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Por Alejandra Dandan  Ni
siquiera la sombra beneficia a todos por igual. Por lo menos así surge
del proyecto que prevé realizar el más exhaustivo relevamiento de
árboles que se haya hecho hasta ahora en toda la ciudad de Buenos Aires,
con el fin de equilibrar su distribución en los distintos barrios y
reemplazar a aquellos que están enfermos o deteriorados. Se estima que el
30 por ciento de los ejemplares en toda la ciudad está en malas
condiciones, cifra que duplica los porcentajes considerados normales. El
proyecto, que debe tratarse en la Legislatura en los próximos días,
prevé un verdadero censo árbol por árbol: los hombres de la Dirección
de Espacios Verdes deberán nombrar, medir y hasta controlar la vida útil
de cada arbolito porteño.El proyecto, presentado por la legisladora Gabriela González Gass, se encuadra como un instrumento que deberá poner en marcha el área de Espacios Verdes. Hasta ahora existe un registro sólo aproximado de los árboles plantados en la ciudad. Ese dato, según fuentes consultadas por este diario, no está clasificado por árbol sino por zonas, y no se encontraría siquiera actualizado. Esto hace imposible ahora el control de árboles, infecciones y, sobre todo, torna poco previsible el momento en que un ejemplar debería ser reemplazado por uno nuevo para evitar no sólo caídas abruptas sino, incluso, accidentes. �El sistema aerofotográfico que se usa arroja la altura de un árbol, pero no completa la información necesaria para controlarlos�, precisa el arquitecto Alfredo André, asesor de la legisladora. Para la mejora de ese 30 por ciento del parque de árboles que padece algún tipo de deterioro, los especialistas consideran necesarios datos como especie, edad, estado sanitario, expectativas de vida útil y necesidad de reposición. Tamaña cantidad de datos sólo parece posible a través del más artesanal �árbol por árbol�. El derrotero que exigirá este trabajo tiene una contracara: el conteo se piensa en términos de �campaña de concientización�. De prosperar la iniciativa, la tarea la haría personal comunal y estudiantes de Agronomía y Paisajismo. En ese sentido, ya se han encarado los primeros sondeos con los responsables de las carreras vinculadas con el espacio verde para ofrecer a los estudiantes la alternativa de participar en el estudio a través de pasantías. El deterioro de los árboles se registra de diversas maneras: hojas manchadas o aparición de árboles absolutamente secos. �Este panorama duplica los porcentajes que los especialistas consideran tolerables o normales en el estado fitosanitario de cualquier ciudad�, indica González Gass entre sus fundamentos. La cifra no incluye, según explica, los riesgos que genera la caída de un árbol en mal estado ni su distribución en la Capital. �En la ciudad de Buenos Aires �indica André� las estadísticas demuestran que la situación no es tan grave en cantidad sino en la distribución.� Para el arquitecto, este estado sería �análogo al ingreso: seguramente, la tasa de la Capital sería alta comparada con la del país, pero está desequilibrada�. En términos de mercado verde, Palermo es el sector alto, mientras que Almagro y Villa Crespo corresponden a los niveles de pobreza extrema. Durante la gestión de Nicolás Gallo en el área de Obras Públicas porteña se llevó a cabo un plan de reforestación. Aquel programa, sin embargo, parecería no haber satisfecho la demanda: �Al menos en la ciudad -continúa Gass�, los especialistas estiman que deberían reponerse quinientos mil nuevos ejemplares para lograr un nivel de esparcimiento visual y aire puro suficiente�. El censo e inventario que ahora estudiarán los diputados serviría así para modelar la curiosa idea de sombras equitativas. Denominado Sistema de Información y Control del Arbolado Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, el programa completará y actualizará el inventario que hay en la ciudad desde el �91. La base de datos que archivará la información se hará a partir de un programa especial que permitirá actualización permanente. Existe un alto grado de consenso para que cuando, en veinte días, el proyecto sea tratado, termine aprobándose. Fuentes vinculadas con el estudio han dicho a este diario que el Ejecutivo estaría de acuerdo con su instrumentación. Ahora sólo resta estudiar las partidas que sostendrán no sólo a los árboles sino a los encuestadores que recorrerán las calles.
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