El ex dictador chileno Augusto
Pinochet podría gozar pronto de una inmunidad (cuasi) absoluta. Ya
disfrutaba de inmunidad judicial gracias a su cargo de senador vitalicio.
Pero ayer un pleno del parlamento chileno votó por abrumadora mayoría en
favor de concederles a todos los ex mandatarios --incluyéndolo a él, por
supuesto-- los beneficios de senador aun si abandonan su escaño. El
peligro de la impunidad surge del hecho de que la reforma no incluyó ningún
mecanismo para despojar a los ex mandatarios de su inmunidad una vez que
salieran del Senado. Si Pinochet decidiera renunciar, por lo tanto, su
inmunidad podría revelarse invulnerable.
Esa
posibilidad significó ayer que la oficialista Concertación se fracturara
cuando llegó la hora de votar. El Partido Socialista se volcó en bloque
contra la reforma. El Partido por la Democracia estuvo dividido. Pero casi
la totalidad del Partido Demócrata Cristiano (DC) y el Partido Radical
Socialdemócrata votaron a favor. Junto a los votos de una derecha
francamente deleitada, eso significó que la reforma fue aprobada por 113
votos a favor, 27 en contra y 3 abstenciones. Inicialmente la reforma había
contado con el apoyo de todos los partidos. La idea era que sería un
incentivo para que Pinochet se retirara de la política. Después de que
el ex dictador regresara a Chile, sin embargo, el caso dividió
profundamente la Concertación. Es que hace dos semanas el juez Juan Guzmán
Tapia pidió el desafuero de Pinochet para juzgarlo por la "Caravana
de la Muerte" de 1973. Precisamente ayer, una excavación ordenada
por Guzmán en una fosa común de la dictadura exhumó un cuerpo
decapitado, con señales de traumas y balazos. Esa investigación podría
congelarse si se decide que los tribunales no pueden desaforar a Pinochet
si renuncia como senador.
El
diputado socialista Juan Bustos aseguró que respetaba la opinión de
"nuestros colegas democristianos, con quienes compartimos idénticos
propósitos de verdad y justicia". Pero sus "colegas"
mostraron menos comprensión. "Confundir fuero con impunidad es una
ignorancia contundente", disparó el diputado Ignacio Walker. El jefe
de la bancada de la DC, Miguel Hernández, advirtió que "la actitud
socialista siembra dudas acerca de los vínculos necesarios para lograr el
éxito en el tercer gobierno de la Concertación". De la DC, sólo el
senador Jorge Lavandero rompió filas y votó en contra de la reforma.
"Yo no pienso apoyar a un dictador", manifestó. Por su parte,
la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos,
Viviana Díaz, condenó duramente la reforma: "Es inconcebible que se
extienda el fuero a Pinochet para impedir que sea procesado por la
Justicia; es una vergüenza para el país".
EL PAPA LLEGA HOY A
JERUSALEN
Que nadie diga �capital�
Llegó el momento
que todos esperaban de la visita del papa Juan Pablo II a Tierra Santa. Es
que hoy el Papa llegará a Jerusalén, donde concluirá su peregrinaje.
Los israelíes temen que el Papa aproveche la ocasión para reivindicar la
aspiración de los palestinos de que Jerusalén Oriental se convierta en
la capital de un futuro Estado Nacional Palestino.
Por lo pronto, la policía israelí estableció ayer un enorme dispositivo
de seguridad en la ciudad. Cientos de agentes de policía se desplegaron
por las calles y se ordenó el cierre de las tiendas palestinas (que abren
los domingos). Esa medida llevó al Mufti Akram a-Sabri �líder de la
comunidad islámica� a advertir que podría haber enfrentamientos. El
Papa visitaría antes que nada la mezquita sagrada de Al Aksa. Luego se
dirigiría al Muro de los Lamentos, para concluir su gira visitando el
Santo Sepulcro, cuya reconquista fue el objetivo de las Cruzadas
medievales. Yasser Arafat realizó una concesión al prometer que no
desplegarían sus banderas en la mezquita de Al Aksa. Pero los israelíes
tuvieron que aceptar que escolares y niños observen la comitiva del Papa
agitando banderas palestinas.
Ayer Juan Pablo II visitó Nazaret. A la mañana celebró misa en la
Iglesia de la Asunción, para afirmar allí ante 3000 personas que los
cristianos �deben defender a la familia�. A la noche pidió durante un
encuentro ecuménico �un espíritu de armonía y solidaridad� entre
los cristianos.
La llegada del Dr. No
La foto muestra una imagen más y más rara en los últimos
tiempos: el presidente sirio Hafez al Assad llegando a un país
extranjero. Para ser precisos, el mandatario sirio arribó ayer a
Ginebra para la cumbre de paz de hoy con el presidente norteamericano,
Bill Clinton. Este último vendrá de una agitada visita a Pakistán.
Ayer, mientras afirmaba que el país debía volver a la democracia,
una bomba estalló en la ciudad de Karachi, dejando un saldo de dos
muertos y al menos seis heridos. Más temprano se había desactivado
un coche bomba cerca del aeropuerto donde estaba Clinton. |
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