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Las especies extinguidas podrían regresar de la mano de la clonación

El primer proyecto se lleva a cabo enAustralia y prevé recuperar un ejemplar deltigre de Tasmania, extinguido en 1936. 

Por Margaret Wertheim
Desde Londres

t.gif (862 bytes) En 1936, el último tigre de Tasmania dio su suspiro final en el zoológico de Hobart, 250 kilómetros al sur de Australia. Con la muerte de ese único ejemplar se agregó uno más al número de criaturas que los humanos han llevado a la extinción. Pero los recientes adelantos en la tecnología genética y la emergente ciencia de la clonación sugieren que podría recuperarse esa especie, un elegante animal tipo lobo con llamativas rayas negras. En el museo de Sydney, el director, Michael Archer, está al frente de un proyecto para lograrlo mediante la clonación de las células de embriones del animal conservados en perfecto estado. Una técnica similar a la usada en la ficción de Jurassic Park, que puede convertirse en realidad gracias al millón de dólares aportado para el proyecto por el gobierno de Nueva Gales del Sur y varios entes privados.
Hasta hace poco tiempo, dice Archer, la idea de la resurrección de las especies era considerada pura fantasía. El objetivo final será clonar un yabí o tigre de Tasmania mediante un proceso similar al usado para crear a la oveja Dolly. Pero como no hay yabíes vivos, habrá que superar enormes vallas tecnológicas. Lo principal es recuperar todos los elementos del ADN del yabí. En animales vivos, el genoma completo puede recogerse de los núcleos de la mayoría de las células adultas, pero la molécula espiral se degrada después de la muerte, de manera que los investigadores del museo tendrán que extraer fragmentos de ADN de muestras de tejido preservadas.

Según Archer, los genetistas piensan que sería posible recuperar el ADN de los embriones que se conservan. El museo tiene un espécimen de yabí muy bien preservado y el trabajo ya comenzó, enfocando los esfuerzos actuales a los tejidos de la piel y músculos. Luego se debe encontrar una madre sustituta adecuada. La madre sustituta de Dolly fue otra oveja, pero los primeros embriones de yabíes tendrán que llegar a término dentro de otras especies femeninas. Las candidatas más probables son sus parientes vivos más cercanos, el numbat y el diablo de Tasmania.

En todo el mundo, los investigadores involucrados en la preservación de las especies en peligro como el banda y el bongo (una rara especie de antílope) están explorando la hibridación embrionaria y la sustitución entre especies. En el centro Audubon han tratado exitosamente de implantar embriones de bongo en antílopes africanos, un pariente cercano. En China se espera que los embriones de panda eventualmente puedan implantarse en osos negros o en osos perezosos.

Para Archer, revivir al tigre de Tasmania resulta �casi un deber moral� para los australianos. Los colonizadores británicos lo eliminaron para evitar que atacara las ovejas. Pero la pregunta ética sigue firme. ¿Es algo que debe hacerse? Para Archer la respuesta es clara: �No puedo concebir nada más maravilloso que recuperar las especies en extinción�. �No es jugar a ser Dios �agrega�. Eso fue lo que hicimos cuando los eliminamos.� La otra pregunta es, ¿a qué tipo de vida regresarían los yabíes? �Deberíamos poder regresar una población entera�, dice Archer. Pero, los yabíes, ¿sabrán cómo ser yabíes? ¿Podrían sobrevivir en la selva? De no ser así, tendrían que permanecer en zoológicos, como elegantes pero cautivas curiosidades. Lo que plantea un nuevo interrogante: ¿Se justifica gastar millones para realizar una vida así?

Traducción: Celita Doyhambéhère.

 

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