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 �Creo
que debe existir documentación, y es muy probable que fuera del Ejército
en algún lugar alguien la tenga. Ese alguien puede vestir o no uniforme�.
De esta forma, un día después de haber reconocido por primera vez que
existió un plan sistemático de robo de bebés, el ex titular del
Ejército Martín Balza profundizó su sinceramiento y admitió la
existencia de documentación sobre el terrorismo de Estado. El general
eligió un día muy especial para realizar sus declaraciones. Ayer se
cumplieron 24 años del golpe de Estado de marzo del �76. Su
afirmación, en realidad, confirma las denuncias de los organismos de
derechos humanos sobre las constancias escritas de la represión ilegal.Las palabras del general que encabezó la autocrítica parcial de las Fuerzas Armadas contradicen la versión oficial castrense, según la cual los papeles sobre desaparecidos fueron incinerados en 1983 por orden del entonces titular de la fuerza, Cristino Nicolaides. Aunque la opinión de Balza no es la única. El 21 de febrero, su sucesor, el general Ricardo Brinzoni, reconoció en un reportaje a Clarín que �pueden aparecer� documentos sobre la represión. �Eventualmente pueden aparecer, en un cajón cuando se muera algún viejo militar, algunos papeles�, admitió Brinzoni diecisiete días antes de que ordenara buscar documentación en todas las dependencias del Ejército. Esa coincidencia con Brinzoni se diluyó al evaluar la existencia o no de un plan sistemático de robo de bebés. Un día después de declarar ante el juez Adolfo Bagnasco, Balza volvió a refutar la opinión del actual jefe del Ejército. En los Tribunales, había afirmado que existió una orden de alto nivel para apropiarse de los hijos de los detenidos. Ayer, volvió a apuntar en esa dirección. �Las vulneraciones a todas las regulaciones militares que se cometieron en el Hospital Militar, ingresos y egresos sin registro en el libro de guardia, atender a una embarazada en un departamento de Epidemiología, no pueden ser ordenados por las autoridades médicas �explicó Balza�. Si eso se ha vulnerado, se hizo por la orden de alguien que ha tenido un alto nivel de decisión�. Fiel a su costumbre, Balza no ahorró calificativos para expresar, otra vez, su mea culpa. �Implantamos un terrorismo peor que el criminal, el terrorismo de Estado�, asumió ayer en declaraciones a radio Mitre. Aunque enseguida aclaró que �es un juicio mío y asumo la responsabilidad de lo que digo�. Veinticuatro años después del derrocamiento del gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, el ex jefe del Ejército lanzó una afirmación que sonó a declaración de principios: �Yo no estaba a favor del golpe de Estado. Todos los golpes fueron nefastos y el del �76 no fue la excepción�. La orden de quemar documentación emitida por Nicolaides antes de la asunción de Raúl Alfonsín no evitó que aparecieran registros sobre la represión ilegal. El 9 de marzo pasado, por ejemplo, se encontraron siete u ocho cuadernillos de carácter �doctrinario, no operativo� en el Instituto Geográfico Militar. Desde 1987 hasta la actualidad, gracias a la intervención de los organismos de derechos humanos, se hallaron diversos papeles que revelan los modos de accionar y el sustento ideológicodoctrinario del Ejército. Se trata de: dos manuales con el título �Plan del Ejército. Operaciones contra elementos subversivos�; un documento denominado �Instrucción para operaciones de seguridad� que ordena separar a las familias detenidas; y órdenes de detención con membrete del batallón de Inteligencia 601, que indicaban el apellido, la filiación política y el �grado de peligrosidad� de cada detenido. Mientras los familiares de los desaparecidos se preparaban para marchar a la Plaza de Mayo, el general que se enteró del golpe de Estado cuando estudiaba en la Escuela de Guerra del Perú criticó la actuación de las Fuerzas Armadas. �Asumimos el control del Estado y nosotros tampoco respetamos los derechos del hombre y del ciudadano. Se respondió a la agresión a cualquier precio �se lamentó Balza�. Y lo hicimos en nombre de la civilización y de los valores cristianos que decíamos sostener�.
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