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La actriz Cecilia Roth regresó ayer desde Los Angeles contando que tiene una oferta para filmar el año que viene en Estados Unidos, pero remarcó que aún no sabe bien si la aceptará. La actriz señaló que la oferta era previa a su viaje para asistir a la ceremonia de la entrega de los Oscar -en que el film de Pedro Almodóvar que protagonizó, Todo sobre mi madre ganó la categoría destinada a las películas extranjeras�, pero agregó que supone que las nuevas circunstancias reforzaron el interés de sus interlocutores, que no identificó. Uno de los inconvenientes para aceptar el rodaje, que sería en enero del 2001, es que la actriz quiere tener tiempo para compartir con Martín, su bebé de siete meses, y con su pareja, el músico Fito Páez, quien regresó con ella desde Estados Unidos. Páez, que estaba de gira por ese país promocionando su disco Abre presenció la ceremonia por televisión, desde un hotel, y luego la acompañó en los festejos de madrugada. Roth admitió que, cuando el domingo llegó el momento en que se anunció el galardón para el film de su amigo Almodóvar, sintió una sensación de alivio, más que de satisfacción. �La misión estaba cumplida�, sintetizó. �Sufrí un momento de insensibilidad. Nos mirábamos y no nos dábamos cuenta del todo de lo que nos estaba pasando�. La ceremonia en Los Angeles, remarcó, �fue muy cansadora, porque lo que parece glamoroso �lo es� lleva un largo tiempo de preparación y espera�. La actriz contó que para el equipo del film la �cábala del número 13�, habitualmente indentificado con la mala suerte, fue importante. �Esta fue la película de Pedro número 13, hacía 13 años que yo no trabajaba con él, él vive en una casa número 13 y yo, en Madrid, también�, recordó. �Además, muchas de las cosas que pasaban alrededor del film tenían que ver con el número 13. Por eso cuando nos enteramos de que la entrega a Mejor película extranjera era la número 13 en el orden de la ceremonia, me pareció que ganábamos�. En una charla con el periodismo en el aeropuerto de Ezeiza, Roth indicó que no subió al escenario a recibir el Oscar junto a Almodóvar por una exigencia organizativa. Y remarcó lo molesto que fue que le cortaran el micrófono cuando prolongó su discurso de aceptación. Una vez terminada la ceremonia �lo único que le importaba a Pedro es que le habían cortado el micrófono�, reveló. �Fue una situación muy incómoda y él estaba mosqueado. Es que... da rabia. A uno de ellos no se lo hubiesen cortado. Pero es así... Hollywood es para los americanos�. Diplomático, Almodóvar no dijo demasiado al respecto, al regresar ayer a España, con los ojos escondidos tras anteojos oscuros �como Roth�, y el Oscar entre las manos. �No ha cambiado absolutamente nada�, fue una de las cosas que balbuceó, antes de rogar que se lo dejasen ir a descansar. Almodóvar llegó a Madrid procedente de Los Angeles en compañía de los miembros de su productora y de algunos de sus actores en el film premiado, como Marisa Paredes, Antonia San Juan, Carlos Lozano y Eloy Azorín. �Fuimos por el Oscar y hemos venido con él�, se ufanó el manchego, en cuyo entorno se da por sentado que su próximo film será rodado en Estados Unidos, en inglés. Almodovar garantizó que durante la ceremonia tuvo dudas hasta el final sobre las posibilidades de su film. Sin embargo, agregó que cuando Penélope Cruz y Antonio Banderas leyeron los títulos de las cinco nominaciones empezó a creerse ganador, ya que Todo sobre mi madre fue la más aplaudida por el público en el Shrine Auditorium.
�COMO CAIDOS DEL CIELO�,
DE RICHARD WENK Por M. P. Muchas camisas
hawaianas y un sombrero blanco. Esa vestimenta resume el encanto de Gary,
un revendedor de entradas que vive al día en Nueva York, pero ese día a
día le ha ido alejando de Linda, su amor de toda la vida. Vendedora en
una tienda de electrodomésticos, el sueño de Linda es ser cocinera, pero
aún más lo es que Gary siente cabeza de una vez. Y por eso lo ha dejado,
porque Gary es su droga, un caradura seductor y encantador que nunca va a
cambiar y terminará preso de su propia leyenda. Sin embargo, bajo el peso
de un futuro que se acerca y el miedo de perder para siempre a Linda, Gary
comienza a pensar en cambiar. Y su vehículo para el cambio �para él,
que vende desde asientos de primera fila para ver a los Knicks hasta
entradas para Bon Jovi� es la llegada del Papa Juan Pablo II a Nueva
York. Si consigue tener buenas ubicaciones para vender a precios
desorbitados a la puerta de ese evento, tal vez pueda cumplir sus sueños
y los de Linda.
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