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�Por suerte, yo no voto en la elección de Capital� 

El ex secretario general de la Presidencia Alberto Kohan defiende, como si estuviera en campaña, a Menem. Reflotó la Fepac para �volver a ganar�, pero confiesa que �por suerte� no milita en el PJ Capital. 


Por Fernando Almirón
t.gif (862 bytes) En el menemismo aseguran que hablar con Alberto Kohan es como dialogar con el propio Carlos Menem. Entre ambos hay 26 años de amistad, �más tiempo del que llevo casado�, dice Kohan. Según el ex secretario general de la Presidencia, Menem y su entorno pondrán en marcha la estrategia de la segunda reelección, con vistas al 2003. Con ese objetivo se volverá a poner en marcha la Fundación de Estudios para la Argentina en Crecimiento (Fepac), que fue la herramienta electoral del entonces gobernador riojano para ganar primero las internas del justicialismo y después la general en 1989. Entre los que integrarán la nómina de la fundación se encuentran: Jorge Castro, Pacho O�Donnell, Hugo Porta, Marta Alarcia, Alicia Pierini, Julio Mera Figueroa, César Arias, y los sindicalistas Antonio Cassia, Pedro Goyeneche y José Luis Lingeri. También se sumarían al grupo de especialistas para seguir las políticas del gobierno de la Alianza Ricardo Romano, el senador Alberto Tell y los ex ministros Manuel García Solá (de Educación) y José Uriburu (de Trabajo). La renovación del Senado el año próximo será la primera prueba de la supervivencia menemista.

�¿A Menem le duele el alejamiento de los amigos que ya no están, que desaparecieron con el poder?

�Menem está más allá de algunas pequeñas cosas, aunque a veces duelen las deslealtades... pero el que ahora no está es porque nunca estuvo.

�Hablamos de Ramón Ortega, Carlos Reutemann, Carlos Ruckauf...

No, no. Hay algunos que han tomado un camino determinado y eso no quiere decir que sean desleales. Reutemann ha reconocido que Menem fue su mentor político, lo mismo que Ortega.

�Pero ahora todos ellos quieren competir por la Presidencia de la Nación, como Menem, que quiere volver en el 2003.

Son hombres inteligentes y saben de la vigencia política de Menem.

�¿No cree que preferirían que se retire definitivamente?

No, no lo creo. De todos modos opino que ellos tienen derecho a competir por la presidencia, ahora habrá que ver qué dice el voto justicialista a la hora de elegir a su candidato. La vigencia de un hombre como Menem no tiene que molestar, como no le tiene que molestar a los dirigentes radicales la vigencia de Raúl Alfonsín.

�Menem como presidente del PJ, ¿conduce realmente el partido? A decir verdad le costó mucho armar una reunión con los gobernadores.

El justicialismo está formado por diversas estructuras. Los gobernadores son jefes de distrito y consultan con los dirigentes de sus provincias la postura que traerán al Consejo. Eso lleva tiempo.

�¿Cómo hará Menem para conservar el control del PJ ahora que no tiene el poder de gobierno?

Por supuesto que un cargo en el Ejecutivo otorga un gran poder, pero la vigencia política es lo que en definitiva te instala en la conducción de un partido, y nosotros trabajamos todos los días por esa vigencia.

�Sin embargo las últimas encuestas no lo favorecen, Menem ocupa uno de los últimos puestos entre las preferencias del electorado.

Las encuestas, con todo respeto, son una foto en un momento determinado en un lugar determinado. Para mí la mejor encuesta es contar los votos. Sin ir más lejos, en el �95 según las encuestas había segunda vuelta y ganaba José Octavio Bordón. Y Menem sacó más votos que cuando ganó por primera vez la presidencia.

�¿Usted fue el monje negro de Menem?

No, de ninguna manera, esos son comentarios de algunos amigos que me quieren... y de algunos que no me quieren. Lo bueno de la política es que se trata con gente. Y todo lo que está en la naturaleza humana, como la envidia. Me preocupa hacer bien mi trabajo y serle leal a la persona en la que creo.

�Pero no puede negar que desde su cargo manejó los hilos del poder.

Yo he manejado el poder delegado, delegado por Menem. El cambió 52 ministros y como 75 secretarios de Estado. Cuando alguien se equivocaba o no servía tenía que dejar el cargo, y yo mantuve el mío durante toda la gestión. Esto me hace sentir orgulloso.

�¿Cuántos de estos funcionarios debieron alejarse por sugerencia suya?

Ninguno. Le puedo asegurar que el que diga eso miente. Aunque sé que muchos lo dicen.

�¿Menem no puede vivir sin usted? Lo llevaba a todos lados.

Será que se siente cómodo conmigo, nos conocemos desde hace 26 años, más tiempo del que llevo casado con mi esposa.

�¿Menem cobra más o menos que Cavallo por sus conferencias en el exterior?

Por ahora no cobra. Eso sí, lo invitan con todos los gastos pagos.

�El enfrentamiento con Eduardo Duhalde, ¿fue un error político?

Menem no se enfrentó nunca con Duhalde. Mire, tanto en Uruguay como en Chile los candidatos del oficialismo defendieron lo hecho por sus gobiernos, nunca dijeron que el modelo estaba agotado y ganaron los dos, Lagos y Batlle. Hay que tener en cuenta que nosotros en la elección general sacamos en votos la base histórica del peronismo, por lo que debemos deducir que el discurso de Duhalde no convenció a ningún independiente. Pero, el análisis no nos corresponde hacerlo a nosotros.

�¿A quiénes entonces?

Al que fue candidato. Yo creo que la base de esto era defender lo que había hecho el gobierno a lo largo de 10 años de gestión.

�¿No cree que Duhalde pagó el costo de las sospechas de corrupción que caían sobre María Julia Alsogaray y Víctor Alderete, para mencionar dos caos emblemáticos?

No, de ninguna manera. No sé cómo se puede condenar si la Justicia no condena. No se puede condenar por sospecha, por las dudas.

�¿Cómo ve al justicialismo en la elecciones a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?

Lo veo complicado. El PJ de Capital ha tenido una serie de conflictos internos que no le han permitido armar un frente electoral seductor. En la última elección sacamos el 24 por ciento a nivel nacional y en la Capital Federal sacamos solamente el 9 por ciento.

�A su entender, ¿a qué se debe que Raúl Granillo Ocampo se aferre a su candidatura con lo que el PJ no logró tejer ningún acuerdo electoral?

Bueno, pero él ganó la interna, está en su derecho.

�Las internas no fueron todo lo transparentes que debieran, y según parece Granillo Ocampo no cuenta con el apoyo de los afiliados porteños.

El decidió este camino y vamos a ver qué dice la gente en su momento. Es complicado el panorama del justicialismo en esta elección. Después, en base a los resultados el partido hará su análisis. La gente no se equivoca cuando vota, de eso estoy convencido. Si hay un error, siempre es de los dirigentes, la gente no se equivoca.

�No le produce cierto desagrado tener que pedirle a los justicialistas porteños que terminen apoyando a Cavallo y a Beliz.

�(Suspira). Yo no soy del PJ Capital, por suerte vivo en la provincia.

�¿Qué estrategia pondrán en marcha para que Menem no siga perdiendo poder y continúe no sólo formalmente al frente del justicialismo?

El 3 de mayo vamos a convocar al Consejo Nacional, a sus 120 integrantes con los que se diseñará una estrategia unificada para ahora que somos oposición.

�Según parece los gobernadores se han convertido en los interlocutores del PJ con el gobierno de la Alianza. No el partido.

Hay interlocuciones que lleva el presidente del partido y otras que se llevan por otros carriles como la de los gobernadores que deben cuidar los intereses de su provincia. Ellos no pueden enfrentarse como el resto de los políticos al gobierno nacional que maneja la caja de la que viven.

�¿Por qué el Gobierno no habla con Menem en su carácter de presidente del partido y sí por ejemplo con Duhalde?

El Gobierno habla con Menem cuando hay que hablar, cuando fuimos a Uruguay, en el avión, De la Rúa y Menem estuvieron conversando.

�Kohan, no me refiero a una charla de avión, sino a temas tales como la reforma laboral.

Se habló que nosotros pondríamos a nuestros legisladores en el recinto para debatir leyes, aunque se vote en contra de las propuestas del oficialismo. Pero de todos modos en estos momentos Menem está abocado al diálogo dentro del justicialismo.

�¿Con vistas a la renovación del Senado en el 2001, por ejemplo?

Así es, no se olvide que por primera vez los senadores serán electos por el voto directo de la gente.

�Se propone reflotar la Fepac, ¿con qué objeto?

¿Cómo para qué?, para volver a ganar, de eso no tenemos dudas. Esta fundación que preside Menem es el lugar histórico que tenemos como herramienta electoral. Así es como funcionó y así es como va a funcionar.

 

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