La virtud no se pinta la cara
Por Osvaldo Bayer |
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Dos noticias de diferente relevancia, de diferente procedencia, de diferente tenor, coinciden en un mismo día y aparecen inconexas, porque lo son, salvo que a través de un ejercicio intelectual se disponga de ellas como de las dos caras de una misma moneda. En la primera, la esposa del premier británico Tony Blair, Cherie, ostentando su panza de embarazada, pronunció un discurso en el que dejó entrever que espera que su marido se tome las dos semanas de licencia por paternidad que las leyes de su país otorgan a los hombres. En la otra, local, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales Estibadores (Uatre) presentó una denuncia sobre las condiciones infrahumanas que soportan niños bolivianos de entre dos y cuatro años en la zona frutihortícola del Gran Santa Fe, cuyos padres, para poder cumplir con las largas jornadas laborales, los dejan más de ocho horas diarias en un pozo de tierra.
Cherie Blair no usa su apellido de casada para ejercer su profesión de abogada. Esta mujer cuya contextura física menuda apenas logra disimular su fuerza de carácter y que está por ser madre por cuarta vez es Cherie Blooth, especialista, además, en las leyes laborales que imperan en la Unión Europea. La primera dama británica elogió ante el auditorio del King College de Londres al primer ministro finlandés, quien tomó ya dos licencias por paternidad. Finlandia, cabe agregar, acaba de elegir como presidenta a una mujer que fue madre soltera. Con sus leyes laborales revolucionadas por las jornadas de trabajo más cortas y sus respectivos Estados haciendo red para atajar a los desfavorecidos �la licencia por maternidad está contemplada aun para aquellas mujeres que carezcan de un empleo fijo�, la Unión Europea está introduciendo cambios institucionales que como el huevo o la gallina, nunca se sabrá, encajan en cambios culturales muy profundos.
Recientemente, en Francia, en una encuesta de sondeo sobre qué fantasean hacer los hombres con el tiempo libre que les está dejando la reestructuración laboral, más del 60 por ciento de los entrevistados dio una respuesta que fue considerada inédita: �Estar más tiempo con los hijos�, dijeron. Un tipo de respuesta que se congracia con eso vago que es �la nueva masculinidad� y que a su vez, como se ve, va de la mano con un nuevo orden, un orden en el que las mujeres ingresan en el mercado de trabajo y deben compartir la crianza de los hijos, en el que ese mercado de trabajo se recorta para que participe de él la mayor cantidad de gente posible, y en el que va asomando, como un nuevo derecho humano, el de ejercer libre y gozosamente tanto la maternidad como la paternidad.
Mientras la globalización se convierte así en una módica fiesta de la que disfrutan los Estados fuertes, a los otros sólo les queda vaciar los ceniceros y fregar los platos cuando los invitados se retiren. Esos chicos bolivianos abandonados en un pozo santafesino durante más de ocho horas no están siendo objeto de maltrato, sino de cuidado: costumbres ancestrales hacen que sus padres y madres opten por el mal menor de un pozo de tierra, comparado con los riesgos de muerte que correrían si fueran dejados solos mientras inevitablemente ellos deben dejarlos. Son el extremo de miles, de millones de casos en los que, concluida ya la era del trabajo en países cuyos Estados se invisibilizaron y se entregaron de buena o de mala gana al voluntariado y a la iniciativa privada en materia de precario bienestar, nadie pone la red para atajarlos.
Hablar de la licencia por paternidad de un primer ministro suena entre fascinante y obsceno acá en el sur, donde entre otras cosas laflexibilización laboral prefiere dejar a un lado el hecho simple y natural de que los niños nazcan, y que la especie humana persista en su incómoda necesidad de afecto y cuidados.@Uno
lee en el avión de regreso en un libro esta frase del genial filósofo
alemán Friedrich Von Schlegel: �La virtud es la razón hecha energía�.
Y se llena de alegría de vivir. Se informa de la profundidad, de la
esperanza, de la hermandad entre seres dispuestos a conformar una sociedad
del diálogo y de la buena voluntad. Pero llega a Ezeiza y los diarios
argentinos traen en tapa a un ridículo carapintada que nuevamente es el
protagonista de la pobre actualidad argentina. Otro sainete del
verticalismo. Recuerda aquella triste y trágica jornada de Semana Santa
de los ochenta cuando el presidente de los argentinos llamó �héroes de
Malvinas� a los alzados contra la República capitaneados por este
facciabrutta de uniforme. Fue una concesión mandria contra toda norma del
coraje civil y del deber de demócrata. Esa fue la causa de que lo tuvimos
de nuevo enseñoreado, pisoteando todo, absolutamente todo lo que debe
respetar el ciudadano. Y ese gobernador que nombró a ese squadrista fuera
del tiempo es Ruckauf, quien fue ministro del gobierno de la siniestra
Tres AAA, banda oficial tenebrosa y sanguinaria. Un ministro que se calló
la boca, y miró hacia otro lado cuando se mataba en las calles de Buenos
Aires y todo quedaba en la más absoluta impunidad. Hoy, es el gobernador
de Buenos Aires. Esta es nuestra democracia. Y el otro seguirá su carrera
pintándose la cara, que le trajo pingües ganancias en esta tierra que
alguna vez fue de gauchos.
El facciabrutta uniformado �remedo histriónico de aquellos camisas
negras que ponían el mentón prominente, cantaban la �giovinezza� y
obligaban a tomar aceite de ricino a los hombres que no querían ser
utilizados como títeres de la fuerza bruta�, esa versión argentina,
acaba de ocupar las primeras planas. El facciabrutta pintarrajeado es el
símbolo de la realidad actual de nuestro país. ¿Qué han hecho para
repudiar esta humillación los cuerpos colegiados de todo el país? ¿Y el
pueblo? Lo mira por TV. Cuando en aquella Pascua de la traición y de la
pusilanimidad política había dos millones de argentinos en la calle de
la protesta.
�La virtud es la razón vuelta energía.� Schlegel. Leo en el diario
alemán Frankfurter Rundaschau, otro triste episodio del verticalismo: �No
tienen posibilidades las mujeres críticas. El Vaticano niega cátedra a
una teóloga en la Universidad de Augsburg�. No puedo creerlo, ¿cómo?
¿Después del Mea Culpa del Papa en el que incluyó el pedido de perdón
a las mujeres por todas las humillaciones a las cuales se las había
sometido en el transcurso de los siglos? Claro, una cosa son las palabras
dichas de rodillas para la televisión y otros son los hechos en el orden
interno. Esa es la segunda teóloga de la materia Moral que es rechazada
por el Vaticano. La primera fue la profesora Ammicht-Quinn, doctora en
Teología e integrante de la Federación de Mujeres Católicas Alemanas,
quien hizo su trabajo doctoral sobre �Cuerpo, Religión, Sexualidad� y
proponía una interpretación femenina de la moral sexual que
reemplazaría a las normas abstractas por las cuales se inclinan los
hombres dentro de la Iglesia. Esto causó desagrado en el Vaticano. Todo
lo del sexo es sucio, por eso la inmaculada concepción sin sexo.
La Santa Sede exige candidatos absolutamente fieles a la línea romana en
las materias Dogmática, Teología de la Moral y Ciencia de la Liturgia.
La segunda candidata para la cátedra de Augsburg, también una mujer, la
doctora Verena Lenzen, fue rechazada porque �se resolvió ocupar la
cátedra por un sacerdote�. Que por supuesto no tiene sexo. O hace como
si no lo tuviera, lo esconde, lo niega. Y se acabó la discusión. Esto
que acaba de ocurrir en el seno de la Iglesia católica debe ser una
triste y profunda decepción para todas las mujeres que tanta esperanza se
hicieron con la mea culpa papal.
Cierro el libro de Schlegel, y me digo: ilusiones. Pero pronto la frase
que me ha gustado tanto retorna con toda su luminosidad. En el hospital
Posadas, sí, allí en Villa General Sarmiento se recordó a los miembros
de ese nosocomio que fueron secuestrados por las fuerzas armadas y
desaparecieron para siempre. Quienes fueron sus compañeros han plantado
ocho árboles en su recuerdo, en el parque de esa institución. Y este
año se plantaron otros tres, en recuerdo de tres nuevos nombres que
surgieron de las investigaciones del doctor Claudio Capuano. Ceremonia de
gran emoción: primero se plantó un árbol en recuerdo del médico Daniel
Eduardo Calleja, secuestrado en 1977 cuando tenía 26 años de edad. El
segundo árbol fue para el médico Eduardo Carlos Salas, secuestrado el 14
de enero de 1977, y el tercer árbol, también plantado por sus
familiares, fue en recuerdo del técnico en hemoterapia Ignacio Jesús
Luna Sánchez, desaparecido a los 27 años de edad. Se recordaron sus
rostros, sus sueños y la cobardía de sus asesinos. El peor de todos, el
general Bignone �en ese momento todavía coronel� que llevó a cabo un
verdadero asalto al hospital, a cuatro días del golpe militar. Tanques,
carros blindados, helicópteros, camiones atacaron con una ferocidad y una
brutalidad que sólo emplean los asesinos que saben que sus hechos van a
quedar impunes. El general Bignone para justificarse publicó después su
libro El último de facto, cuando en realidad tendría que haberlo
titulado Yo, el canalla impune.
Hoy, el canalla impune por toda la morralla civil de la obediencia debida,
el punto final y los indultos está en su hogar recordando con alegría
aquella jornada donde hizo poner contra la pared a todo el personal del
hospital que quedó a la disposición de toda la maldad y bajeza del
militar y sus sayones. Pero de pronto la belleza se extendió en todo el
parque del hospital Posadas: la fidelidad a la memoria, la fidelidad a los
mártires. Los árboles que hablan por ellos. Salud, trabajadores del
Posadas: la virtud es la razón hecha energía (Schlegel).
Y de la primera plana del squadrista pintarrajeado, a la verdadera
noticia, increíble, inverosímil, resplandeciente, inaudita. En la semana
próxima las Madres de Plaza de Mayo inaugurarán su universidad. Sí, las
viejas locas al decir de ese mezquino y triste general argentino llamado
Harguindeguy. Las viejas locas, las mujeres más humilladas de nuestra
historia, las que recorren la Plaza de Mayo desde hace casi 24 años,
befadas, despreciadas, atacadas, apaleadas por los valientes argentinos de
uniformes. Ellas, sí, ellas han levantado con sus manos una universidad,
la Universidad de las Madres. ¿Es realismo mágico, imaginación tropical
o sueños de una noche de verano? No, es la respuesta de las Madres a esta
sociedad corrupta y decadente hasta la médula de los huesos. Profesores
universitarios brillantes conducirán a los alumnos a través de los
derechos humanos, de la historia, de la economía, de las ciencias
políticas, de las ciencias sociales y de todos los aspectos del arte. No,
ni la empresa tal ni la otra, ni la Iglesia pentecostal ni Lucio Gelli:las
Madres de Plaza de Mayo. La Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. La
virtud es la razón hecha energía (Schlegel).
El matonismo chabacano de un gritón; el autoritarismo vaticano de la
Iglesia católica donde tendría que abrirse al horizonte eso tan bello
del alma humana que son las enseñanzas de Jesús. Pero, frente a todo eso
tan mezquino, de pronto, la fidelidad a la pureza de la Memoria convertida
en árboles, y la fuerza imbatible de las Madres.
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