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El decano de la facultad de la UBA anunció que en el 2001 estará en marcha una reforma académica. Quiere posgrados gratuitos. |
Por Cecilia Sosa  Un
tronco común para las cinco carreras, nuevos planes de estudios y una
flamante estructura departamentalizada son los ejes de la profunda reforma
académica que anunció ayer el decano de la Facultad de Ciencias Sociales
(UBA), Fortunato Mallimaci. �Vamos a transformar la estructura de la
facultad�, dijo y se animó a poner una fecha: el inicio del 2001. La
reforma se hará junto con la departamentalización que, tal como
adelantó Página/12, el Consejo Superior de la UBA le exige cumplir a
Sociales. El anteproyecto será elaborado en dos meses por una comisión
especial de profesores y luego será debatido por todos los claustros.
Incluirá la realización de pasantías y trabajos voluntarios para los 20
mil alumnos de la facultad. Además, el decano adelantó que intentará
lanzar posgrados gratuitos, cuando hoy son arancelados en toda la
universidad.En realidad, el proceso arranca con demora. El mandato de organizar una estructura matricial 
(cruce de departamentos y carreras) nació con la propia facultad en 1988.
Y la reforma de los planes de estudios es impulsada por la UBA desde 1996.
�Por distracción, amiguismo o aspiraciones de poder, hasta hoy no se
pudo hacer�, reconoció Mallimaci. Las cinco carreras de Sociales
(Sociología, Ciencia política, Ciencias de la comunicación, Trabajo
social y Relaciones del trabajo) afrontarán grandes cambios en sus planes
de estudios. �Tienen planes del �87 y el �88, y en este lapso se
produjeron grandes modificaciones en los campos�, explicó el vicedecano
Norberto Alayón. Para Ciencias de la comunicación se rumorea un fuerte
acortamiento de la currícula. �Hoy se extiende a 7, 8 y 9 años. Es
algo que los alumnos piden desesperadamente�, dijo Mallimaci. Además,
se prevé organizar un primer año común para las cinco carreras. �Se
respetarán las tradiciones de cada una�, se atajó el decano. De hecho,
ya desde este año la oferta de materias optativas es común a todas las
carreras.También estará en manos de la comisión �integrada por los ex decanos Juan Carlos Portantiero y Mario Margulis, y otros 7 profesores� decidir si se otorgará un título intermedio, tal como está contemplado en la reforma impulsada por el Rectorado. El instituto de investigaciones Gino Germani también será reformado para �priorizar la investigación de los estudiantes del grado y del posgrado�. Como parte de las nuevas currículas, los estudiantes podrán realizar trabajos voluntarios y los graduados, pasantías. Un párrafo aparte merece la mentada departamentalización. Según está previsto, las carreras deberán vincularse entre sí a través de diversos departamentos temáticos. Los profesores que integran la comisión deberán definir �cuáles serán las principales áreas de conocimientos, cuáles serán los cambios en las currículas, qué materias optativas se ofrecerán a las cinco carreras y cómo se relacionarán el grado y el posgrado�, enumeró el decano. Aunque todavía no están definidos los flamantes departamentos, se descarta que algunos serán los de historia, teoría social y epistemología. Los departamentos se nutrirán de las cátedras que hoy dictan las materias del área en las diversas carreras y, en cada cuatrimestre, sus docentes asumirán responsabilidades diferentes. �Parte del plantel dará clase en el grado, otro en el posgrado, y otro podrá dedicarse a la investigación�, deslizó Mallimaci, como aviso de que no habrá ajustes ni despidos. La rotación de los docentes es vista por las autoridades como una variante para bajar los costos de los posgrados. �Queremos encontrar la forma de que la educación de posgrado no se mercantilice y avanzar hacia posgrados gratuitos�, dijo el decano. La facultad no cuenta con recursos extra para concretar su reforma. Más del 90 por ciento de su presupuesto (unos 10 millones anuales) se lo llevan los salarios de los docentes que, por promedio, cobran 130 pesos mensuales. �Le vamos a pedir dinero al Rectorado �advirtió Mallimaci�, pero lo fundamental pasará por nuestros propios recursos intelectuales.�
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