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La orden acaba de ser librada. Los inspectores de tránsito pasarán a la caza de �arbolitos�. No se trata de ningún código cifrado, sino del nombre que han recibido los fabricantes de registros para conducir truchos. Los responsables del tránsito en la ciudad de Buenos Aires han denunciado la existencia de �cientos de registros apócrifos� salidos de bocas de expendio clandestinas. Los farsantes suelen presentarse como gestores de documentación que, generalmente, nunca tramitan. Aunque pueden actuar individualmente, el gobierno porteño asegura que existen organizaciones de dimensiones importantes equipadas con tecnología que les permite imitar, casi a la perfección, los originales. En el país mueren 27 personas por día en accidentes de tránsito. Esa cifra duplica los índices de Estados Unidos y supera en cinco a la de Suecia. Sobre estos datos se imprime ahora una denuncia que pone al descubierto uno de los sostenes que hacen sobrevivir a la estadística: hay numerosos conductores con registros truchos. Allí apunta la denuncia hecha ayer por la Dirección de Tránsito porteña. Su titular, Néstor Bilancieri anunció la existencia de �cientos de registros para conducir falsificados�. Quienes negocian la emisión o renovación de su documento a través de estos mecanismos son, entre otros, quienes fueron señalados por la Justicia como inhabilitados para conducir. En la Capital pueden pagar hasta 100 pesos. Ese pago lo hacen también quienes por salud o por distintos grados de discapacidad psicofísica no pasan el examen habilitante. Pero también se paga por comodidad, para escapar de las colas. El pago se hace a falsos gestores conocidos en el ambiente como �arbolitos�. El mote define sólo la ubicación, habitualmente rodean los lugares donde suelen tramitarse los registros a la pesca de clientes. A cambio del pago entregan una documentación que según Bilancieri tiene una �calidad de la que se desprende la magnitud de la inversión en tecnología que se ha hecho para imitar los originales y revela que se trata de organizaciones importantes�. El problema no se limita a la Capital: en Avellaneda extraoficialmente se calcula la existencia de entre 2000 y 3000 registros falsos en circulación. �Mientras el precio oficial del registro es de 84,50 pesos y 93 para el profesional, los truchos cobrarían entre 40 y 150 pesos�, asegura el jefe de Tránsito Roberto Goenaga. En esa ciudad se ha detectado un nivel importante de registros profesionales falsificados, en manos en algunos casos de conductores de minibuses. Sin embargo, este recurso no es el único que habilita la obtención de registros por izquierda. En Buenos Aires no existen registros comunes entre los partidos del conurbano y la Capital. Esto permite que aquellos que, después de un trámite legal, no han conseguido el registro por motivos psicofísicos, lo obtengan en otra ciudad. Sólo cruzando la frontera a otro distrito y manifestando un cambio de domicilio, puede conseguirse el registro. �Existen 1500 bocas de expendio en todo el país y lamentablemente las municipalidades otorgan los registros por simple ánimo recaudador o como favores políticos�, simplifica ahora Eduardo Bertotti del ISEV. Para hacer circular la información de los inhabilitados por estos motivos, se ideó el Registro Unico convenido por la cúpula de los jefes de tránsito del conurbano. Los datos se transmitirán por red aunque por ahora sus mentores aseguran que no esperarán la finalización de la rueda burocrática: �Yo me arreglo con un disquette�, dice Néstor Bilancieri director de Tránsito de la comuna porteña. �No tengo más que cargar todas las semanas la lista de inhabilitados que me pasen los municipios �sigue-. No son tantos.� Para controlar a quienes circulan con los falsos registros, en la Capital se podría pedir la contribución a las comisarías en el operativo cerco: �Cada vez que alguien denuncie algún siniestro �proyecta el jefe porteño�, se podría pedir el registro. De este modo, desde la Direcciónse podrían cruzar los números y detectar los falsos para ordenar el secuestro�.
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