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�En la Argentina, ¿quién está bien? Muy pocos�

Para Miguel Bein, secretario de Programación Macroeconómica,
la reactivación está en marcha, pero la gente la nota todavía poco porque empezó por las exportaciones y no por el consumo.


Por Julio Nudler

t.gif (862 bytes) �¿Por dónde anda la reactivación?
�La reactivación sigue su curso.
�¿No es que se detuvo en el primer trimestre?
�Puede tener algún altibajo. Pero se inició en la primavera pasada, cuando se percibió que la transición política sería tranquila y que ganaba De la Rúa. Empezaron a aumentar las exportaciones de acero, petroquímicos, aluminio y algo en papel, neumáticos. En noviembre y en diciembre la aceleración de la actividad industrial fue impresionante. Calculo que hubo acumulación de stocks frente al temor del Y2K (que yo después lo llamé Y2¿Qué?).
�¿Entonces no es cierto que el impuestazo pinchó las expectativas?
�Lo que digo es que el ritmo de recuperación del último trimestre del �99 fue debido a alguna acumulación de stocks, incluso en los hogares. También había expectativas por las fiestas del fin de milenio: se esperaba que la gente comprase mucho más. Hubo, por ende, una excesiva aceleración de la actividad. En realidad, no ocurrió lo que se temía ni lo que se esperaba, y el 2000 empezó con un exceso de stocks, que hubo que digerir en el verano. Por eso la recuperación fue menor esos meses. 
�Ustedes también argumentaron que mayor número de argentinos se fueron a veranear al exterior...
�Sí, eso redujo significativamente el número de consumidores. Pero ya en marzo volvió la recuperación.
�¿Hubo o no un efecto de expectativas adverso?
�Algo sí, por la incertidumbre. La gente pensaba que le iban a retener muchísimo del sueldo por Ganancias. Fue un globo muy grande. Y hay otro tema que no es menor. El 10 de marzo las automotrices decían que las ventas iban a caer 10% este año salvo que les bajaran impuestos. Anunciaban suspensiones y despidos, pero en las concesionarias no se conseguían autos. Todo lo que había era lobby, juego político. Efectivamente, las cifras de marzo muestran un gran aumento de producción, ventas y exportaciones. 
�Ahora que los bancos se lanzaron a ofrecer préstamos hipotecarios, ¿la gente los está tomando?
�Nadie entiende por qué los bancos se demoraron tanto en salir. Ahora la repercusión en el público fue impresionante. El Santander dice que de 200 llamadas diarias pasaron a 15 mil, y luego se estabilizaron en 5000. Las operaciones se multiplicaron por cuatro, pero todavía están bajas. La encuesta de créditos hipotecarios está subiendo 10 millones por día. Pero una operación hipotecaria demora casi un mes. Esto irá in crescendo. Lo primero que se verá es que se detiene la caída de precios de los departamentos.
�¿Cuándo estará mejor la gente?
�Los que trabajan en una concesionaria de autos ya están mejor. Quien trabaje en una siderúrgica también, o en una papelera, igual que quien esté en el sector inmobiliario. 
�¿En qué sectores o bolsones de la economía están los problemas?
�En todos, si es por eso. Ni los sectores que están en franca recuperación llegaron a la utilización plena de su capacidad. Las automotrices van a un turno. Podrían producir 700 mil autos por año. Están mejor, pero eso no significa que estén bien. ¿En la Argentina quién está bien? Un sector muy pequeño de la población. Es una economía con dos millones de personas que tienen ingresos por debajo de la línea de indigencia, y 10 millones bajo la línea de pobreza. La distancia entre las aspiraciones y la realidad es enorme.
�Domingo Cavallo solía culpar de esto a otros sectores del gobierno, por la ineficacia del gasto social, etcétera. ¿Ustedes piensan igual?
�No. Lo que hay es una economía que sufrió muchísimo durante 21 meses, con la mayor recesión de su historia reciente, y además padeció 3 shocks financieros mundiales desde julio de 1997, con terribles caídas en losprecios de exportación. Esto además de los problemas estructurales que dejó el menemismo: la exclusión, la baja productividad del sector público. Esta economía se está recuperando desde un punto muy complicado.
�¿Qué ritmo de crecimiento esperan?
�En el primer trimestre hubo un crecimiento interanual del 2%. En el segundo se acelera a 3,5, y en el tercero creceremos a un 5% interanual. Como ritmo promedio vemos entre 4,5 y 5% anual.
�¿Cuál será el motor?
�Por ahora, las exportaciones.
�Pero éste es el crecimiento que menos le llega a la gente.
- Claro. Eso significa que en el arranque el consumo crece menos que el PBI, hasta que el aumento de las exportaciones disipa la neblina sobre el riesgo país. Hoy los banqueros afuera ya no están preocupados por la convertibilidad ni por la competitividad argentina, por la sencilla razón de que las exportaciones están creciendo 14%, mientras el consumo crece 2,5%. Si fuera al revés estarían hablando de un próximo estrangulamiento del sector externo. Ahora los mercados están preocupados por la reactivación y el consumo, lo que para nosotros es mucho mejor. Es el mal menor. Siempre estarán preocupados por algo, porque el juego es ése.
�Lástima que por el consumo también está preocupada la gente.
�Sí, claro, pero no olvidemos la deflación de salarios que hubo en el �99. 
�Después de tanta discusión, ¿qué dirá la tasa de desempleo en mayo?
�Yo veo que el empleo privado crecerá respecto de mayo de 1999. Lo que no sabemos es qué tasa de actividad habrá (la suma de los que trabajan y los que buscan trabajo, respecto de la población total), y por tanto no podemos anticipar la tasa de desocupación. 

 


 

MARTIN REDRADO, DE FUNDACION CAPITAL, OPTIMISTA Y CRITICO
�Hoy el país tiene viento a favor�

Por J.N.

�¿Hubo un palo en la rueda de la reactivación?
�En el último trimestre de 1999 ya se observaba, en relación al tercer trimestre (desestacionalizado), un crecimiento del 2,5%, con lo cual la economía estaba saliendo del ciclo recesivo. Pero luego fue golpeada por dos efectos, que la dejaron estancada. Uno fue el efecto expectativas, a raíz del impuestazo, que provocó un retroceso importante en el consumo, más allá del impacto en el ingreso disponible. En segundo lugar, el sector público se comportó como una aspiradora de fondos en el mercado local, lo que hizo caer el crédito al sector privado en los primeros tres meses.
�¿Pueden cuantificar esos efectos?
�Números globales aún no tenemos, pero es probable que el PBI muestre un estancamiento respecto del último trimestre del �99.
�¿La baja del riesgo país no sirvió?
�Se ahuyentaron los fantasmas de devaluación que rondaban la economía argentina, sobre todo vista desde el exterior, en los meses previos al 10 de diciembre. Al disiparse los temores aumentó la ansiedad de los bancos por colocar en el mercado la liquidez excedente con que cuentan, que hasta ahora venían prestándole al Estado y que calculamos en unos 3000 millones de dólares. 
�¿Hay un nuevo cambio de tendencia?
�Digamos que, finalmente, la Argentina tiene viento a favor. Aunque la salida del ciclo recesivo se posterga hasta el tercer trimestre, lentamente vamos saliendo. No creceremos 6 o 7%, como después del tequila, pero sí un 3%.
�¿A quién se lo deberemos?
�A la mejora en el crédito y también en el contexto internacional �el mundo crecerá este año en promedio un 3,7 por ciento�, a precios de commodities que se seguirán recuperando, y a un Brasil estabilizado y creciendo a un ritmo del 4%.
�Ustedes comparten, por tanto, el discurso optimista oficial.
�Los números que ellos dan están bien, pero no es válido comparar estos meses con los mismos de hace un año, porque en el primer trimestre de 1999 estábamos en el fondo de la recesión. Lo adecuado es medir cada mes contra el mes anterior desestacionalizado, y lo mismo para el trimestre. Estas cifras no las difundieron, porque revelan estancamiento o contracción.
�¿Cuál es el indicador que más le preocupa?
�La disminución en los préstamos al sector privado, porque nuestra economía es dependiente del ingreso de capitales. Es éste el que, a través de la expansión del crédito, genera crecimiento del consumo y la inversión. Con menos crédito privado es muy difícil crecer.
�¿Cuándo notará la gente que la situación mejora?
�Dependerá de los sectores. Algunos seguirán viviendo en recesión. No es que vuelva plata para invertirse en no importa qué. La Argentina tiene problemas de costos, y por tanto atraen capitales los sectores que están más protegidos de la competencia internacional, como telecomunicaciones, turismo, entretenimiento o generación de software en castellano. Pero quien esté en metalurgia, textiles o calzado la tendrá más complicada. Y habrá que ver cómo reaccionará la demanda de crédito hipotecario y su efecto sobre la construcción. 
�¿Qué pasó hasta ahora?
�La receptividad fue baja. Hay mucha pregunta pero poco cierre de operaciones. Hasta ponerse en movimiento, este proceso puede demandar unos cuatro meses.
�¿El paquete procompetitivo influirá en la reactivación?
�Muy poco. Es una gota en un lago. Pero conceptualmente es muy positivo: por primera vez un equipo económico piensa en el sector externo.

 

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