Finalmente,
José Luis Machinea anunció anoche el plan procompetitivo para la
industria. El paquete abarca siete medidas a favor del sector productivo,
y hace eje en una rebaja de costos para nuevas inversiones y en estímulos
a las exportaciones. Incluye aumentos en los reintegros que cobran los
exportadores por un total de 55 millones de pesos y la eliminación de
aranceles en las compras de bienes de capital importados. En total, las
medidas de estímulo tendrán un costo fiscal de 100 millones de pesos. El
paquete recibió el aplauso de la Unión Industrial y críticas por parte
de los pequeños y medianos empresarios.
Con la puesta en marcha de ese plan, el Gobierno apuesta a iniciar la
reactivación impulsando a uno de los sectores más dinámicos de la
economía, la industria exportadora. Aunque esta franja representa menos
del 10 % del Producto Bruto, es la que por su capacidad económica y grado
de concentración está en mejores condiciones de reaccionar en forma
rápida a las medidas de estímulo.
El esquema lanzado fue cocinado a fuego lento por el Gobierno. De hecho,
empezó a ser bosquejado por los funcionarios de Economía no bien
asumieron. Y fueron consultadas 50 cámaras empresarias. La puntada final
la dio el propio De la Rúa ayer, en una reunión con el ministro.
Las �medidas de aliento a la competitividad� �que en su mayoría
empezarán a regir hoy mismo ya que sólo hace falta una resolución para
reglamentarlas� están divididas en dos capítulos. Por un lado,
aquéllas dirigidas a estimular las inversiones. Por el otro, las
orientadas a fomentar las ventas externas. Ante una consulta de este
diario, Machinea dijo que, por ahora, no se puede definir con certeza el
impacto que las iniciativas tendrán tanto en las inversiones como en las
exportaciones. �La iniciativa se inscribe en un contexto de mejora de la
competitividad que ya se está dando, basada en una caída de las tasas de
interés�, apuntó Machinea. La lista de las medidas, muchas de ellas
adelantadas por Página/12 el domingo pasado, es la siguiente:
u Desgravación arancelaria de bienes importados para nuevas líneas de
producción de bienes exportables. El requisito es que las fábricas
beneficiadas compren como mínimo una quinta parte de los insumos
necesarios para su proyecto en el mercado argentino.
u Rebaja del 6 al 3 por ciento del arancel para la compra de bienes de
capital importados (no producidos en el Mercosur). Además, se
instrumentará una simplificación del régimen de importación.
u Se elevan los reintegros. La alícuota máxima pasa del 10 al 12 por
ciento y englobará a 4000 posiciones arancelarias, sobre 9000 que
existen. Se incluyen los bienes de capital, autos y productos agrícolas.
�Queremos privilegiar el agregado de valor por tecnología, el
desarrollo de marca, calidad, la apertura de nuevos mercados y el
desarrollo de economías regionales�, explicó Machinea.
u Se agiliza la devolución de los aranceles pagados por un importador de
insumos que luego incorpora en un producto exportado. El nuevo régimen
comenzará a funcionar recién en julio, y sería el primer paso hacia el
sistema de Admisión Temporaria, por el cual un importador de insumos no
paga aranceles pero antes de un año de plazo debe acreditar que lo
reexportó elaborado.
u Ampliación del régimen de financiación del IVA para la inversión. En
vez de los 4 años actuales, el Estado aumentó el plazo a 6 años,
durante el cual se hace cargo de los intereses que paga una empresa para
financiar el IVA que va cargado en una inversión. Los requisitos son que
a los 4 años la compañía ya debe exportar el 10% de su producción (y
un 20% del producto de la nueva inversión). A los 6 años, la empresa
debe exportar el 15% de su producción, y el 30% del producto de la nueva
inversión. La tasa máxima que subsidia el Estado es del 12%.
u Se simplifican los trámites ante la Aduana para abaratar los costos.
Apunta a los �microexportadores�.
u Se bajan los requisitos para acceder a la �Aduana domiciliaria�, a
través de la cual se hacen más ágiles y baratas las operaciones de
comercio exterior. Para acceder, la compañía debe vender por 100
millones de pesos anuales, en vez de los 200 millones regulados hasta
ahora. �Hay 30 empresas usando este mecanismo, pero al bajar los
límites podremos llegar a 130�, aclaró Débora Giorgi.
Si bien el paquete fue recibido con buen ánimo por los directivos de la
UIA, los empresarios pymes salieron a hacer críticas. �Necesitamos
medidas de aliento al mercado interno; no a las exportaciones�, dicen.
Otro agujero en la Aduana
Los esfuerzos de la DGI por mantener el nivel de recaudación
impositiva fueron insuficientes para evitar una pérdida de ingresos a
las arcas fiscales. En marzo, los ingresos del Tesoro resultaron un
2,4 por ciento inferiores a los del mismo mes del año pasado, pero la
responsabilidad recayó sobre los gravámenes aduaneros, que
recaudaron un 9,3 por ciento menos, y los aportes y contribuciones a
la seguridad social, que cayeron en un 2,6 por ciento.
El monto total recaudado en el tercer mes del año alcanzó a 3812,9
millones de pesos. Los efectos todavía parciales de la reforma
impositiva, implementada a partir del 1º de enero, sirvieron, en el
mes que acaba de terminar, para que los ingresos impositivos no
perforaran el piso de marzo de 1999, y se ubicaran en un levísimo 0,1
por ciento por encima de ese nivel. Pese a la caída en los ingresos
aduaneros y en los destinados al sistema previsional, el descenso
global del 2,4 por ciento resultó inferior al que había adelantado
el secretario de Hacienda, Mario Vicens.
En lo que va del año, en ningún mes se pudo computar un aumento de
la recaudación respecto de 1999. Las cifras acumuladas del primer
trimestre exhiben una caída del 1,5 por ciento en relación con el
año pasado. Pero la administración nacional llevó la peor parte en
el reparto: en virtud de los pactos fiscales y federales, las
provincias resignaron el 0,2 por ciento de lo recibido un año atrás,
mientras el Gobierno nacional vio caer sus disponibilidades en un 3,4
por ciento, y el sistema de seguridad social en un 4 por ciento. |
OPINAN LA UIA, LA CGE Y METALURGICOS |
�Van en el buen sentido�
Ignacio de Mendiguren
(secretario de la UIA)
�Estas medidas
van en el sentido de lo que nos hace falta. Medidas como el arancel
nulo a la importación de bienes de capital no producidos en el
país son las que venimos pidiendo hace por lo menos tres años.
Brinda una posibilidad de acceso a la tecnología que nos equipara a
regímenes que ya tenían nuestros competidores. Pero lo importante
para este conjunto de propuestas, como la importación de plantas
llave en mano, la financiación del IVA, el reingreso a exportadores
o la admisión de temporarias de insumos, es que se recupere la
transparencia y se corrijan los abusos que se han cometido en el
pasado. Algunas pueden representar unos pocos puntos de baja en el
costo de un proyecto de inversión, pero son esos puntos que
determinan que la inversión se haga o no. Es lo que sucede cuando
se trabaja, como ocurre actualmente, con tan bajas tasas de retorno.
Es un conjunto de medidas que, en esta etapa, apunta a mejorar el
costo argentino en los mercados externos. En una segunda etapa
también serían necesarias medidas apuntadas a reactivar el mercado
interno.� |
�Son sólo para algunos�
César Tortorella (presidente de la CGE)
�Creemos que se debería
haber dado prioridad a la reactivación del mercado interno.
Disentimos de la forma en que se jerarquiza. Este plan fue muy
promocionado, pero sólo va en beneficio de unos pocos y de apenas
algunos sectores. No estamos en contra, pero se debió dar prioridad
al cuidado de las fronteras, a evitar maniobras de contrabando y de
dumping, que es por donde se destruye nuestra industria. Hay por lo
menos media docena de industrias que desaparecieron por el ingreso
de importaciones bajo prácticas de dumping (ventas por debajo de su
costo). Y en segundo lugar, ver cómo se hace para que trabajen más
nuestras fábricas, facilitando el crédito para producir y para el
consumo y no solamente para inversiones inmobiliarias. Este plan
puso el eje sobre el perfil exportador, que representa sólo el 8
por ciento del PBI. El resto, el 92 por ciento, es mercado interno.
Se lo hemos dicho a todos los funcionarios e incluso al presidente
de la Nación, que coincidió con nosotros y dio instrucciones para
que se tomaran medidas en defensa del mercado interno. Esperamos que
hagan algo.� |
�Liquida a los que quedan�
Manuel Escobar (Cámara de Industriales de Proyectos
e Ingeniería de Bienes de Capital)
�Estamos en total desacuerdo
con la reimplantación del régimen de importaciones de plantas
llave en mano. Este método se ha efectuado durante la gestión
menemista en perjuicio de miles de pymes argentinas que pagan todos
los impuestos y, mediante este método, subsidian la importación de
las producciones de sus competidores del exterior. La desocupación
industrial no es casual: es producto de la injusticia. La
disminución del 6 al 3 por ciento de los derechos de importación
de los bienes de capital no producidos es otra abierta violación a
los derechos de los fabricantes pymes nacionales. Ello es así por
las manifiestas irregularidades que, conjuntamente, la Secretaría
de Industria y la Aduanahan cometido en la aplicación de los
beneficios a la importación de dichos bienes a través de la
resolución 19/99. En lugar de promover una nueva resolución,
debería investigarse desde el Poder Ejecutivo lo ocurrido y
sumariar a los responsables. Es una mala señal y propende a la
liquidación de las empresas viables que aún quedan activas.� |
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