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EL GOBIERNO NO PUDO SATISFACER LA DEMANDA DE LOS TRANSPORTISTAS
Ante la falta de respuestas, sigue el paro

Fueron tres horas de reunión. El ministro de Infraestructura no pudo responder a la demanda de bajar el gasoil ni limitar los peajes provinciales. A la misma hora, fracasaba una gestión de Economía ante las petroleras. 

Dispar acatamiento del paro en el interior del país. Pero la medida podría extenderse hoy.
�El gobierno tiene que entender que nos encontramos en una situación casi terminal�, señalan sus dirigentes.


t.gif (862 bytes) �El paro sigue y hasta que el Gobierno no dé respuestas concretas no se levanta�, dijeron ayer los transportistas de carga. Las gestiones del ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, resultaron infructuosas para torcer la voluntad de los camioneros. Las partes volverán a reunirse hoy, pero hasta anoche las posibilidades de encontrar una pronta solución al conflicto eran lejanas. En especial, porque la medida de fuerza surgió de las bases y la conducción nacional se encuentra en una posición incómoda para aceptar concesiones secundarias. Y, por ahora, el Gobierno no accede a las peticiones empresarias, salvo en cuestiones menores.
Los dos reclamos que llevaron a los camioneros a declarar un paro por tiempo indeterminado son una rebaja en el precio del gasoil e impedir la instalación de nuevas cabinas de peajes provinciales y municipales. Gallo no tuvo respuesta para ninguna de esas demandas. Para descomprimir la tensión, ofreció �ajustar los controles a los transportistas extranjeros que hacen cabotaje� y obligarlos a cumplir las mismas normas sanitarias que se imponen a los locales. Es decir, aspectos que en este momento están muy lejos de las urgencias de los camioneros. Consciente de ello, el ministro de Infraestructura enfatizó que su par de Economía, José Luis Machinea, y el secretario de Energía, Daniel Montamat, se encontraban gestionando ante las empresas petroleras una disminución del gasoil. 
Gallo lo anunció al término de su entrevista de tres horas con los camioneros, para demostrar que existe voluntad política para satisfacer sus reclamos. Sin embargo, la reunión de Machinea y Montamat con las petroleras �que se desarrollaba mientras Gallo ofrecía su conferencia de prensa� finalizó sin que las empresas se comprometieran a disminuir los precios de los combustibles. De todos modos, en Economía dijeron que la aspiración oficial es que en los próximos días las empresas reduzcan los precios para �no perder mercado�, ya que Repsol-YPF dispuso una rebaja de 1,5 centavos en el gasoil y mañana anunciaría otra merma de la misma magnitud.
Lo cierto es que el intento de Machinea y Montamat volvió a chocar con la resistencia de las petroleras. A la reunión asistieron dirigentes de Repsol-YPF, Shell y Esso, quienes escucharon la solicitud oficial de que ajusten sus tarifas al valor internacional del crudo. Como en oportunidades anteriores, los empresarios dieron respuestas evasivas y ningún compromiso a aplicar una rebaja importante en los precios locales.
Los camioneros habían pedido que se les permita que el pago del impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC), incluido en el precio de estos últimos, sea tomado a cuenta de otros gravámenes, como ganancias o ingresos brutos. Es decir, que los 12 centavos por litro que pagan de ITC se computen como crédito fiscal para descargar en la liquidación de otros impuestos. �Es imposible�, afirmó Gallo. �La recaudación anual del ITC es de 1200 millones de pesos. Si dejamos de cobrar el impuesto a los camioneros, se produciría un fuerte desfinanciamiento del Estado�, añadió. En Economía rechazan de modo aún más contundente esa medida. En su lugar, el Gobierno ofreció a los camioneros facilitar su acceso al mercado mayorista de combustibles. 
�No nos sirve de nada, porque el precio mayorista del gasoil es de 48 centavos, contra 53 que pagamos al abastecernos en las estaciones de servicio. La reducción es menos de la mitad de lo que pedimos por el descuento del ITC�, señaló a Página/12 Francisco Wipplinger, presidente de la Confederación Nacional del Transporte Argentino. �El Gobierno tiene que entender que nos encontramos en una situación casi terminal�, completó el dirigente. 
En el caso de las nuevas cabinas provinciales y municipales de peajes, Gallo sostuvo que el gobierno nacional �no puede interferir con decisiones autónomas� de los distritos del interior. Por lo tanto, tampoco pudo ofrecer la solución que esperan los transportistas. El paro nacional surgió luego de que los camioneros de Santa Fe iniciaran un lock out el lunes pasado. En esa provincia, el Gobierno dispuso la instalación decabinas de peajes en 16 rutas, aunque ante el estallido del conflicto Carlos Reutemann accedió a postergar su efectivización hasta el año que viene. Los camioneros consideran que es insuficiente y exigen que se elimine esa posibilidad. Hasta que eso no ocurra y no disminuya el precio del gasoil, aseguran que no levantarán la medida de fuerza.


Balance de la protesta

  En el Mercado de Hacienda de Liniers ingresaron apenas 7 camiones, cuando el flujo normal es de 300 unidades por día.
  Santa Fe fue una de las provincias donde más se sintió el paro. A la vera de las rutas hubo 6000 camiones parados y los huelguistas hicieron piquetes. 
  No hubo cortes de rutas ni se produjeron incidentes. 
  En el puerto se paralizaron las actividades ya que no llegó la carga de granos a los buques.
  Las empresas transportistas del sur de la provincia de Buenos Aires no se plegaron al paro. 
  No trabajaron los camioneros de Junín, 9 de Julio, San Andrés de Giles, Colón y Olavarría.
  Tampoco hubo actividad de 7000 camioneros de varios distritos del sur bonaerense, como Quequén, Azul, Tandil, Tres Arroyos y Lobería.
 En Córdoba, la huelga tuvo un �alto acatamiento�, según Pedro Alasia, de la cámara del sector en esa provincia. No hubo cortes de caminos.
  A los costados de las rutas 12, 14 y 105 de Misiones se formaron largas columnas de camiones inmovilizados.
  En el Chaco, la policía provincial informó que la situación era de normalidad y que por las rutas circulaban camiones.
  También fue normal la situación en Mendoza.
  Para el Gobierno, el grado de adhesión a la huelga fue �bajo�.
  Tras una reunión con Nicolás Gallo, Jorge de la Rúa y Daniel Montamat, los camioneros    ecidieron mantener la medida de fuerza.

 

 

Quejas de los camioneros

Horacio Bautista.
Gerente de ATACI
�Una ironía�

�El problema más grave que tenemos es la carga impositiva que pesa sobre el sector. De ninguna manera podría satisfacernos una rebaja de apenas el 3 por ciento en el precio del gasoil. Esa reducción no sirve ni como señal de querer resolver el problema. El petróleo cuesta 25 dólares por barril, un valor similar al de agosto del �99, con lo cual todo los aumentos que tuvimos desde ese momento no hacen más que abultar las ganancias de las petroleras. Sólo en los últimos 10 días, estas empresas han embolsado 72 millones de pesos adicionales porque no trasladaron al precio del gasoil la baja del crudo. Mientras tanto, los camioneros debemos competir deslealmente con los trenes, a cuyos concesionarios privados se los subvenciona desde el Estado. Los ferrocarriles transportan 600 o 700 toneladas de mercadería diarias y es imposible competir con quienes pagan menos impuestos que nosotros y, encima, se los subsidia con dinero que pagamos los transportistas. Es toda una ironía.

Francisco Wipplinger,
titular de CNTA
�No damos más�

�La situación del sector transportista no da para más. Nuestra realidad es desesperante. Y son muchísimos los factores que nos han perjudicado en forma notable. Por un lado, y como la producción ha caído en forma tremenda, los camioneros no tenemos mucha mercadería para transportar. Por otra parte, hemos quedado fuera de competencia con los otros países de la región. En Paraguay, por ejemplo, el litro de gasoil cuesta 27 centavos. ¡Y es combustible argentino que ellos importan!, el mismo que nosotros abonamos 53 centavos, casi el doble. Lo que ocurre es que Paraguay aplica un menor componente impositivo, y éste es uno de nuestros reclamos. Con Brasil también hay desventajas importantes. En la práctica, esto es muy fácil de corroborar. Durante enero y febrero pasados, por cada 13 camiones brasileños que trabajaban en las rutas, había uno solo argentino. En marzo, la crisis se profundizó: por cada 20 brasileños se encontraba uno solo de Argentina. Los problemas no son nuevos, fueron planteados desde el año pasado. Le echan la culpa a Brasil, pero ellos no tienen la culpa. La culpa es de los argentinos.�

 

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