Por Julian Borger
Desde Washington
 El padre de Elián González, el balserito de seis años que es centro de una pulseada entre la comunidad cubana anticastrista de Miami y el gobierno de La Habana, voló a Estados Unidos desde Cuba y pidió el regreso inmediato de su hijo a su hogar. Pero en Miami, los parientes del niño y los que los apoyan se negaron a entregarlo, preparando el camino para una confrontación entre las autoridades locales y federales.
Los dos alcaldes locales declararon que su policía no ayudaría a ningún intento del Servicio de Inmigración de llevarse al niño de la casa de su tío en el distrito de la Pequeña Habana de Miami. Los grupos de exiliados mantuvieron una vigilia ahí, amenazando con formar una cadena humana alrededor de la casa por si alguien llega para tomar la custodia.
Juan Miguel González llegó al aeropuerto Dulles en Washington poco antes del amanecer en un avión privado pagado por un grupo religioso de Estados Unidos que trata de mediar en el emotivo conflicto. Hablando a los reporteros en el hall del aeropuerto, González, portero de hotel de Cárdenas, una ciudad costera de Cuba, leyó un comunicado denunciando a su tío y a otros parientes en Miami por el tratamiento que le dieron a su hijo, que se ha convertido en un icono para los exiliados anticomunistas desde que fue rescatado del naufragio en las costas de Florida en noviembre pasado.
�Ha sido una experiencia agonizante el ver a mi hijo sometido a crueles presiones psicológicas para influir en su personalidad ya debilitada por el trauma sufrido,� dijo el padre del niño. �Peor aún, Elián fue exhibido en desfiles y en manifestaciones públicas y en los medios, con la clara intención de obtener rédito político de esta tragedia.� Elián perdió a su madre, que estaba separada de su padre, cuando se hundió el pequeño bote que la llevaba a ella, Elián y otros 12 emigrantes cubanos a Estados Unidos. Elián se aferró a un neumático. Después de consultar a su abogado de Washington y a los funcionarios cubanos el miércoles a la noche, González aceptó viajar a Estados Unidos con su actual mujer y su hijo de meses, demostrando así que no dejaba a su familia en condición de rehén. Viajó sin el cortejo de 28 personas que La Habana había exigido originalmente, con el compromiso del gobierno de EE.UU. de hacer todo lo que pueda para otorgarle la custodia de Elián. Eric Holder, viceministro norteamericano de Justicia, dijo ayer: �Creo que reunir a Elián con su padre no es sólo una cuestión de ley federal. No es una cuestión de ley de inmigración. Es simplemente hacer lo correcto. El padre y el hijo necesitan estar juntos y en los días venideros haremos todo lo posible para asegurarnos que eso suceda�.
Los funcionarios del Departamento de Justicia y del Servicio de Inmigración y Naturalización de USA (INS), mantuvieron conversaciones con abogados de los familiares de Elián en Estados Unidos en el edificio de la corte de Miami ayer, tratando de lograr que entregaran al niño pacíficamente. Pero los familiares, liderados por Lázaro, el tío abuelo de Elián, se resisten. Lázaro González le dijo a los periodistas ayer que Elián sabía de la llegada de su padre, pero también sabía que �su madre había muerto trayéndolo a la libertad�, lejos del régimen de Fidel Castro.
Traducción: Celita Doyhambéhère
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