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El desahogo en las tensiones que produjo el acuerdo automotor entre Argentina y Brasil fue aprovechado por los gobiernos para bajar el tono de la discusión en las restantes disputas comerciales. En el último día de negociaciones, resolvieron poner �bajo un paraguas� las diferencias que persisten en los sectores de calzados, textiles, arroz, azúcar y acero, a fin de ir buscando soluciones puntuales más adelante. El clima distendido dio lugar también a plantear temas que antes quedaban tapados por el ruido en las relaciones. Ante una proposición de Argentina, se convino estudiar posibles rebajas al Arancel Externo Común de ciertos productos, como bienes de capital. Es una definición trascendente, por cuanto vuelve a abrir una negociación que había quedado saldada con el acuerdo de 1994 que fijó las bases para el funcionamiento del Mercosur. Esa inclusión en la agenda de negociaciones demuestra que los gobiernos consideran que ahora hay espacio para avanzar con cuestiones que van más allá de la resolución de conflictos. En ese sentido, también se volvió a plantear la necesidad de coordinar políticas macroeconómicas, lo que ya es casi una muletilla cada vez que se reúnen funcionarios de Argentina y Brasil. Sin embargo, esta vez, el vicecanciller Horacio Chighizola expuso una idea curiosa sobre cómo alcanzar ese objetivo. �Como en el teorema de Tales, si Argentina tiene un acuerdo de facilidades extendidas con el FMI, lo que supone la definición de pautas, y Brasil, por su lado, tiene otro acuerdo, realizado por separado y en forma soberana, no hay más que cotejarlos para allanar el camino de políticas macroeconómicas comunes.� Por lo tanto, bastaría que el FMI les fije a los países pautas similares para que la cuestión estuviera resuelta. Pero más allá del diálogo que se abre sobre situaciones macro, la ronda de negociaciones que finalizó ayer sirvió para despejar el clima de �guerra comercial� que precedía al encuentro. Los conflictos sectoriales que habían originado ese estado �belicoso� fueron dejados para que se estudie una solución más adelante. Los delegados brasileños aceptaron �la posibilidad de atender situaciones particulares que requieran un nivel de protección temporal�. De ese modo, tendieron un puente conciliador, que antes habían preparado sus pares argentinos de la Cancillería, al abstenerse de reclamar compensaciones para los rubros afectados por la devaluación del real. Chighizola afirmó que los casos de calzados y textiles, que fueron elevados ante la Organización Mundial de Comercio, por la falta de acuerdo en reclamos realizados por Argentina y Brasil, respectivamente, �la solución pasará por la administración del comercio, como en el acuerdo automotor, y es cuestión de días o de semanas�. Hasta ahora, Brasil se negaba a hablar de comercio administrado y pretendía que Argentina aceptara como una nueva realidad la mayor competitividad que logró su industria por la devaluación. Sin embargo, el delegado de ese país, José Botafogo Gonçalves, sostuvo en esta oportunidad que �administrar el comercio no es un retroceso con respecto al libre comercio, si la transición significa mejorar la calidad productiva en Argentina y Brasil�. En concreto, la resolución de disputas sectoriales pasará por acuerdos entre empresarios de ambos países, impulsados por los gobiernos. Por otra parte, Chighizola también explicó que en el diálogo con los representantes brasileños se analizó crear �un tribunal permanente� de resolución de controversias en el Mercosur. �Es el mecanismo que necesitamos para no tener que recurrir entre nosotros a paneles de la OMC. Debemos estructurar jurídicamente este nuevo sistema, con un rango razonable de apelación mediante un nivel de alzada y que luego sus fallos se conviertan en cosa juzgada�, afirmó el vicecanciller. Finalmente, sobre los conflictos bilaterales motivados en la política de �incentivos fiscales� aplicados por los estados brasileños para atraer inversiones, Botafogo señaló que �para eliminar equívocos, es necesario disciplinar los subsidios�, y promovió �un relevamiento de los que seaplican en los cuatro países� del bloque para diseñar políticas o criterios comunes sobre el tema.
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