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Por Victoria Ginzberg �Justicia, Justicia�, gritaron los manifestantes cuando los organismos de derechos humanos terminaron de desenrollar, en Rivadavia y Montevideo, la bandera de ochenta metros con miles de fotos de desaparecidos. Eran las siete de la tarde y los partidos políticos, movimientos estudiantiles y gremiales se acomodaban para comenzar una masiva marcha en conmemoración del 24 aniversario del golpe de estado del 24 de marzo de 1976. Cerca de la nueve la columna ingresaba, al ritmo de las murgas que la acompañaban, a la Plaza de Mayo. �Se quiso imponer el olvido sobre la base de la impunidad. Se quiso silenciar la demanda de millones que exigimos justicia. Lo que quiso ser sepultado retorna una y otra vez. La historia no se cancela por leyes ni decretos elaborados al margen de la voluntad popular�, dijo el conductor Enrique Masllorens al leer el discurso elaborado por la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia. �Otro gobierno, la misma impunidad. Cárcel a los genocidas y sus cómplices. No a las leyes de mano dura. No a la reforma laboral�, decía la bandera de la Comisión que encabezaba la marcha. Atrás de ella caminaban varios dirigentes de izquierda como Patricio Echegaray, Jorge Altamira y Patricia Walsh. También había miembros de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y de HIJOS; Gladis Marín, presidenta del Partido Comunista de Chile, y el fiscal general de Bahía Blanca, Hugo Omar Cañón. Una cuadra más atrás, marchaba la mayoría de los organismos de derechos humanos llevando la bandera con las fotos de desaparecidos que sostenían las Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, miembros de otras agrupaciones y muchas personas �sueltas� que se acercaban a la plaza. Los organizadores calcularon la asistencia en 20.000 personas, la Policía pretendió reducirla a 5000. Una nena de diez años y su hermana de ocho quisieron agarrar la tela pero fueron desplazadas por un mayor. El padre, Carlos Gabaldón contó que les explica a sus hijas lo que pasó en el país durante la última dictadura a partir de sus propias preguntas. �Saben que hay amigos de mamá y de papá que ya no están�, manifestó. �Por los desaparecidos�, contestó Joana, la mayor, al ser interrogada por el porqué de su asistencia a la marcha. �Deborah en cambio viene por las malas palabras�, se rió el padre, pero su hija lo sorprendió: �No. Por vos vengo�. Como todos los años, la movilización por el aniversario del golpe convocó a diferentes sectores que expresaron sus propios reclamos. Estuvieron, por ejemplo, familiares de víctimas del gatillo fácil y la agrupación de activistas contra la marginación y la opresión sexual. �Libertad a Castells�, se leía en un cartel formado por diecisiete militantes del Partido de los Trabajadores Socialistas que tenían, cada uno, una antorcha en la mano y una letra colgada del cuello. La alusión era a Raúl Castells, el dirigente preso por promover el pedido de alimentos en supermercados hace más de un año. La movilización �que tenía un fuerte porcentaje de jóvenes universitarios� fue acompañada por varios muñecos. Uno de ellos era un Pinochet en silla de ruedas con las manos ensangrentadas traído por los residentes chilenos. Otra, una rata gigante de gomaespuma con un sombrero militar y un banderín en el que se leía �estamos sueltos�. En el discurso elaborado por la Comisión por la Memoria, Verdad y la Justicia se reiteró el pedido por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y se solicitó que los juicios por la verdad sean por la Justicia. Se mencionaron también, el impuestazo, la reforma laboral, los presos de La Tablada y el balserito cubano Elián González. �En poco más de cien días de un nuevo gobierno vemos con preocupación que su política de derechos humanos va a contramano de nuestras exigencias. Se intentó preservar a las Fuerzas Armadas y de seguridad permitiendo las declaraciones con identidad reservada. Se premió con ascensos a militares cuestionados por su participación en la represión. Seordenó una pretendida búsqueda de información en el Ejército que terminó en un escándalo por la denuncia de destrucción de la documentación hallada. Esto revela un aumento de protagonismo de las Fuerzas Armadas con el beneplácito y/o la indiferencia de las autoridades�, expresaron en un documento los ocho organismos de derechos humanos llamados �históricos� y la agrupación HIJOS.
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