BOLILLERO "Que el sorteo sea por bolillero, y público", reclamó Pablo Jacoby, uno de los abogados de Memoria Activa. Para alegría de un tribunal, el número cuatro, que no quería tratar la causa de la AMIA, la decisión inicial era realizar una votación electrónica que los excluyese. Tras el pedido de Jacoby, todos debieron participar del sorteo. Salió el tribunal número tres. El cuatro consiguió su objetivo y quedó al margen. Pero sólo gracias a la suerte y no a una maniobra.
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