el encuentro en el despacho presidencial, los
tres hablaron sobre la reforma laboral, coincidieron en la necesidad de
profundizar el Mercosur y repasaron también el absurdo blooper
protagonizado en la última semana por Aldo Rico. Los elogios comenzaron no bien concluyó el encuentro. Flanqueado por Storani, quien lo acompañó hasta la explanada de la Casa Rosada, Duhalde aseguró que el Presidente �es un hombre de bien, honesto y muy querible�. La buena voluntad era tal que el ex gobernador ni siquiera se animó a criticar la política social del gobierno, el flanco predilecto del peronismo. �No hay desinterés. El tema es que falta dinero�, dijo.
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