1 ¿Argentina tiene que
seguir realizando investigación básica, o debe orientarse sólo a la
aplicada?
2 ¿La ampliación del uso de
Internet debe ser una prioridad?
3 ¿Los investigadores deben
conservar su régimen de estabilidad laboral, o deben ser
flexibilizados?
4 ¿Cómo y en cuánto se podría
aumentar la inversión en ciencia y tecnología? |
Juan C. Del Bello *.
1 Los enfoques modernos en ciencia y tecnología han sustituido esta
dicotomía y plantean el tema en términos de �problemas a resolver�.
Los países tienen que afrontar distintos �problemas�, los que sí
deben ser priorizados por el Estado, en tanto representación de la
expresión mayoritaria de una sociedad. Para su resolución convergen
actividades de investigación básica y aplicada, y transferencia y
difusión de información y conocimientos preexistentes. Más allá de los
�problemas� específicos a atender, la investigación básica tiene un
papel clave en la mejora del sistema educativo en general y universitario
en particular. En los países desarrollados se observa que a la
investigación básica se destina aproximadamente un tercio de la
inversión total en I+D. En Argentina su participación relativa es mayor
por el peso específico que tienen las universidades y el CONICET en el
sistema científico tecnológico nacional. Una política en ciencia y
tecnología consistente debe procurar acercarnos a los estándares
internacionales, y así está planteado en nuestra política científica y
tecnológica (ver Plan Nacional Plurianual de Ciencia y Tecnología
2000-2002).
2 Prioritario es: renovar el equipamiento científico, incrementar la
cantidad de becarios e investigadores, mejorar los ingresos de los
investigadores y apoyar a los empresarios innovadores para desarrollar
nuevos productos y/o procesos que mejoren la competitividad.
3 Como en los países desarrollados, los investigadores argentinos están
�flexibilizados� por definición, ya que son los únicos trabajadores
que tienen que buscar dinero para trabajar: la competencia por recursos
escasos con base en criterios de calidad para llevar a cabo proyectos de
investigación. Hay que continuar ampliando el financiamiento competitivo
de proyectos de investigación y equipamiento científico, incorporando
grants para el bolsillo de los investigadores como lo hace la National
Science Foundation.
4 El país tendría que tener una meta de alcanzar en el más corto plazo
posible una inversión en I+D equivalente al 1% del PBI. Si dicho objetivo
se planteara para el 2005, suponiendo que el PBI creciera a una tasa anual
del 4,1% (según proyecciones de FIEL), la suma invertida total en I+D
alcanzaría los de u$s 3580 millones. Para alinearnos con los países
desarrollados, las empresas deberían asumir alrededor de la mitad del
gasto total, lo cual significa que tendrían que triplicar el nivel de
inversión actual. Dado que Argentina es un país con organización
federal, sería deseable que para entonces las provincias aportasen en
torno al 20% del gasto estatal. En tal supuesto, el presupuesto del
gobierno nacional debería incrementarse en un 50% y el presupuesto
consolidado de las provincias debería multiplicarse por más de cuatro.
Suponiendo un incremento del número total de investigadores (equivalentes
a tiempo completo) del 55% respecto a los niveles actuales, el gasto por
investigador en el 2005 sería comparable al actual de España. Es
estratégico para alcanzar estos objetivos ampliar el crédito fiscal para
el sector privado y un pacto federal que considere el aumento de los
presupuestos del Estado nacional y las provincias.
* Ex secretario de Ciencia y Técnica
Luis A. Quesada Allué *.
1 No existe más una antinomia entre ciencia aplicada y ciencia básica.
Es universalmente aceptado que lo esencial es tener ciencia de calidad, la
cual constituye un continuo que va desde simplemente conocer más (de las
galaxias a las moléculas) hasta resolver problemas concretos de la
sociedad. Un poco artificialmente se puede dividir la investigación en
fundamental o básica, orientada y aplicada. Las dos últimas se alimentan
de la primera y Argentina debe tener obligatoriamente las tres si aspiraal
pleno desarrollo. Para ello, además, se deberá fomentar fuertemente la
innovación tecnológica, que representa la demanda de las fuerzas
productivas.
2 El crecimiento explosivo de las redes de comunicación durante los
próximos años ocurrirá con o sin intervención estatal, ya que el gran
capital internacional está motorizando ese desarrollo. Nuestro pequeño
�San Telmo Valley�, con sus cableados de última generación y sus
ciberempresas de futuro millonario se ha venido desarrollando a metros del
microcentro, sin que el anterior ni este gobierno se hayan dado cuenta
cabal del fenómeno. Es importante destacar que internet es sólo una
herramienta más, que ofrece a quienes están preparados enormes
posibilidades de información, de eficiencia en el trabajo e intercambio
de bienes y servicios. La web crea nuevas dinámicas, pero por sí sola no
puede aumentar nuestra capacidad científica ni tecnológica.
3 El régimen laboral de los científicos argentinos institucionalizados
(en el CONICET u otros entes) es del tipo francés, es decir, un sistema
estable donde idealmente se debería progresar sólo en base al mérito.
Frecuentemente, el sistema ha sido tergiversado por razones ideológicas o
de pertenencia a ciertos grupos, postergando o eliminando a gente de
mérito o ascendiendo a gente que no lo tiene. El sistema norteamericano
es mixto: una minoría de excelencia consigue puestos estables de por
vida, la famosa tenure universitaria, y el resto debe depender de
subsidios. Es parecido a lo que les pasa a los jóvenes que, por no poder
entrar en el sistema, dependen de las becas. Si el país decidiera pasar
de un sistema a otro, hay que hacerlo gradualmente, en no menos de nueve
años.
4 A corto plazo, sólo existe una posibilidad de incrementar el
presupuesto de investigación y desarrollo: que la sociedad y sobre todo
nuestros gobernantes y empresarios se convenzan de que la única
posibilidad real de progreso es la cadena virtuosa de
educación-ciencia-tecnología. La inversión en investigación y
desarrollo (inversión en futuro) debe pasar del 0,32 por ciento del PBI
actual, al 1 o al 1,5, para que podamos recuperar el nivel relativo de
potencial que teníamos en 1966.
* Vicepresidente de la Fundación Campomar
Alberto Kornblihtt *.
1No existe investigación aplicada que no esté sustentada por fuerte
investigación básica, que no sólo genera las herramientas sino los
cerebros para poder transferir los conocimientos y productos al campo
productivo o de servicios. El Gobierno debe identificar cuáles son sus
prioridades y, además de invertir en muchos proyectos básicos buenos,
invertir en unos pocos proyectos con orientación aplicada. Estos últimos
deberían ser multidisciplinarios y estar avalados por científicos con
experiencia probada en lo básico, de manera de garantizar cierto grado de
éxito a mediano plazo (5 años). Hay que tener mucho cuidado con la
calidad porque de lo contrario se corre el riesgo de apoyar a
investigadores mediocres por el solo hecho de que su proyecto es aplicado,
y en ese caso se estaría malgastando el dinero. Debe preocuparse más por
distinguir la ciencia de buena calidad, original, competitiva y relevante
de aquella práctica científica no original y de escasa trascendencia.
2 Es un disparate que sea una prioridad de política científica. En todo
caso la internet y su expansión tienen que ver con el área de
telecomunicaciones. La internet no es más que una herramienta, tan
sofisticada como lo fueron el fax, la plancha eléctrica o el bolígrafo
en sus respectivas épocas, y a nadie se le ocurrió crear la �secretaría
del fax� o el �ministerio de las planchas� o la �presidencia de la
birome�. Aún más, sospecho que pronto internet llegará solita a todos
lados y a todos los sectores sociales como la Coca Cola, sin necesidad de
ninguna ayuda estatal. Pronto las empresas prestadoras la ofrecerán a
preciosbajísimos o incluso gratuitamente, ya que es un medio de
publicidad pasiva excepcional. ¿Cómo se implementaría una política
científica para incrementar el uso de internet con los 5 millones de
pesos con que cuenta el Lic. Caputo? ¿Va a comprar 5000 computadores a
1000 pesos cada una? Eso parecería una farsa en vez de política
científica. Además, esta política no tiene fundamentación ni
epistemológica ni educativa, porque privilegia la forma por sobre el
contenido. La manera en que el Lic. Caputo la expone sorprende porque peca
de un antiintelectualismo similar al del algunos sectores minoritarios
norteamericanos que se oponen a la teoría de la evolución y a la ciencia
en general.
3 Los investigadores del CONICET no tienen estabilidad laboral. Son
evaluados cada dos años mediante un informe y a los dos informes
rechazados pueden ser separados de sus puestos. Los profesores
universitarios que hacen investigación deben concursar sus cargos cada 7
años y pueden perderlo si no cumplieron con su plan o si gana el concurso
otro postulante mejor. Es responsabilidad de las autoridades (y no de los
científicos) que estas disposiciones se cumplan de manera que quienes
ingresen y permanezcan en el sistema sean los mejores. No creo en un
sistema de incentivos. Creo en un salario adecuado (no como ahora) y en la
rigurosidad de la selección y en la evaluación permanente. Nuevamente
sorprenden las declaraciones del Lic. Caputo cuando adopta el discurso del
ex ministro Cavallo y da el mensaje a la sociedad de que el problema
fundamental es que los científicos somos unos ñoquis, que no aportamos
nada y que tendrá que evaluarnos para ver si servimos para algo. Puede
que deba reestructurarse el sistema y mejorar su composición, pero de
ninguna manera ése es el eje principal. No se puede desconocer la
existencia de una gran proporción de científicos serios y tampoco se
pueden desconocer cambios cualitativos positivos puestos en marcha por la
administración del Lic. Del Bello, en cuanto al mejoramiento de la
calidad de las investigaciones y de los investigadores. Digo esto, a
sabiendas de que es público que me opuse a algunas políticas de la
administración Del Bello. Sin embargo, el mensaje de Caputo nos retrotrae
a las acusaciones de Cavallo a que vayamos a lavar los platos.
4 Sería ideal que pase del 0.4 al 1 por ciento del Producto Bruto
Interno. Ese aumento es necesario para reestructurar el sistema. Es un
círculo vicioso. Se acusa al CONICET de ineficiente y por eso se le quita
dinero del presupuesto, con lo cual falta dinero para poder hacerlo
eficiente. Es necesario que el CONICET pase de sus 185 millones de pesos
anuales a unos 220 para modernizar su funcionamiento y poder financiar
decentemente sus investigaciones y pagar salarios dignos a sus
investigadores. En términos de presupuesto nacional no es mucho dinero y
puede provenir de los ahorros que este gobierno ya ha hecho en varios
ministerios en gastos redundantes que efectuaba el gobierno de Menem. Con
el limitado presupuesto actual no es sorprendente que se lo gaste
mayoritariamente en salarios, que encima son bajos. Pero todo depende de
una decisión política del Gobierno: si su concepción de la actividad
científica se parece más a la de un gasto, compraventa de
investigaciones o beneficencia a unos pocos gatos locos llamados
científicos, nunca se verán los resultados para el país. Por el
contrario, si se practican políticas robustas y concertadas de inversión
estatal en ciencia de manera profesional, puede que algún día dejemos de
ver el éxodo de los mejores estudiantes que formamos.
* Profesor titular, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA.
Investigador principal, CONICET.
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