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Por David Cufré �Si levantamos el paro ahora nos quiebran�, le dijo por su celular uno de los dirigentes camioneros que encabezó las negociaciones con el Gobierno a otro dirigente que esperaba la resolución de las discusiones a un costado de la ruta en Santa Fe. Fue a la salida del Ministerio de Infraestructura, luego de una jornada agotadora y desbordante de tensión en la que los transportistas de carga resolvieron mantener la medida de fuerza hasta el próximo lunes. Durante el fin de semana, las cúpulas de las dos cámaras que lideran la protesta trasladarán a sus bases la propuesta del Gobierno. Pero hasta entonces, el paro sigue. El ministro de Infraestructura, Nicolás Gallo, estuvo a punto de lograr que la noticia a difundir fuera que el lockout quedaba suspendido hasta que se retomen las negociaciones. Pero la intervención a último momento del sindicato de los camioneros, a través del secretario de Organización, Jorge González, orientando a los perturbados dirigentes empresarios, determinó que la balanza se inclinara hacia la continuidad de la medida de fuerza. Con Hugo Moyano de viaje por Estados Unidos, González tuvo una participación determinante en la conducción del conflicto. �El Gobierno hizo una propuesta, los dirigentes dijeron que iban a estudiarla hasta el lunes y Gallo se plantó en que entonces informaría a la prensa que el paro estaba suspendido. Nadie supo qué contestar�, relató a Página/12, segundos después de ocurrida esa situación, el primer dirigente transportista en abandonar el cuarto de reuniones. Tras él, apareció González y afirmó que la protesta se mantenía en firme. Luego, González reingresó al salón �seguido por algunos periodistas� y les comentó a los máximos dirigentes de CNTA y ATACI que debían informar que el lockout seguía en pie. Y así lo hicieron. A esa altura, cuando ya habían transcurrido cuatro horas desde el inicio de las discusiones, la situación era confusa para casi todos. Los dirigentes empresarios, representantes de sectores pymes y no de las grandes flotas, dudaban entre darse por satisfechos con las concesiones del Gobierno o redoblar la apuesta, al comprobar que su presión resultó efectiva. �Si levantamos el paro ahora nos quiebran�, fue la evaluación política que terminó imponiéndose. Durante el fin de semana, de acuerdo a la respuesta de las bases �que en rigor fueron las que iniciaron la huelga y obligaron a la conducción nacional a encabezarla para no verse desbordados�, se resolverá si mantienen esa tesitura o dan por terminada la acción de fuerza que puso al Gobierno de rehén en una puja entre David y Goliat. El conflicto de fondo es entre los transportistas pymes y las petroleras. El Gobierno se movió con el estrecho margen de maniobra que le dejaron unos y otros. Los camioneros saben de su poder de presión y por ahora no acceden a las ofertas oficiales �que no fueron pocas�, sino que van por su objetivo de máxima: forzar a una reducción del precio del gasoil de 53 a 32 centavos por litro. Las petroleras no parecen dispuestas a aceptar esa demanda. Y el Gobierno ruega comprensión a ambas partes. Gallo se comunicó ayer tres veces con los máximos ejecutivos de Repsol en España, según él mismo reveló, y lo máximo que pudo obtener fue que las estaciones de servicio propias de Repsol�YPF vendan a partir del lunes a los pequeños transportistas el gasoil a precio mayorista �entre 38 y 42 centavos por litro�. Se trata de 115 puestos de venta en todo el país. Gallo añadió que Shell anunciaría lo propio el lunes y que todas las petroleras terminarán plegándose a la medida. El Gobierno pidió ayuda a las petroleras al comprobar que se enfrentó a un sector agobiado económicamente y dispuesto a dar batalla. �Nos dicen que puede haber desabastecimiento, pero si los transportistas quebramos, el desabastecimiento será permanente, porque ¿quién va a trasladar las cosas?�, dijo con lógica simple Francisco Wipplinger, titular de CNTA. Ahora el Gobierno se ve forzado a resolver una situación que fue dilatandocuando la presión para reducir los precios de los combustibles surgió de la opinión pública. Además de ofertar la venta del gasoil a precio mayorista, Gallo propuso enviar al Congreso un proyecto de ley para licitar la instalación de nuevas estaciones de servicio en todo el país, que venderían exclusivamente el combustible a los transportistas pymes a precio reducido. También accedió a permitir que los camioneros con capital propio de hasta 500 mil pesos puedan utilizar como crédito fiscal lo que pagan del impuesto a la transferencia de los combustibles. Pero sólo podrían aplicarlo a la liquidación de Ganancias y del impuesto a los activos. �No nos sirve, porque hace tres años que no tenemos ganancias. Lo que queremos es que se pueda descontar del IVA�, dijeron los empresarios. �Eso no se puede por una razón fiscal�, retrucó Gallo. El Gobierno sentó a la mesa de negociaciones a funcionarios que parecía estuvieron allí sólo para ejercer presión. Entre ellos, los comandantes de la Gendarmería Oscar Jurado y Juan Mininni, y el secretario personal del presidente Fernando de la Rúa, Leonardo Aiello. También fue el viceministro de Economía, Mario Vicens, quien mantuvo la posición más dura en las discusiones. En el tira y afloje, los camioneros fueron logrando que el Poder Ejecutivo sumara una medida conciliadora tras otra (ver aparte). A pesar de la confusión final, los dirigentes lo consideraron insuficiente y van por lo que consideran central: que las petroleras dispongan una fuerte rebaja en el gasoil.
APEDREARON VEHICULOS EN
ACTIVIDAD El pico
máximo de tensión del paro de los transportistas ocurrió ayer de
madrugada en la jurisdicción de Lincoln, provincia de Buenos Aires, cuando
desde un piquete de camioneros en huelga emprendieron a piedrazos contra una
caravana de camiones de carga, cuyos conductores no se habían plegado a la
medida de fuerza. Cinco camioneros fueron detenidos por la policía. PELIGRO DE
DESABASTECIMIENTO. LA HACIENDA SUBIO 18% La
decisión de los empresarios transportistas de seguir adelante con la
huelga por tiempo indeterminado no hace más que poner en serio peligro el
normal abastecimiento de la mercadería que a diario llega a los centros
de consumo. Con los camiones parados a los costados de las rutas existe el
riesgo de que almacenes, y las góndolas de los súper e hipermercados
empiecen a vaciarse sin posibilidad de reabastecerse. A partir del lunes,
el fantasma del desabastecimiento podría hacerse realidad. �No me caben
dudas de que la próxima semana comenzarán a escasear los productos
alimenticios�, advirtió Alberto Alvarez Gaiani, presidente de la Copal,
la coordinadora que reúne a cámaras y empresas del sector. Por lo
pronto, la huelga impulsó el precio de la hacienda, que en los últimos
tres días aumentó un 18 por ciento.
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