Por Cristian Alarcón
Flota ese clima tan determinado por la luz fluorescente de cualquier feria, por sus stands de durlock, por las señoras uniformadas que sonríen al entregar folletos de cremas rejuvenecedoras con esa bondad de porcelana de las muchachas evangélicas. Y, de repente, entre ofertas de adornos de cerámica, viajes, preservativos, velas de santería, cremas y brebajes de aloe vera, cartas natales �al minuto� o artesanías africanas asoman los picos de �lo gay� más obvio del mercado: vibradores, lencería erótica, depilación definitiva, hoteles, plumas, y unos glandes de chocolate en cajas de bombones. Desperdigadas, quedan obras de artistas para la ocasión, un sitio de Internet, los stands de algunas organizaciones de minorías. Brilla por su ausencia el lugar de las mujeres y el de las travestis, excluidas del mercadeo. Brilla más aún, también por la falta, la fundamentación, el concepto, la idea que sostiene la primera Exposición Internacional Buenos Aires Gay, una kermese de cincuenta expositores aventurados en la búsqueda de consumidores de un mercado nuevo pero no tan simple como la simple convocatoria de un empresario.
Como si persistiera en el fondo la antigua sombra que cubría a la comunidad homosexual porteña, la Expogay está en un rincón difícil de encontrar: un nuevo centro de exposiciones en la avenida Antártida Argentina, después de la estación de ómnibus de Retiro, allí donde alguna vez funcionó un supermercado, frente a la Casa de la Moneda y justo al lado de una sede de la Fuerza Aérea. Los carteles no son avistables fácilmente, pero aun así hay algunos consumidores de buen ánimo que confirman la existencia del mercado, primer y último motor del evento. Uno de los jugadores de hockey de la DAG, la asociación de Deportistas Argentinos Gays, conversa con un chico interesado en los detalles de las últimas olimpíadas en Amsterdam. De shorcito blanco y chomba, el deportista le cuenta de los bancos y las compañías aéreas que esponsorean los eventos gays europeos, y esas imágenes impensadas aquí, de abuelos y familias aplaudiendo aquel desfile gay olímpico.
Vecino de dos señoras que promocionan con devoción maternal las propiedades del aloe vera y tratan de encontrar revendedores gays de lo suyo, es el stand de la revista NX. Casi único medio gráfico dedicado a la comunidad gay en Buenos Aires, con una tirada de 16 mil ejemplares, y un modelo que prefiere no relacionar sexo con política, la revista �sin fines de lucro� es el núcleo de una red de negocios que van desde los cursos de inglés hasta la disco Oxen, pasando por una línea de contactos 0-600, todo ello debidamente promocionado en la feria. �Después reinvertimos eso en trabajar con portadores de VIH�, aclara el �asistente orientador�, Ricky Fernández, al frente del stand. Y teoriza que la división de �targets� es fácil: por un lado, �los frívolos que se preocupan de tener los músculos marcados y son peores que los de Miami� y, por otro, �una rama intelectual dentro de la comunidad�, a quienes no alcanza a definir, pero jura que existen.
Un poco más allá, ofreciendo copas de champagne, y el único stand diseñado para esta ocasión, tira manteca al techo la gente de PlanetaY.com (ex cibergay.com), un lugar en Internet visitado diariamente por unas cinco mil personas. Su director, Walter Tomé, muestra cómo se llena la ficha personal para pasar a la agenda de contactos, el mayor éxito del sitio, y recorre las notas sobre los íconos Madonna, ABBA o Ricki Martin. �Nos mantenemos sólo con la publicidad, no cobramos por contactar gente�, aclara. En la página anuncia una casa de juegos, un pub, y Tomé reconoce que hasta han rechazado anunciantes, por ejemplo, la empresa dedicada al estiramiento de pene cuyo anuncio resulta demasiado explícito. �Lo nuestro �destaca� es sexy y cool, no grasa.�
Más allá de las consideraciones estéticas está la cadena de hoteles alojamiento que entrega vales con descuentos en la Capital y en provincia, donde a pesar de las prohibiciones, las parejas gays que pagan, retozan. De hoteles en Buzios habla sin parar una promotora entrenada en tacles.Ofrece una temporada en �nuestro complejo de Buzios�, y cuenta sobre lo abiertos que están a los nuevos públicos. �Es un destino muy gay�, argumenta mientras enumera la larga experiencia que tiene en todo tipo de exposiciones: �Hemos estado en muchas, venimos de una de la rural, y después de ésta tenemos una de autos� �explica�, dando en el corazón de la expo. La Expogay se parece tanto a todas que no es posible reconocerle una identidad, excepto en el stand del diseñador Rafael Mancini, donde brillan los casquetes de vedette, los zapatos para transformistas y travestis que calzan hasta el 43, las boas y las plumas. Que si no hubiera por lo menos una bajo las fluorescentes, quién podría adivinar que en Retiro se expone algo relacionado a la diferencia.
HUBO ANEGAMIENTOS EN LA CIUDAD
Bajo un manto de lluvia
La tormenta que se descargó con toda furia ayer sobre Buenos Aires generó anegamientos en distintos barrios: en pocos minutos el agua subió, algunos semáforos se negaron a funcionar y el tránsito se tornó caótico. El secretario de Obras Públicas del gobierno porteño, Abel Fatala, se calzó las botas y salió con su equipo a revisar la situación, que con el correr de las horas fue mejorando. La peor parte la llevaron quienes volvían a sus casas en torno de las 18 �cuando empezó el aguacero� y quedaron pasados por agua y trabados en el embotellamiento.
Según explicaron voceros de Obras Públicas, el problema tuvo origen en dos cuestiones. La primera fue la cantidad de agua caída en poco tiempo: fueron 39 milímetros en 30 minutos, por encima de lo que la ciudad es capaz de soportar. El segundo motivo fueron las intensas lluvias caídas en la provincia de Buenos Aires, que sobrecargaron al arroyo Maldonado. �Pero los trabajos de limpieza que se vienen haciendo en los conductos -dijeron� permitieron que empezara a drenar de inmediato.�
Las zonas más castigadas fueron las aledañas al Maldonado, en Palermo, aunque también hubo inundaciones en Villa Crespo, la Boca y Floresta. La cortina de agua motivó por lo menos dos accidentes, uno en la avenida General Paz, a la altura de Liniers, donde cuatro coches protagonizaron un choque múltiple, y otro en la autopista Dellepiane, donde un auto fue embestido, aunque no hubo heridos.
Según Fatala, el Plan Hidráulico en marcha mostró sus frutos. �Nos faltan cuatro años de obras y aproximadamente 300 millones de pesos en inversión. Queda claro que en los lugares donde se han hecho obras, el sistema funciona correctamente y no se registran anegamientos�, aseguró.
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