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ROSARIO Y RACING NO SE SACARON VENTAJAS
El empate les calza justo

Más pelea que fútbol en Arroyito. La igualdad castiga a Central porque no supo definirlo y premia el esfuerzo de Racing. Goles de Maceratesi de cabeza y Cordone con un derechazo.

Peralta se va con lapelota entre Latorre y Gordillo.
Buen partido del volante de Racing. Los otros, una bien y una mal.


t.gif (862 bytes) Un cabezazo de Maceratesi después de mil intentos. Un bombazo de Cordone después de mil intentos fallidos. Empate clavado porque fallaron en la creación de juego y en la definición y las situaciones que uno creó fueron directamente proporcionales a las ventajas que daba la defensa rival. Empate, ¿qué más? Y pudo ser de cualquiera.
El doble enganche Latorre-González daba idea de que allí se generaría juego de la noche. A eso Central le agrega la tendencia a jugar por abajo y desconfiar del pelotazo. Sin embargo, cuando no funcionan las individualidades, Central no tiene variantes, se equivoca, se confunde y queda preso de un rival inferior que sale a la cancha tras una semana previa plagada de incertidumbre y un futuro negro, pero se repone y se la juega. El pecado de Central fue olvidarse de las puntas, de no buscar el desborde. Vespa nunca pudo con la escalera que le formaban Monserrat y Zanetti en las pocas veces que intentó llegar al fondo. Cansado del fracaso, se limitó a tirar pelotazos frontales y ollazos buscando la cabeza de Pizzi. Del otro lado Gordillo se animó poco a llegar a la altura del área. Y como Latorre-González, en noche floja, además siempre fueron para adentro y nunca para afuera, Central se encerró solo. La paradoja fue que todo debía pasar por Pizzi cuando debería ser el delantero el que dé la definición, el último toque, no el primero.
Tras el cimbronazo inicial en que padeció dos llegadas claras �Latorre la tiró arriba, Pizzi cabeceó afuera� Racing se recompuso a partir de los diez minutos. Pero tampoco tuvo profundidad. Su problema era al revés que el de Central. Buscaba por afuera vía Estévez o Cordone pero después no tenía peso por adentro porque Peralta no llegaba al área y los volantes no llegaban. Sin embargo, con la lucha que plantean Bastía-Lux en el medio, con la reciedumbre de Ubeda, Racing empezó a ponerse de pie y a darle la pelota a Peralta que ahí sí, hasta los tres cuartos, creaba lo mejor. Luego, los avances no llegaban a convertirse en ataques. Racing tuvo jugada de gol sobre los 37 cuando sorprendió al fondo local mano a mano de tres contra tres y Cordone punteó al arco. Superado Buljubasich, Marra salvó de palomita casi en la línea.
El primer tiempo había sido parejo en el juego aunque con más llegadas de Central que tuvo las dos más claras en los últimos dos minutos. Una fue porque se resbaló Banegas y le quedó a Pizzi que, sorprendido por el regalo, no llegó a acomodarse antes de que lo taparan. Y la otra fue un pase de pecho de Pizzi a Latorre que remató de volea y tapó muy bien Cáceres.
Sólo dos desbordes tuvo Central en toda la noche. Primero avisó Marra, enseguida se fue Latorre del otro lado, la bajó Pizzi y cabeceó Maceratesi al gol. Después volvió a la normalidad, con un agravante. Racing se fue decidido a buscar el empate y comenzó a desnudar las fallas del fondo rosarino que en el primer tiempo se habían vislumbrado. Buljubasich tapó tres mano a mano (Peralta, Estévez y Cordone) hasta que fue vencido por un tiro bombeado de Cordone. Con el 1-1 los dos abandonaron los prejuicios y fueron a buscar el desequilibrio. También se profundizaron los problemas defensivos y el gol rondó los dos arcos hasta el último minuto. 

 

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