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LA ACADEMIA DE HOLLYWOOD ENTREGABA ANOCHE SUS PREMIOS OSCAR AL CINE 1999
Una velada custodiada por expertos



Las principales contendientes de la noche, "Belleza americana" y "El informante", esperaban quedarse con la mayor parte de los galardones. Michael Caine ganó como mejor actor de reparto por su papel en "Las reglas de la vida".

 

 

Billy Crystal, para mayor seguridad, llega en andas de un oficial de la policía de Los Angeles


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Al cierre de esta edición, el show de la 72ª edición de los premios Oscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood todavía estaba en pañales. Entre las primeras estatuillas repartidas, Angelina Jolie ganó el Oscar a la mejor actriz secundaria por inocencia interrumpida, mientras que la estatuilla a la mejor canción fue para Phil Collins por "You'll Be in My Heart", de la producción de Disney Tarzán. A su vez, mejor actor de reparto fue elegido el favorito Michael Caine, por Las reglas de la vida.

  Todo comenzó con un tácito homenaje al desaparecido Stanley Kubrick. Se iluminó la pantalla del Shrine Auditorium y se vio el hueso lanzado al infinito de 2001, Odisea del espacio, cayendo en... la cabeza de Billy Crystal. A partir de allí, el animador se vio lanzado al espacio virtual de la historia del cine norteamericano. Desde Charles Chaplin en La quimera del oro hasta Marlon Brando en El Padrino, pasando por Kirk Douglas en Espartaco, James Dean en Rebelde sin causa y Humphrey Bogart e Ingrid Bergman en Casablanca, todos interactuaron con Crystal, que no se ahorró chistes sobre el vicepresidente y candidato presidencial Al Gore ("El robot que quería parecer humano", dijo) y el show mismo de la Academia. "Tres horas, ¿díganme por qué?", se preguntó sobre la duración del espectáculo, que esta vez fue más ajustado en sus tiempos. "¡Corten los clips, corten las canciones, corten el show!", cantó Crystal, ya de carne y hueso sobre el escenario, donde fue depositado por un agente de la policía de Los Angeles. "Fue la única forma de asegurarme que iba a llegar", bromeó, en alusión al robo de estatuillas que la semana pasada puso en peligro la edición de ayer. Acto seguido, saludó al héroe de la jornada, Willie, el afortunado que encontró en la basura los Oscar robados y que por su devolución recibió 50.000 dólares y una entrada para el show, en la misma platea en la que se codeaban Tom Cruise con Nicole Kidman y Brad Pitt con Arnold Schwarzenegger.

  "Hola Jack, ¿recién llegaste?", toreó Crystal a Nicholson, antes de presentar a los nuevos tres Angeles de Charlie, de la inminente producción para el cine: Cameron Díaz, Drew Barrymore y Lucy Liu. "Tiene 72 años y se merece estas tres mujeres", señaló el animador, refiriéndose al tío Oscar, que empezaba a repartirse, veinte minutos después de iniciado el show. Los primeros rubros técnicos fueron quedando en manos de Topsy Turvy, la película de época del británico Mike Leigh, y Matrix, el film de ciencia-ficción protagonizado por Keanu Reeves. Luego llegó el premio a la mejor actriz secundaria, presentado por James Coburn, y que recayó en Angelina Jolie, por Inocencia interrumpida. La hija de Jon Voight agradeció a su compañera de elenco, Winona Ryder, y fue tan fugaz en su paso por el escenario que quedó clara la estricta orden de brevedad que impartieron los productores.

 Mientras tanto, seiscientos fanáticos, armados con provisiones y cámaras fotográficas, colmaban desde primera hora de ayer las gradas erigidas frente a la alfombra roja, en espera del paseo triunfal de las estrellas que asistían a la 72a edición de los Oscar. La mayoría de los "mirones" pasaron sólo una noche a la intemperie, pues la policía decidió este año aplicar la ley al pie de la letra y prohibir el camping desde una semana antes, lo que era una tradición casi tan arraigada en Hollywood como el desfile de los candidatos y los presentadores. Un grupo autodenominado "Los supervivientes del Holocausto abortivo", cuyos jóvenes miembros nacieron después de 1973, año en que se legalizó el aborto en Estados Unidos, se manifestaron el sábado en las inmediaciones de Shrine Auditorium para protestar ante la prensa mundial por las candidaturas de Las reglas de la vida. Pero esta protesta es casi anecdótica dada la cantidad de escándalos que han precedido este año la celebración de la gran fiesta del cine. Primero se perdieron en el correo casi todas las papeletas, unas 4000, dirigidas a los votantes de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas residentes en California. Luego desaparecieron 55 de estatuillas valoradas en 18.000 dólares, 52 de las cuales fueron halladas al lado de un contenedor de basura. Y por si fuera poco, un prestigioso diario neoyorquino, el Wall Street Journal, trató de anticipar científicamente el resultado de los Oscar sondeando a 356 de los 5607 académicos con derecho a voto, una maniobra que irritó a los responsables de la Academia. Pero el momento más dramático de los Oscar, retransmitidos en directo por televisión a 1000 millones de teleespectadores en todo el mundo, podía estar aún por llegar si el cuarto hijo de Warren Beatty y Annette Bening decidía participar en una de las noches más importantes de la carrera de sus padres. Bening, favorita para obtener la dorada estatuilla de mejor actriz por su papel en Belleza americana, renunció en el último momento a ser una de las presentadoras por lo que hubiera podido pasar durante la ceremonia, a la que asistió con la maleta hecha y acompañada por un médico. Si se producía la emergencia, Beatty también hubiera debido renunciar a recoger el premio especial Irving Thalberg, el más alto honor al que puede aspirar un productor en la meca del cine.

 

Stallone, el peor del siglo

El western de ciencia ficción Wild Wild West se llevó la palma con cinco deshonores en la vigésima edición de los premios Razzie, los "antioscar" del cine, que recompensó a las peores producciones y actuaciones del año 1999. Además de las categorías habituales, la fundación de la Frambuesa de Oro, que dice agrupar a 450 críticos y periodistas de nueve países, decidió entregar premios especiales a los peores del siglo. Sylvester Stallone, que obtuvo 24 candidaturas en la historia de los Razzie, se llevó el galardón de actor más nefasto del siglo por el "99,5 por ciento de todo lo que ha hecho en su vida", mientras que la versión femenina del premio fue para Madonna. Wild Wild West, dirigida por Barry Sonnenfeld, además de cosechar un rotundo fracaso en la taquilla, acaparó las Frambuesas de Oro al peor film, peor director, pero canción y peor guión. Sus protagonistas, Will Smith y Kevin Kline, también se llevaron el premio a la peor pareja en la pantalla, pero Salma Hayek, candidata al premio de peor actriz secundaria, se salvó gracias a Denise Richards, hundida por su papel en la última aventura de James Bond The World Is Not Enough. Pese a sus ocho candidaturas, La guerra de las galaxias: Episodio I - La amenaza fantasma salió bastante bien parada, llevándose sólo el premio de peor actor secundario para la criatura creada por ordenador, Jar-Jar Binks. El premio de peor actriz fue para la protagonista de The Blair Witch Project, Heather Donahue, y el de peor actor recayó en Adam Sandler por Big Daddy.


Los primeros ganadores

Al cierre de esta edición, éstos eran los primeros ganadores:

Mejor vestuario: Lindy Hemming por Topsy-Turvy.
Mejor sonido: Reitz, Rudloff, Campbell y Lee, por Matrix.
Mejor maquillaje: Christine Blundell y Trevor Proud por Topsy-Turvy.
Mejor actriz de reparto: Angelina Jolie por Inocencia interrumpida.
Mejor corto de ficción: Barbara Schock y Tamara Tiehel, por My mother dreams of Satans�s Disciples in NY.
Mejor corto animado: Alexandre Petrov, por The old man and the sea.
Mejor canción original: Phil Collins por You�ll be in my heart.
Mejor corto documental: Susan Hadary y William Whiteford por King gimp.
Mejor documental: Kevin Mac Donald y Arthur Cohn, por One day in September.
Mejor actor de reparto: Michael Caine, por Las reglas de la vida.
Mejor Edición de sonido Dane Davis por Matrix.
Mejor Efectos Visuales Gaeta, Sins, Courtley y Thum, por Matrix.

 


Wim Wenders, derrotado

La primera sorpresa de la noche fue la derrota de Buena Vista Social Club, el popular documental del alemán Wim Wenders, sobre la resurrección de la llamada �Vieja Trova Cubana�, encabezada por Compay Segundo e Ibrahim Ferrer, entre otros maestros de la música del Caribe. Todas las encuestas daban como segurísimo ganador a este trabajo, coproducido por Ry Cooder, pero el premio al mejor largometraje documental finalmente fue para One day in September, un film de Kevin Mac Donald y Arthur Cohn sobre la tragedia que en 1972 enlutó a los Juegos Olímpicos de Munich. Combinando material de archivo con entrevistas a testigos presenciales e incluso al único terrorista que sobrevivió a la masacre, la película sedujo a los miembros del comité de selección encargado de determinar este premio, que ya en ediciones anteriores provocó polémicas. Este año, sin embargo, no habrá quien se queje, salvo el público. El comité fue completamente reestructurado por las autoridades de la Academia y ahora está integrado por reconocidos documentalistas norteamericanos, que premiaron ayer a un veterano del Oscar. Uno de los dos realizadores de One day in September, Arthur Cohn, ya había ganado antes dos estatuillas, con Le ciel et la boue (1961) y American Dream (1990), un film que hizo en colaboración con Barbara Kopple.


Los mejores independientes

La comedia Election, dirigida por Alexander Payne, fue la gran triunfadora de la 15ª edición de los Premios del Espíritu Independiente, que se realizó en Los Angeles casi simultáneamente a la fiesta del Oscar. A su vez, Todo sobre mi madre fue derrotada por el trepidante filme alemán Corre, Lola, corre, de Tom Twynker. Election, una sátira de los comicios presidenciales estadounidenses, acaparó los premios de mejor película, mejor director y mejor guión en la ceremonia celebrada bajo una carpa en la playa de Santa Mónica. Por su parte, Los muchachos no lloran arrasó en los apartados de interpretación femenina, con Hilary Swank y Chloe Sevigny, coronadas respectivamente mejor actriz y mejor actriz secundaria. La comedia ¿Quieres ser John Malkovich?, dirigida por el debutante Spike Jonze, también se llevó dos premios, mejor primer guión para Charlie Kaufman y mejor ópera prima producida a un costo de más de 500.000 dólares. El galardón de mejor ópera prima de menos de medio millón de dólares fue para The Blair Witch Project. Los premios del Espíritu Independiente son organizados por la asociación Independent Feature Project (IFP), con 9000 miembros en Estados Unidos.

 

 

 

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