|
|
|
|
|
|
|
|
|
Por Roque Casciero  ¿Alguien
puede pensar que una estrella como Mel Gibson decida rehacer el final de
una película guiado por un estúpido espectador disconforme? ¿Existen
personas capaces de asegurar que la Liga Mayor de Béisbol vigila por
satélite a los ciudadanos estadounidenses? Sí. Los guionistas de �Los
Simpsons�, por supuesto. Los dos primeros capítulos de la nueva
temporada de la serie de animación, emitidos por Canal Fox los últimos
domingos (a las 20.30), dieron muestra de que la familia más popular de
la televisión está lejos de perder su capacidad de asombrar y divertir a
sus fanáticos. Aun sin su creador, Matt Groening (que se fue del programa
hace un par de temporadas para concentrarse en �Futurama�), Bart y su
familia ya llevan once años de corrosivas aventuras en la ciudad de
Springfield.En el primer episodio de �Los Simpsons� 2000, �Más allá de Torpelandia�, el actor y director Mel Gibson decide testear su remake de Caballero sin espada (Mr. Smith goes to Washington, un clásico de Frank Capra en el que un hombre común llega al Senado de su país). Homero, que había ganado las entradas para esa función especial, es el único disconforme con la película. Entonces convence al actor para que rehaga el final del film, incluyendo la decapitación del presidente de Estados Unidos en el mismísimo Capitolio. Los ejecutivos amenazan con quemar la única copia, pero Homero y Gibson la roban y huyen. Cuando están por alcanzarlos, el actor se arroja sobre el auto de sus perseguidores y es arrollado. Tranquilas, chicas, se trata de un muñeco, que permite una perlita de típico humor Simpson. Mientras dos de los hombres de Hollywood se lamentan, el tercero les dice que �Mel Gibson es falso�, a lo que uno de sus compañeros responde: �Ya lo sé, pero llena las salas�. Finalmente, se hace una nueva muestra de la película y todo el mundo odia las sugerencias de Homero. Sin embargo, él intenta convencer a Gibson de hacer otras remakes con el sólido argumento de que �el público ama los refritos�. Papá Simpson es arrojado de la limusina del actor cuando propone volver a filmar... Indiana Jones. �El cambio de Bart�, el segundo capítulo, muestra al travieso vástago de la familia arruinando una muestra de los bomberos voluntarios de Springfield. El profesor Skinner presenta una obra teatral vocacional explicando que �el fuego puede servirnos, ya sea asando malvaviscos o cayendo sobre Vietnam, pero podría no ser agradable�. Algo sale mal y al santurrón Ned Flanders se le incendian los pantalones. Van a buscar la autobomba, pero Bart usó el agua para inundar el gimnasio escolar y sale de allí en su tabla de surf. Para eludir la expulsión del colegio, el niño amarillo se presta a tomar una droga experimental llamada Focusyne, destinada a los desórdenes en la atención. Bart se vuelve paranoico: vestido con papel de aluminio, dice que las Ligas Mayores de Béisbol están espiando a los norteamericanos. Tiene razón, y lo demuestra derribando un satélite con un disparo desde un tanque de guerra robado. Entonces llega Mark MacGuire (hombre record del béisbol) y distrae a los habitantes de Springfield con demostraciones para llevarse la información. Mañana podrá verse �Adivina quién viene a criticar�, en el que Homero encuentra un segundo trabajo que le encaja a la perfección: crítico culinario de un diario. Cuando sale de la planta nuclear del señor Burns, papá Simpson recorre restaurantes y prueba las especialidades. El problema surge cuando tiene que escribir y descubre que no puede armar una sola oración. Lisa le presta su pluma y Homero pasa a ser poderoso y temido, al punto que los dueños de los locales planean envenenarlo con un postre de chocolate irresistible. Hay más episodios nuevos por venir, con invitados como Gary Coleman (el Arnold de �Blanco y negro�), el grupo The B-52�s, el actor Tim Robbins y la pulposa estrella teen Britney Spears. Además, Fox continúa emitiendo, de lunes a viernes (a las 20.30) y en orden correlativo, los 226 capítulosde las diez temporadas anteriores. Una auténtica panzada, de esas que Homero no despreciaría... siempre que tuviera a mano una lata de cerveza.
|
