Por Diego Schurman y Felipe Yapur
Llegó
cabizbajo, sereno. Y cuando nadie lo esperaba, Hugo Moyano lanzó la
bomba.
�Para convencer a los senadores tenemos la Banelco.
Cuando los legisladores aún no habían salido del asombro, el jefe de la
CGT rebelde continuó. �Esa frase me la dijo Flamarique, en el marco de
una reunión por la reforma laboral.� Ninguno de los integrantes de la
Comisión de Trabajo de la Cámara alta atinó a abrir la boca. Sólo el
ministro involucrado, en defensa propia, salió al cruce. Y obviamente
para negar la propiedad de esas palabras.
Moyano aseguró que Flamarique insinuó la compra de los votos
justicialistas en una reunión mantenida el mes pasado en la Federación
de Obras Sanitarias. Como testigos puso al dueño de casa, Rubén Pereyra
y a los sindicalistas Saúl Ubaldini, Omar Viviani y Juan Manuel Palacios,
quienes compartieron esa comida con el ministro.
�Me dijeron que la Banelco es una tarjeta de crédito�, se hizo el
distraído Moyano generando suspicacias entre los presentes.
Flamarique se enteró de la acusación de Moyano por radio. Y no tardó en
responder. �Me ha dejado helado. No sé a qué se refiere, entiendo a
qué se refiere (sic), pero nunca he dicho eso. No es cierto. Está
diciendo una cosa que no es cierta. Yo no he dicho eso�, manifestó. Los
sindicalistas ahora esperan que algún fiscal actúe de oficio.
Las palabras del jefe de la CGT rebelde surgieron dos días después de
conocerse los spots del Gobierno donde se acusa a la dirigencia sindical
de enriquecerse a costa de los trabajadores. En ese aviso uno de los
rostros que aparecen es el del propio Moyano, junto a los acuerdistas
Rodolfo Daer, Armando Cavalieri y Luis Barrionuevo.
El camionero ya había salido a patear el tablero en un reportaje
concedido a la revista de Daniel Hadad, donde aseguró que el Gobierno lo
quiso coimear. �Cuando se empezó a discutir el tema de la ley laboral
Walter Cevallos (secretario de relaciones con las provincias del
Ministerio del Interior) fue al gremio. Después me llamó por teléfono:
�che papá ¿para la obra social cuánta plata necesitás?�, así me
habló. Eso era una cama, y me quisieron comprar. Me quisieron coimear.�
La propuesta, según las palabras de Moyano, era para levantar la
movilización a Plaza de Mayo dispuesta en contra de la reforma. Por esos
días Página/12 reveló que el Gobierno no liberaba partidas de dinero
que por ley le correspondían a las obras sociales sindicales.
Desde el Ministerio del Interior negaron tal conversación. Y se apuraron
en enviar un fax a Cevallos, que recién regresa hoy de los Estados
Unidos, con la copia del reportaje a Moyano.
En caliente, el jefe de la cartera, Federico Storani, aseguró que había
que dar curso a una querella. Por ahora se avanzó en la redacción de una
carta documento para que en las próximas 48 horas el sindicalista
ratifique o rectifique sus dichos.
No habrá que esperar tanto tiempo. Uno de los asesores legales de la CGT
rebelde, Héctor Recalde, aseguró a este diario que no habrá marcha
atrás. �Si Cevallos quiere querellar que lo haga. Haremos la prueba de
la verdad�, desafió.
A pesar de las bombas, el camionero Moyano se preocupó en remarcar que lo
que él busca es una �mesa de concertación nacional� y que su enemigo
no es el Gobierno sino el �poder� del Fondo Monetario Internacional,
que ahora presiona para que se apruebe la reforma sin modificaciones.
El sindicalista les recordó a radicales y frepasistas que durante la
gestión menemista no sólo compartieron la multisectorial opositora para
enfrentar los proyectos de flexibilización laboral sino también varias
marchas y paros. �A nosotros todavía nos duelen los brazos para
subirlos a nuestro palco para que la gente los pueda ver�, achacó. La
lectura que hicieron en el Congreso del spot publicitario del Gobierno y
de la airada respuesta de Moyano es simple: las elecciones de Capital
previstas para el 7 de mayo trazaron nuevamente una línea divisoria entre
Gobierno y oposición. A medida que pasen los días la polarización se
profundizará. Y será más difícil diferenciar dentro del PJ entre
acuerdistas e inflexibles. A tal punto que ayer se escucharon voces como
la del jefe de la bancada de senadores justicialistas, Augusto Alasino, a
favor de rechazar la iniciativa.
Alasino es uno de los legisladores que venía predicando por introducir
modificaciones al proyecto y que se negaba a rechazarlo de plano. Para
Moyano el rechazo es necesario ya que, aun si se introdujeran profundas
modificaciones, Fernando de la Rúa tendría la potestad de vetarlas. Al
Presidente le gustaría tener la ley aprobada el 13 de junio, día en que
está programado el encuentro con su par norteamericano, Bill Clinton.
El jefe de la CGT rebelde, de todos modos, no se quedará quieto. Ya tiene
en carpeta la organización de una �noche de vigilia� en la Plaza del
Congreso para el día en que los senadores analicen el proyecto en el
recinto.
TERRAGNO NO DIO SU INFORME
ANTE EL SENADO
Entre la gripe y el partido
Por Fernando Almirón
Una epidemia de
otoño y una endemia nacional le impidieron que el jefe de Gabinete,
Rodolfo Terragno, brindar su primer informe ante el Senado de la Nación.
El estado gripal que afecta desde hace tres días al funcionario, algo
debilitado como para soportar más de cuatro horas de exposición sobre la
gestión de gobierno frente a los legisladores, y el encuentro de fútbol
entre las selecciones de Argentina y Chile que amenazaba con dejar al jefe
de ministros hablando solo en el recinto, convencieron al los senadores de
la Alianza de postergar la presentación de Terragno hasta el próximo
miércoles, lo que fue inmediatamente aceptado por la bancada del PJ.
Terragno había trabajado su primera aparición en el Congreso con extrema
prolijidad. Hace un mes se reunió con los jefes de las bancadas del
Senado para combinar con ellos la dinámica que quería imponerle a su
informes bimestrales, que desde la reforma de la Constitución nacional de
1994 el jefe de Gabinete debe brindar mes por medio en cada Cámara
parlamentaria. Propuso dejar lugar a preguntas y repreguntas de los
legisladores y realizar una exposición con apoyatura técnica, ya sea
mediante transparencias o proyección de videos. Si bien estas
modificaciones aún no fueron aprobadas por la Comisión de Asuntos
Constitucionales, los senadores aceptaron que el jefe de Gabinete, en vez
de leer su informe de espaldas a los legisladores, como era habitual
durante la gestión de su antecesor, el justicialista Jorge Rodríguez, lo
hiciera mirando a las bancas.
La presencia de Terragno en el Congreso era un hecho hasta el mediodía de
ayer. Sin embargo, algunos senadores del oficialismo no disimularon su
preocupación por el grado de exposición que ofrecería el gobierno a
través de su representante en el momento de mayor tensión entre el
Ejecutivo y la oposición enfrentados en torno de la reforma laboral.
Estaba previsto que, después de los 30 minutos de exposición de
Terragno, cada bloque tendría derecho a 45 minutos de preguntas a las que
el jefe de ministros debería responder. �Ya teníamos las preguntas por
escrito �aseguraron en el bloque de senadores de la UCR� así que no
había nada que temer.�
Pero la Selección puso la pelota en la cancha y cambió el partido. �Los
encuentros de la selección argentina hicieron abortar más de una sesión
y dejaron a la deriva el debate de leyes pendientes de voto; imagínese
qué hubiera pasado en este caso donde no había nada que votar�,
aseguraron en el Senado. �No queríamos ver al ministro hablándole a un
recinto semidesierto, con los pocos senadores presentes prendidos a los
auriculares de sus radios portátiles.�
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