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Por Pablo Rodríguez Dijo que recibió en las últimas horas �la solidaridad de una cantidad impresionante de gente�. Que no iba a aceptar �que nadie me esté marcando o pretendiendo hacerme culpable de cosas que creo que no soy culpable; ni yo ni la institución�. Y hasta dejó sentada una amenaza a los jóvenes: �El enemigo no va a cejar en su empeño de revanchismo�, por lo que �va a llegar un momento en que van a aflorar esas ansias y los que estén en servicio militar en esos momentos van a tener que afrontar la responsabilidad�. En declaraciones publicadas ayer por el diario El País, el ex jefe del Estado Mayor Conjunto del Ejército de Uruguay, general Manuel Fernández, reaccionó a su destitución y su condena a 10 días de arresto, ordenadas por el presidente Jorge Batlle. Anteayer, en el semanario Búsqueda y luego en una FM montevideana, Fernández había dicho que no le importaba cómo resolvería Batlle el tema de los desaparecidos �porque a la larga o a la corta vamos a tener que pelear de vuelta contra el enemigo marxista-leninista�. El general Raúl Villar, jefe de la División I del ejército con asiento en Montevideo (la más poderosa del país), asumió ayer en reemplazo de Fernández, conservando su actual cargo. El presidente Batlle continuó recibiendo el apoyo de la izquierda y del ex presidente Luis Alberto Lacalle por su rápida decisión de destituirlo. Quizá Lacalle, líder del Partido Nacional (Blanco), haya tenido un interés especial en manifestar personalmente su apoyo a Batlle. El general Manuel Fernández fue ascendido a este cargo durante su presidencia (1990-1994), y de hecho se considera a Fernández como un hombre cercano al sector �herrerista� (por Luis Alberto de Herrera, líder blanco y abuelo de Lacalle) de los blancos. �Que quede muy claro que para nuestro partido, dentro de la Constitución se admite todo, fuera de la Constitución nada�, comentó el senador herrerista Luis Alberto Heber, al informar de la visita de Lacalle al palacio presidencial. Heber aclaró que la posición de Fernández �no refleja el sentir de las fuerzas armadas� y deseó que �los hombres de armas colaboren en encontrar soluciones al tema de los desaparecidos para cerrar esta herida del país�. Es más que probable también que Fernández tuviera un asunto especial con Batlle. Es el general de mayor antigüedad en el ejército y durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti (que dejó el cargo hace un mes), debería haber sido ascendido a comandante en jefe del ejército. Pero un acuerdo entre Sanguinetti y Batlle, líderes de sectores rivales dentro del Partido Colorado, lo dejó fuera para darle paso al teniente general Juan Geymonat. Se considera que Fernández es uno de los líderes de la logia militar Tenientes de Artigas, grupo ultranacionalista al que se le atribuye un papel en el golpe militar de 1973. Del lado de la izquierda, Batlle no sólo consiguió aplausos sino que logró acentuar aún más los tiros por elevación que recibe Sanguinetti (su archirrival dentro del Partido Colorado), en virtud del caso Gelman. El ex presidente no suministró ningún dato sobre la nieta del poeta argentino, nacida en cautiverio en Montevideo durante la dictadura, y a las dos semanas de asumir en el cargo Batlle dio a conocer esos mismos datos. �Celebro y respaldo la decisión del presidente Batlle, que destituyó a un jefe militar que vaticinó tiempos de violencia para el país y evitó así una situación caótica�, opinó el secretario del Partido Socialista, Reinaldo Gargano. �Batlle está haciendo lo que tiene que hacer un presidente normal en Uruguay. Lo que pasa es que hemos tenido presidentes en situaciones anormales hasta ahora. Bien, me congratulo�, declaró el senador del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), José �Pepe� Mujica. �La premura con que recibió el arresto a rigor y el retiro de su cargo es lo normal. Lo que pasa es que en Uruguay estábamos acostumbrados a lo anormal�, había dicho el senador del EP-FA Eleuterio Fernández Huidobro. �Esto no sucedía hace tiempo porque acá los militares decían cualquier cosa y no pasaba nada. Esto está dejando en evidencia la baja estaturapolítica de quien fuera hasta hace poco el presidente de la República�, dijo en referencia a Sanguinetti. La única voz a favor de las declaraciones de Fernández vinieron desde el Partido Colorado, pero del sector de Sanguinetti. Fue el diputado Rubén Díaz quien aseguró que el general es una �persona de bien�, y para quien sus expresiones fueron �el fruto de una larga meditación�. Díaz compartió asimismo que �las fuerzas armadas tienen la responsabilidad de estar preparadas tanto en Uruguay como en el resto del mundo�, para cualquier tipo de agresión interna o externa. Sin duda, los dichos del militar habrán sido �el fruto de una larga meditación�. Tan larga y profunda que se mantiene seguro en su posición: �No voy a entrar en la noria (marcha en círculo) de los castrados mentales�, remató al diario El País.
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