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Todos podrán ver por televisión cómo despojan de su inmunidad, parlamentaria y autoconcedida, al ex dictador chileno Augusto Pinochet. Así anunció ayer la Corte de Apelaciones de Santiago. Por supuesto, habrá que ver qué deciden los jueces del tribunal sobre el desafuero, planteado por el juez Juan Guzmán Tapia. En manos del �Garzón chileno� están las 80 querellas presentadas contra Pinochet por organizaciones humanitarias, gremios, partidos políticos y familiares de víctimas de la represión. Entretanto, Guzmán y la Corte cuentan desde ayer con un nuevo elemento de valoración: en una carta escrita desde la cárcel, el primer director de la DINA, la policía política de la dictadura chilena, Manuel Contreras, reconoció que estaba subordinado al entonces presidente Pinochet. El juicio que decidirá si privar de su inmunidad parlamentaria a Pinochet será público y transmitido en directo por televisión. El acuerdo fue aprobado por una comisión de jueces de la Corte de Apelaciones, que el próximo miércoles iniciará sus audiencias. La comisión determinó que los alegatos ante la Corte serán difundidos a través de una señal directa y oficial de sonido e imagen, enlazada con la Televisión Nacional de Chile y otras estaciones televisoras. En el Palacio de los Tribunales las audiencias podrán ser seguidas por el público a través de dos pantallas gigantes de televisión, pero en la sala de la corte podrán presenciar el desarrollo del juicio estudiantes universitarios, académicos de Derecho y otros invitados. Las audiencias que se iniciarán el 12 de abril pueden prolongarse durante un mes. Serán precedidas de un plenario de la Corte, este viernes, para estudiar los argumentos de la defensa del general, que pidió considerar los informes de los médicos británicos sobre el deterioro de su salud, que permitieron a Pinochet irse de Londres �por motivos humanitarios�. De acuerdo con la defensa, un daño cerebral �irreversible� y otras enfermedades impedirían que Pinochet enfrente un juicio. Esa postura fue rebatida por el gobierno del presidente Ricardo Lagos, que a través del Consejo de Defensa del Estado insistió el lunes en que la Corte resuelva la petición para privar a Pinochet de su inmunidad como senador vitalicio, cargo que asumió de acuerdo con la Constitución que dictó mientras fue presidente de facto. Las audiencias públicas de la Corte de Apelaciones tienen un precedente en Chile: el proceso que en mayo de 1995 culminó con el encarcelamiento del general Manuel Contreras, jefe de la DINA, la policía secreta de la dictadura. Contreras y el brigadier Pedro Espinoza fueron condenados a prisión por la Corte Suprema, acusados de planificar el asesinato del ex canciller socialista Orlando Letelier, que agentes de la DINA ejecutaron en Washington el 21 de septiembre de 1976. El caso Letelier se reabrió en Santiago hace una semana, cuando el juez Joaquín Billard inició una ronda de interrogatorios, pedida por Estados Unidos, a 42 funcionarios del régimen de Pinochet. Precisamente de Contreras se agregó ayer un elemento inesperado en el conjunto de pruebas que se acumulan contra Pinochet. �Una vez dictado el decreto ley 521 �que en junio de 1974 creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA)� fui designado por el ejército como director ejecutivo, lo que indica que por sobre este puesto existe un jefe superior y de acuerdo al decreto ley, ése era el presidente�, señaló el general retirado Contreras en una carta redactada en la cárcel de máxima seguridad de Punta Peuco, 40 kilómetros al norte de Santiago. Por supuesto, Contreras aclara, en este documento incriminatorio, �mi subordinación directa al presidente me impuso, y hasta el día de hoy, lealtad total al capitán general señor Augusto Pinochet�. En otro frente, aunque también en torno a la Constitución de 1980 que dio fueros a Pinochet, el presidente chileno Ricardo Lagos anunció ayer que una comisión bicameral trabajará una serie de reformas. Se incluyenaquí la inamovilidad de los altos mandos de las Fuerzas Armadas y la configuración del Consejo de Seguridad Nacional (COSENA).
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