Por Irina Hauser
 El nadador Miguel Pedernera fue rescatado a dos metros debajo del agua, con el cráneo fracturado. Con la misma velocidad con que le pasó por encima, la lancha que lo atropelló siguió de largo. El conductor, dijeron testigos, era un hombre que se parecía al entonces juez Víctor Brusa, el mismo que figura en los registros de la Conadep como cómplice de torturas durante la dictadura. Aquel 8 de noviembre de 1997 Brusa estaba piloteando su embarcación en la laguna donde ocurrió el accidente. También estaba a cargo de los dos juzgados federales de Santa Fe. Sin embargo, no tomó ninguna medida para esclarecer lo ocurrido y �pese a estar bajo sospecha� demoró el traspaso del caso a otro juez. Incluso buscó entorpecer el expediente. Por este �mal desempeño de sus funciones� el Jurado de Enjuiciamiento decidió ayer por unanimidad removerlo del cargo. Pero a su vez dejó en claro que no revisarían las acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos, ya evaluadas por el Senado y el Ejecutivo cuando nombraron a Brusa como juez.
�Está claro, Brusa tenía incorporada una fibra inhumana. Seguramente violó los derechos humanos de Pedernera tal como lo había hecho durante la dictadura.� Detrás de sus anteojos de vidrio grueso y con su pañuelo blanco a cuestas, Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, buscaba alguna conclusión tras haber escuchado el fallo. �Me hace acordar a Al Capone, condenado por evasión impositiva�, añadió.
Patricia Isasa, víctima de la represión, y una de las principales promotoras de las causas contra Brusa (ver aparte), festejaba la destitución. Los comentarios, que inundaron el Palacio de Justicia, tuvieron varios matices. José Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, calificó al Consejo de la Magistratura como �un organismo de los poderosos para proteger la impunidad de los asesinos y torturadores�.
A las nueve de la mañana, la hora convenida para la lectura de la decisión del tribunal, la sala de audiencias estaba llena, pero no repleta. La espera de una hora despertó conversaciones distendidas en el público, que de a ratos revelaba rostros que parecían preparados para ver alguna obra de teatro desde los largos bancos de madera tallada. Brusa estaba bronceado, como siempre. Y sonreía como si el acusado fuera otro. Se frotaba la nariz con nerviosismo, una y otra vez.
Todas las sonrisas, menos la del juez-en-suspenso, se desdibujaron cuando la secretaria del jury comenzó a leer los fundamentos. El tribunal, integrado por tres representantes del Poder Judicial, tres abogados y tres legisladores, rechazó algunos argumentos de la acusación, integrada por los diputados Melchor Cruchaga (Alianza) y Miguel Angel Pichetto (PJ) y por el abogado Mario Gersenobitz. Desecharon que a Brusa se lo podría remover si se demostraba el �desprestigio� que tenía como funcionario, provocado por los antecedentes consignados en el libro Nunca Más y agravado por ser un posible culpable del accidente en la laguna Setúbal y haber obstaculizado el avance de la causa sobre ese hecho.
El descrédito, planteó el jurado, es una concepción subjetiva y no está prevista entre las tres causas de destitución (mal desempeño, delito en el ejercicio de su función y crímenes comunes) que señala la Constitución nacional. Las violaciones a los derechos humanos que se atribuyen a Brusa, consideró, eran hechos ya evaluados por el Senado y el Poder Ejecutivo al momento de nombrarlo juez, y sería inconstitucional volver sobre eso. En las 181 fojas del fallo, sólo hay una mención a este tema: �Más allá de todo �señala�, las conductas relacionadas con la violación de los derechos humanos han suscitado la reprobación de la comunidad internacional y merecen el más vigoroso repudio de este jurado de enjuiciamiento, por atentar contra valores humanos fundamentales�.
Finalmente, Brusa se puso totalmente serio por primera vez: lo removieron por su mal desempeño en la causa del accidente en la laguna. El estudio de su responsabilidad en el hecho queda en manos del juez RaúlCandioti que ahora podrá llamarlo a indagatoria como sospechoso. Para el jury está probado que Brusa: �instigó al personal de la Prefectura Nacional para que lo desincriminaran� pidiendo �que le arreglaran el asunto�; �omitió disponer las medidas pertinentes�; �no se apartó de inmediato de su intervención en la causa después de conocer a través de su secretaria que resultaba sospechoso�; �interfirió en la investigación de la causa `Pedernera�� con estrategias como designar defensor al abogado Jorge Vázquez Rossi, que había sido cónyuge de la jueza subrogante, Griselda Tessio, quien se vio obligada a apartarse. La conducta de Brusa, concluye tibiamente el fallo, �resulta impropia e incompatible con el comportamiento que corresponde desplegar a un juez de la Nación�.
| Psicólogo
Un inodoro, una canilla y un foco de luz eran los únicos objetos que rodeaban a Patricia Isasa cuando estaba secuestrada a sus 16 años, en 1976, en la Guardia de Infantería de Santa Fe. Allí un �psicólogo� la fue a ver. Ella le habló de lo mal que estaban todos allí. El se rió y le dijo: �No piba, acá queremos escuchar otra cosa�. El supuesto psicólogo era Víctor Brusa, entonces secretario de juzgado, relató el año pasado Patricia en el Consejo de la Magistratura. En 1998 vendió su casa y se fue a España a llevarle las 1200 fojas que tenía sobre Brusa al juez Baltasar Garzón, quien lo incluyó en sus pedidos de extradición. Llevó lo mismo a Naciones Unidas y a Amnistía Internacional. El Papa, que no recibe denuncias, la invitó a cambio a la asunción de una santa judía muerta en un campo de concentración. A Buenos Aires volvió el año pasado cuando la citó el Consejo. De ahí en más fue a todas las audiencias. �Brusa tuvo un juicio justo y derecho a la defensa que nosotros no tuvimos, igual realmente estoy satisfecha�, dijo ayer, eufórica con la sensación de haber movido una montaña. |
| �Un perfil conservador�
Emocionados con el primer juicio político concretado por el nuevo órgano �que reemplazó al sistema de destitución parlamentaria� algunos consejeros susurraban una suerte de mea culpa por no haber hallado la fórmula para acusar a Brusa en relación con sus actuaciones en el Proceso y por haber priorizado acuerdos �aunque sea para lograr removerlo�. Melchor Cruchaga dijo: �El objetivo se logró, pero creo que hubo un error de apreciación del jurado porque nosotros no planteamos la deslegitimación como causal autónoma, hubiera sido bueno que profundizaran eso�. Miguel Angel Pichetto evaluó que el fallo �tiene un perfil muy conservador, no avanza en cuestiones ligadas a la deslegitimación�. Y refrescó su alegato: �el concepto de impunidad que Brusa tenía incorporado desde largo tiempo�. Es una idea que aparece en el voto de algunos miembros del Jurado de Enjuiciamiento, como el abogado Juan Penchansky, quien también critica �dolorosamente� que el Senado haya nombrado juez a Brusa. El tribunal está presidido por Eduardo Moliné O�Connor y lo integran los camaristas Horacio Billoch Caride y Gabriel Chausovsky, los abogados Oscar Ameal, Guillermo Nano y Juan Penchansky y los legisladores Angel Pardo (PJ), Jorge Agundez (Alianza) y Carlos Soria (PJ). |
REPERCUSION EN ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS
�Lo bueno es que Brusa ya no es juez�
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Cuando las radios anunciaron la destitución de Víctor Brusa, la noticia pareció sentirse en la piel de los que ayer estaban frente a la Casa de la Justicia, en Santa Fe. Muchos habrán pensando en Rubén Viola, uno de los denunciantes del ahora ex juez. Viola nunca pudo superar las secuelas de la tortura, hasta que su corazón se paró en vísperas de una Navidad. No hubo algarabía ni festejos entre las Madres, los Hijos, los militantes de organismos de derechos humanos ya que el fallo sólo tuvo en cuenta el accidente en Laguna Setúbal y no la actuación de Brusa durante la dictadura. Pese a estas críticas se percibía el alivio. �Lo bueno es que ya no es juez �afirmó el ex detenido desaparecido Rubén Moulin� aunque sea por vías diferentes a nuestros reclamos.�
�Me parece mentira, como si estuviera viviendo otra Argentina�, confesó Ana María Cámara. Tenía 21 años cuando un grupo de tareas la secuestró en marzo del �77, le arrancaron una declaración bajo tortura, sufrió un simulacro de fusilamiento y treinta días después �ya en la Guardia de Infantería Reforzada� se le apareció Brusa, como empleado del Juzgado Federal: �si yo no decía lo que él quería, se ponía muy mal, comenzaba a lanzar patadas de karate que me llegaban a centímetros de la cara y amenazaba con que volvería a la 220. La 220 era la picana eléctrica�, aclaró Ana María para despejar el eufemismo.
Una de las Madres de la Plaza, Celina Koffman, recibió el desenlace sin sorpresa. �Ya veíamos que la Magistratura estaba dispuesta a hacer justicia. Esperamos que no sea el último y recién entonces vamos a creer en los gobiernos constitucionales�, afirmó. Celina explicó la caída de Brusa como la �consecuencia de una lucha coherente y el apoyo de un pueblo que no quiere tener un juez corrupto que no merece administrar justicia�. Nancy Pedernera, esposa de Miguel, el nadador atropellado en la laguna Setúbal, reflexionó que �es duro que tenga que pasar lo de Miguel para que destituyan a un juez�.
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