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Por José Natanson Las promesas electorales tienen sus costos. Ayer, Fernando de la Rúa tuvo que pagar las consecuencias del spot en el que prometía vender el Tango 01. El Presidente partió a Salta en el Tango 03, que utiliza hasta que le consiga un comprador al avión de lujo. A los 40 minutos de vuelo sufrió un desperfecto. Falló uno de los mecanismos de control y el avión bajó miles de metros en pocos segundos. Las máscaras de oxígeno cayeron y hubo miedo en la comitiva. Los pilotos finalmente lograron aterrizar en Salta, pero el Presidente tuvo que pedir que mandaran desde la Capital el Tango 01. Y volvió sin inconvenientes en el avión�emblema del menemismo. De la Rúa partió ayer al mediodía junto al secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, y el titular del Banco Nación, Cristian Colombo. Iban a Salta para inaugurar una escuela en la localidad de La Merced. Los integrantes de la pequeña comitiva ya se habían acomodado en los 12 asientos del Tango 03, un F-28 que Carlos Menem usó en pocas oportunidades y que De la Rúa utiliza como alternativa al Tango 01. Los dirigentes charlaban animadamente cuando, después de unos 40 minutos de viaje, el avión sufrió un desperfecto en uno de los mecanismos de control. Cayeron las máscaras de oxígeno y los pilotos tuvieron que bajar de nueve a seis mil metros. Fueron pocos minutos, que alcanzaran para un susto, del que el Presidente y sus funcionarios se recuperaron recién cuando el avión volvió a estabilizarse. El viaje continuó sin problemas y un rato después habían aterrizado en el Aeropuerto Martín Güemes de la capital de Salta. Claro que, después del susto, el Tango 03 quedó fuera de carrera y el Presidente ordenó que mandaran desde la Capital el Tango 01. Se trata del avión que Carlos Menem compró en 66 millones de dólares y que acondicionó especialmente: tiene dos suites, baño con ducha, sillón de peluquero, comedor para diez personas y sala de reuniones, todo decorado en estilo oriental, en caoba y dorado. �El avión es lindo, pero lo voy a vender�, prometió De la Rúa el año pasado, en uno de los celebrados spots de campaña ideados por su hijo Antonio. Parecía una buena idea, asociar al avión con los aspectos más discutibles del menemismo, pero después se comprobó que la tarea no era tan fácil. El Gobierno comenzó a buscar compradores para el Tango 01, pero no encontró ninguno que se acercara al exorbitante precio pagado por Menem. Mientras De la Rúa viajaba a Davos en un vuelo de línea, los funcionarios polemizaban sobre la conveniencia de malvender el avión hasta que, la semana pasada, el Presidente decidió ofertar el Tango 01 en 40 millones de dólares. Ayer De la Rúa tuvo que recurrir al avión de lujo para volver a la Capital Federal, luego de los problemas que tuvo a bordo de la otra nave. Sobre la puerta, como todos los aviones de Presidencia, el Tango 03 tiene escrito su nombre. Casualidad o no, el avión que ayer le cobró a De la Rúa su promesa de campaña se llama Juan Domingo Perón.
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